Probablemente, lo primero que piensas cuando escuchas el título de Lost Song son las capacidades que tienen sus protagonistas para crear magia empleando sus voces; la primera coincidencia con Soredemo Sekai wa Utsukushii es esa: Nike posee el poder de controlar la lluvia mediante su canto. Al perder un juego de piedra, papel o tijeras, Nike termina comprometida con el rey del País del Sol, Livius I, y de ahí que se desarrollen —mediante situaciones dramáticas y divertidas— sus sentimientos del uno por el otro.

Aunque en esta serie la canción de Nike sea la misma cada vez que hace presentes sus poderes, lo cierto es que tiene tanto encanto como la canción de sanación que interpretan ambas protagonistas de Lost Song. Además, ambos animes comparten la existencia de monarquías en sus respectivos reinos o ducados. Si tu parte favorita es la interacción entre los personajes, este anime es precisamente lo que estabas buscando.

¿Viniste por la trama mágica? ¡Entonces te vas a quedar por Mahoutsukai no Yome! Empecemos por el hecho de que, en ambas series, las escenas donde se hace uso de la magia son extremadamente bellas, con una paleta de colores adecuada. Igualmente, el trato con la naturaleza y la gentileza de los personajes está delicadamente presente durante cada minuto de los capítulos de ambos animes. Y en cuanto a personajes, tanto Chise como Finis poseen sentimientos encontrados en la mayoría de sus decisiones, incapaces de expresarse como quieren.

En este anime hace acto de presencia un personaje llamado Lindel, un mago cuidador de dragones y conocido de Elias, quien al interpretar una canción, repercute en la naturaleza haciendo florecer las plantas y animando a todas las criaturas que escuchaban su “Iruna Etelero”. Esta reacción sucede casi de igual forma cuando Rin o Finis manifiestan su canto.

Si algo hace a Rin el centro de la atención en Lost Song es ese carácter suyo, lleno de voluntad, expectante a las aventuras y decidido a cumplir sus sueños. Esas mismas cualidades las posee la protagonista de Akagami no Shirayuki-hime quien, a pesar de ser aún joven, es una excelente curandera que fue capaz de lanzarse a lo desconocido con tal de no terminar subyugada, casada o como amante del egoísta y mimado príncipe del reino.

Shirayuki tuvo la desgracia —o bendición— de haber nacido con el cabello color carmín, algo muy raro en el país, y es por ello que termina siendo acosada por el príncipe. Algo similar vive Finis por poseer una voz que le permite “materializar” o “afectar” al ambiente sin explicación científica. El camino que recorre Shirayuki al volverse herborista de la corte del país que gobierna Zen, un príncipe del cual se hace amiga, está repleto de obstáculos tan altos como los que enfrenta Rin al desear cantar en el reino. Ambas terminan siendo perseguidas por personajes antagónicos, pero salen adelante con la ayuda de los amigos que van haciendo.

En primera instancia, la animación de los personajes en Little Witch Academia es parecida a la de Lost Song¸ al igual que la fabulosa banda sonora de ambas series al implementar sinfonías en instrumentos suaves. Además, las relaciones que va desarrollando Akko con el resto de sus compañeros son de la misma calidad y grandeza que los lazos que tiene Rin con Mel y su hermano, quienes la acompañan a lo largo de su viaje.

Aunque es bastante obvio, las escenas mágicas de ambas series mantienen una calidad impecable, y el desarrollo de las tramas da muy pocos tropiezos. Pero probablemente el elemento más parecido entre ambas sea que las heroínas luchan al lado de sus seres queridos para llegar a cumplir sus metas todos juntos, sin dejar atrás a ninguno de los personajes.

¿El drama de las primeras escenas de Lost Song no fue suficiente? Akatsuki no Yona te dará una dosis de dramatismo similar a con la que LS te sumergió desde su primer capítulo. Yona, una princesa que había tenido todo lo que deseaba, termina prácticamente con nada después de una serie de eventos desafortunados. Es entonces que debe levantarse por sí misma y empezar a luchar desesperadamente por todo lo que quiere y por lo que quiso antes. Estos embrollos emocionales y luchas internas sin duda te recordarán a Finis y Rin, ¿no?.

Si lo que estás buscando son personajes que también te hagan sentir infinidad de emociones mientras conservan cierta pizca de protagonismo, esta serie sobrepasará tus expectativas. Aunque la trama es algo predecible y cliché, lo impresionante es la forma en que van madurando a grandes pasos los personajes, y no olvidemos que el inicio de ambos animes coincide mucho.

¡Prepárate para deslumbrarte por efectos brillantes cada que un personaje canta! Puede que la trama no tenga tantos puntos en común con Lost Song, pero si lo que captó tu atención fue este tipo de “magia” seguro te va a interesar. Magic-Kyun! Renaissance presenta la historia de un grupo de estudiantes de un instituto especializado en “bellas artes mágicas”, donde según la cantidad de brillos o figuras resplandecientes se califica la calidad del artista.

Tenemos una serie de Harem Inverso, basada en un videojuego otome y cuya protagonista, Kohana Aigasaki, establece una relación especial con Teika Ichijouji, un joven cantante sumamente talentoso. Cada vez que Ichijouji hace una presentación, sus brillos se hacen presentes como rosas rojas talladas en diamantes. Cabe mencionar que Kohana lucha continuamente con tal de realizar su sueño tanto como Rin o Finis, aunque con otros recursos.