Lux es una ciudad subterránea y abandonada construida por los hombres. Sus habitantes viven con miedo, ya que las pandillas ejercen el poder a través de la violencia. También aquí verán el abuso de la tecnología y sus terribles consecuencias. Para intentar salvar esta ciudad inventan Texhnolyze, una técnica avanzada que aspira a reemplazar miembros humanos por partes robóticas más eficaces.

Ichise, un huérfano convertido en peleador callejero, pierde una pierna y un brazo por tratar de satisfacer a un iracundo promotor de luchas. Estando al borde de la muerte, una doctora lo recoge para experimentar con él y hacer evolucionar a Texhnolyze. Ichise, con sus nuevos miembros cibernéticos, es llevado con Oonichi, lider de los Organ, y queda supeditado a sus órdenes. Esta organización tiene poder sobre Lux, e Ichise forma parte de una guerra por el control territorial de la misma. Durante este enfrentamiento, el protagonista deberá encontrar la verdad de la ciudad mientras intenta sobrevivir a un mundo tal vez demasiado hostil.

Tanto Akira como Texhnolyze son Cyberpunk que tienen como eje principal el uso indiscriminado de la tecnología y la propagación cibernética hacia todas partes, con lo que la vida queda invadida hasta en lo más mínimo por lo artificial. En ambas series veremos a pandillas violentas que luchan intentando ganar el poder sobre un territorio y ayudando con su rebeldía a que estallen guerras civiles. Y por último, tenemos también a científicos que experimentan con humanos buscando lograr, de una forma o de la otra, la evolución de nuestra especie.

Los diclonius son una especie más evolucionada que surge a partir de la mutación natural del ser humano. Entre las características que más nos pueden llamar la atención están los dos cuernos que llevan a los costados de su cabeza y, especialmente, los brazos invisibles o vectores que controlan con su mente. Armas mortales con el poder de cortar y empujar todo aquello que esté a su alcance. Los investigadores entendieron que sus asombrosas habilidades iban más allá de todo límite conocido hasta entonces, y resolvieron encerrar a varios diclonius para realizar experimentos muy crueles con el fin de probar hasta dónde llegaban sus capacidades y su resistencia. Y también, qué tanto de humanos había en ellos.

Lucy, la protagonista de la serie, es una de las diclonius a las que encierran, y en su vida tuvo además de su cautiverio muchos otros episodios traumáticos que moldearon su personalidad, transformándola en una asesina sádica desgarrada por dentro.

Aquí, como pueden ver, también hay varios puntos de conexión con Akira. Las contraproducentes investigaciones realizadas en Lucy, nos hacen pensar en Tetsuo, quien, dadas las características semejantes que tenía con el chico con el que habían experimentado anteriormente, Akira, es elegido también por los científicos. Y además no nos olvidemos que el increíble poder que presenta Lucy por medio de sus vectores genera un ambiente violento y destructivo, parecido al aire que se respira en Neo-Tokio provocado por Tetsuo al abusar de ese poder que le fue otorgado y que por momentos se le escapaba de sus manos.

En el siglo XXIII, un terrible cambio climático devastó la Tierra y para sobrevivir, toda la civilización tuvo que exiliarse una temporada en la Luna. Allí se forma una sociedad bastante alienada, en donde se ejerce el control y la vigilancia de todo miembro perteneciente a la comunidad a través de unas pulseras localizadoras.

Tres adolescentes Takura, Kazuma y Bizmarck se refugian en uno de los domos lunares, y en sus tiempos libres sueñan con participar en una carrera espacial. Por tal razón construyen sus propias motos, a pesar de que en este nuevo mundo no se permiten las carreras.

El diseño de los personajes de Freedom fue realizado por Katsuhiro Otomo, quien fue el creador original y director de Akira. En ambas vamos a ver una juventud rebelde que intenta transgredir todas las leyes que les imponen y nos llenaremos de adrenalina cuando bandas adictas a la velocidad enciendan sus motores. Pero, a pesar de estas similitudes, Freedom la consideramos una obra en la que el humor se hace escuchar y los mensajes que nos dejan son mucho más luminosos.

La ciudad de Tokio es víctima de un atentado terrorista anunciado a través de un video subido a Internet. En él, dos chicos enmascarados envían misteriosas pistas. Los ciudadanos viven en un estado de alerta permanente y los policías intentan descubrir quienes son los autores intelectuales de estas amenazas, a partir de sus crípticos mensajes.

Los terroristas son dos jóvenes que tienen una identidad poco usual, sus nombres son números: Nine y Twelve. Ellos forman una entidad clandestina llamada Sphinx que busca despertar las mentes dormidas de los individuos a partir de un costo demasiado alto, la destrucción. Pero ambos chicos conocen lo que es el dolor: se criaron en un orfanato en el cual el gobierno experimentaba con ellos, intentando un desarrollo superior de la inteligencia humana.

Zankyou no Terror comparte con Akira una atmósfera destructiva, principalmente. Presenciarás el uso de los niños como principal fuente de grandes descubrimientos en lo que respecta al desarrollo de la inteligencia y además verás un Tokio destruido por jóvenes que intentan manipular la voluntad de otros semejantes a costa de su posible dolor y sufrimiento.

Les propongo viajar al futuro. Estamos en el año 2029 y la tecnología avanzó tanto que las personas pueden insertarse partes robóticas y convertirse en cyborgs. Motoko Kusanagi forma parte de un grupo encubierto llamado Sección 9 que se especializa en atrapar criminales cibernéticos como los hackers, y al ser una cyborg con un cerebro robótico, tiene una inteligencia superior que le permite ejercer su labor con mayor eficacia. La incógnita principal que se presenta en la trama es El Titiritero, más conocido como Puppet Master. Este ser tiene la habilidad de manejar a los cyborgs a través de la mente y los manipula para que realicen atentados. Más adelante demuestra tener intereses mucho más profundos que el simple caos cuando le propone a Motoko dejar atrás su identidad como individuo para volverse parte del flujo eterno de datos, reproducirse infinitamente en él y controlar todas las cosas desde todos lados, siempre.

Vean este clásico futurista si no lo hicieron, el ambiente Cyberpunk los va a envolver completamente y respirarán ese mundo desintegrado y distópico que genera la fusión entre la cibernética y lo punk. Además se encontrarán con un ser muy poderoso que puede ingresar en todas las redes a nivel global y tiene la sorprendente habilidad de auto-reproducirse; este hijo de la tecnología, gobernará el mundo tal como pasa en Akira. Pero hay un punto en que diferencia ambas películas, en Ghost in the Shell los conceptos son más abstractos, filosóficos y psicológicos, en cambio, en Akira vemos que el enfoque está más en la acción.

En el año 2000, unos seres conocidos como ángeles provocaron diversas tragedias en el mundo, tales como tsunamis, una modificación en la inclinación del eje de la Tierra que originó un cambio climático global, crisis económicas y políticas, guerras nucleares, reducción de la población, entre muchas otras cosas. Estas catástrofes fueron llamadas Segundo Impacto. La serie da comienzo en el año 2015, en el que como forma de prevención de posibles ataques de otros ángeles, la ONU creó una organización, NERV, que produce máquinas colosales que, en teoría, les podrían hacer frente cuerpo a cuerpo. Estas unidades de combate fueron llamadas Evangelions.

El Proyecto de Complementación Humana intenta suprimir la individualidad y mezclar a toda la humanidad en un mismo ser para terminar con todas las problemáticas existenciales como la angustia, la soledad, el dolor.

El futuro en el que transcurre la serie se acerca al de Akira; en ambas obras los ciudadanos van a vivenciar la destrucción total de la ciudad de Tokio, sin tener otra alternativa más que resurgir desde el caos absoluto. Pero a diferencia de esta última, en Evangelion se intenta prevenir otro cataclismo arrasador. Pero, al mismo tiempo, hay intereses que llevan al mundo o a parte del mundo hacia su propia destrucción, actuando sin pensar más que en sí mismos. Como por ejemplo el Doctor en jefe de Akira y Gendou Ikari en Evangelion. Crean monstruos, pero también dioses.