Devil May Cry es un clásico videojuego de Capcom llevado a la pantalla chica. Su argumento se basa en una guerra entre humanos y demonios que tuvo lugar hace 2000 años y que amenaza con reanudarse. El único descendiente del héroe de aquella batalla —Sparda, un demonio que se apiadó de la humanidad y decidió defenderla― tiene ahora en sus manos el destino de la humanidad. Dante, un híbrido con sangre demoníaca especialista en cazar demonios. Como titular de la “tienda” Devil May Cry, Dante luchará con la ayuda de sus amigos para honrar el legado de su padre y defender a la Tierra.

Como en Garo: Vanishing Line, tenemos acción épica, batallas fantásticas, una guerra inminente contra una amenaza demoníaca, un héroe legendario con un poderoso legado y un ambiente misterioso que rodea una trama llena de personajes adultos, en donde en cada episodio se van descubriendo nuevos detalles del pasado del protagonista.

Acá nos encontramos de nuevo en una Nueva York futurista, que ahora es conocida como el Lote de Hellsalem, una urbe donde humanos y monstruos hacen lo posible por coexistir luego de que un portal tridimensional se abriera inesperadamente, envolviendo la ciudad en una burbuja impenetrable que atrapó a humanos y monstruos en el mismo saco. Todo está en manos de Libra, organización que vela por el orden en la ciudad y porque su crisis tan particular no se extienda al resto del planeta.

El parecido de Kekkai Sensen con Garo: Vanishing Line radica en que su protagonista, Leonardo Watch, también se convierte de la nada en un cazador de monstruos y defensor de la justicia, aunque Watch no tiene sangre guerrera, pero sí un don sobrenatural: posee la mirada de los dioses, con lo que puede verlo todo. Además de desarrollarse en la misma ciudad y en sociedades futuristas, las batallas entre monstruos y humanos garantizan una dosis de acción y fantasía similar en ambos animes, pero en Kekkai Sensen la coexistencia entre humanos y seres del más allá es obligatoria, mientras en Vanishing Line no hay lugar para ambas razas sobre la Tierra.

Seguimos con las sociedades futuristas. Acá nos encontramos en el año 2036, en donde un misterioso portal de energía llamado Dimension W, que ha marcado una nueva era para la humanidad pero también se ha consumado como la raíz de todos sus problemas. Una vez comercializada la poderosa energía proveniente de la cuarta dimensión, las ambiciones personales hacen desastres mediante el tráfico de bobinas, dando lugar a extraños sucesos que amenazan con destruir el planeta.

Tanto Dimension W como Garo: Vanishing Line tienen tramas oscuras, en donde la codicia humana lleva a la humanidad al borde del colapso. Los dos animes tienen un héroe en donde finalmente reposan las esperanzas de la Tierra, siendo el antiguo soldado Kyouma Mabuchi el encargado de poner fin al monopolio de bobinas energéticas en Dimension W. Kyouma comparte con Sword un rasgo en particular, además de su estoicismo, y es que a los dos les gustan las cosas a la antigua: Sword disfruta comer en cafeterías al estilo de los años 50, mientras Kyouma solo conduce vehículos impulsados por gas.

Volvemos a las batallas contra amenazas demoníacas en medio de una sociedad medieval. Berserk narra las aventuras de Guts, un poderoso guerrero con un desafortunado pasado que busca poner fin a las ambiciones de Griffith, líder de los mercenarios conocidos como la Banda del Halcón. Desde joven, Guts se ha especializado en asesinar monstruos y demonios, y ante el caos inminente él se convierte en el guerrero que la humanidad necesita para recuperar la paz.

Guts tiene cierto parecido físico con Sword, ya que los dos son guerreros altos y musculosos con expresión seria y determinación de acero. Además, ambos utilizan armaduras mágicas y dones sobrenaturales para vencer a sus enemigos, siendo la enorme espada Dragon Slayer la principal fuente de poder de Guts. Quizás sus estilos de pelea son muy diferentes, pero no así sus propósitos.

D.Gray-man sigue a Allen Walker, un aprendiz de exorcista enviado a la Orden Negra, el grupo de la resistencia que lucha contra los Akuma, demonios hechos de materia oscura creados por El Conde Milenario, un poderoso hechicero que anhela la destrucción del mundo. Como en Garo: Vanishing Line, el protagonista lucha contra una poderosa amenaza sobrenatural que atenta contra su mundo. Asimismo, ambos animes basan sus tramas en la acción, la fantasía y las luchas demoníacas, aunque estén ambientados en épocas radicalmente opuestas.

Otro aspecto en común es que los protagonistas son los portadores de una poderosa herencia sobrenatural. En el caso de Sword, el mítico poder Golden Night de la orden Makai; mientras Allen Walker alberga la memoria del decimocuarto Noé, Neah Walker, y es la principal esperanza de esta legendaria familia de exorcistas para erradicar de una vez por todas el mal de la Tierra. Los dos jóvenes son acompañados por una bella chica en sus aventuras, siendo Lenalee Lee quien hace las veces de Sophie en esta serie.

No podíamos cerrar sin otra batalla demoníaca. Jikan no Shihaisha es una serie en donde la ambición y la codicia por poder dominar el tiempo ponen en jaque el destino de la humanidad. La familia Putin es la protagonista, liderada por Víctor ─un hombre de 39 años atrapado en el cuerpo de un chico de 16─ quien junto a su esposa Mina y su hijo Kiri forma parte de los Chronos Rulers, una sociedad ancestral encargada de defender durante generaciones el poder del reloj del cementerio de la ciudad, el cual es la llave para dominar el tiempo.

Como en Garo: Vanishing Line, todo está servido para una batalla épica, ya que cientos de demonios llamados Horólogos, los cuales amenazan con utilizar el poder del reloj para controlar la humanidad a su antojo, están a punto de invadir la Tierra. Victor y Sword comparten algunos rasgos de su personalidad, siendo ambos héroes bastante extrovertidos a pesar de su aparente rudeza. Estas series cuentan con un argumento bastante oscuro que pone al descubierto varios rasgos de los deseos humanos, teniendo en la acción sobrenatural el eje de sus respectivas tramas.