Wolf Children nos narra la historia de Hana. Ella es una estudiante universitaria y trabajadora de medio tiempo en una lavandería. Ella se enamora de un hombre misterioso que asiste a una de sus clases. En una noche de luna llena, aquel joven de ojos azules le revela su más grande secreto: él es un hombre lobo. A pesar de esto, el amor de Hana siguió siendo fuerte, y los dos deciden formar una familia. Hana da a luz a dos niños: Yuki, la mayor, nacida un día nevado de invierno y Ame, el varón nacido durante un día de lluvia. Ambos poseen la habilidad de convertirse en lobos, un rasgo heredado de su padre. Sin embargo, la muerte repentina de su esposo devasta la vida de Hana, dejándola para criar una familia peculiar completamente por su cuenta. El estrés de criar a sus hijos salvajes en una ciudad densamente poblada, todo manteniendo su identidad en secreto, culmina con la decisión de trasladarse al campo, donde espera que Ame y Yuki puedan vivir una vida libre de los juicios de la sociedad.

Wolf Children es una de las historias más similares a Udon no Kuni no Kiniro Kemari, debido a que Hana y Souta dejan la ciudad para criar a niños peculiares que muchas veces andan en cuatro patas. También debemos mencionar, que tanto para Hana y Sota no será fácil cuidar y educar de sus niños debido a los secretos que deben de guardar para evitar ser descubiertos por el resto de los vecinos y amigos. Además, Poko, Yuki y Ame, comparten el rasgo especial de poseer la habilidad de transformarse de criaturas caninas a seres humanos cuando lo deseen.

Barakamon es una palabra japonesa que se traduce como persona tranquila, sin embargo, Seishuu Handa está muy lejos de ser alguien tranquilo. Handa es un joven calígrafo, calificado como uno de los más talentosos en dicha disciplina. Un día, una de sus obras premiadas es calificada como un trabajo poco original, esto hace que nuestro protagonista pierda la compostura y golpee al director de la galería donde su trabajo era exhibido; como resultado es exiliado de Tokio a la Isla Goto por instrucción y castigo de su padre. Handa ahora tendrá que vivir sin las comodidades de la ciudad, lo cual, según su padre, le ayudará a reflexionar y pulir sus habilidades para desarrollar un estilo propio de caligrafía. Esto no será tan fácil como él piensa, pues su casa es la “base secreta” de los niños del pueblo. Aquí conocerá a la hiperactiva Naru; a pesar de la poca paciencia que él tiene con los niños, ella estará muy unida a Handa. Nuestro arrogante calígrafo aprenderá muchas más cosas de las que imagina gracias a la inquieta Naru y la gente del pueblo.

Barakamon y Udon no Kuni no Kiniro Kemari, son series que muestran cómo los niños pueden influir de manera positiva y drástica en la vida de los adultos, ya que Naru y Poko juegan un papel muy importante dentro de las decisiones de Handa y Souta respectivamente. Los adultos de ambas series visitan zonas rurales, Souta por el fallecimiento de su padre y Handa como castigo para que el reflexione sobre sus errores como ser humano y artista. Naru y Poko les recordarán a Souta y Handa que la vida no es tan complicada, siempre y cuando uno se dé a la tarea de mirar el mundo de una forma tan simple como lo hacen los niños.

Amaama to Inazuma nos presenta la historia de Kouhei Inuzuka, un profesor de preparatoria que es un padre viudo. Kouhei no es buenos en las labores domésticas, especialmente en la cocina, por lo cual hace que su hija Tsumugi y él, coman comida envasada a diario. Una noche, Kouhei se da cuenta que Tsumugi tiene la necesidad de comer comida casera, así que termina llevando a su pequeña hija al restaurante dirigido por la madre de Kotori, una estudiante de la escuela donde trabaja nuestro joven padre. Sin embargo, la madre de Kotori nunca está en el restaurante, pero la joven de cabello largo, dará su mejor esfuerzo para enseñarle al profesor a cómo cocinar, mientras ambos aprenden poco a poco a preparar platos caseros.

Poko y Tsumugi poseen la similitud de tener un sentimiento de soledad, el primero debido a que es un tanuki solitario desde hace mucho tiempo y Tsumugi, se esfuerza en no demostrar la tristeza que siente por la muerte de su madre. Inuzuka y Souta, comparten la similitud de que iniciaran a cocinar por el bien de los niños a su cargo. Además, ambos adultos han sufrido la pérdida reciente de un ser amado. Amaama to Inazuma y Udon no Kuni no Kiniro Kemari son historias centradas en las enseñanzas del día a día de Tsumugi y su padre y de Poko y Souta respectivamente. También tenemos que destacar que los niños son muy similares en su aspecto y edad.

Kohina Ichimatsu, se refiere a sí misma como una muñeca, la cual no tiene la necesidad de tener amigos o sentimientos. Ella es una chica solitaria que por aburrimiento decide invocar a Kokkuri-san, un espíritu zorro que te maldecirá si lo invocas sola. Después la invocación, Kokkuri-san intenta convencer a Kohina de que él es realmente un espíritu, sin embargo, lo único que él consigue es mostrar su ansiedad por tener compañía, pues la gente dejó de creer en él. En la corta convivencia de Kokkuri-san con la niña-muñeca, Kokkuri-san se da cuenta de que la niña solo come fideos instantáneos, por lo que él decide cuidar de Kohina, haciéndose cargo de las labores domésticas y de la sana alimentación de la niña.

Gugure! Kokkuri-san y Udon no Kuni no Kiniro Kemari, son similares en el contexto que Kokkuri-san y Souta, por la preocupación que sienten por Kohina y Poko respectivamente, abandonaran su vida actual para convertirse en los guardianes de los niños de ambas series. Además, Poko comparte con Shigaraki, un sacerdote errante adicto al alcohol, el hecho de que ambos son tanukis. Kokkuri-san, Inugami, Shigaraki y Poko son espíritus de animales de la mitología japonesa que pueden tomar forma humana y terminan viviendo a lado de humanos.

Shinkurou Kurenai, es un estudiante de preparatoria el cual perdió a sus padres en un ataque terrorista cuando él era un niño. Actualmente, Shinkurou trabaja para Benika como mediador, su jefa es la medidora que lo rescato cuando él y los niños del orfanato en el que vivió fueron secuestrados. Un día, Benika le asigna la misión de cuidar a una niña egocéntrica de 7 años. Ella se llama Murasaki Kuhouin, y es hija a de la gran familia Kuhouin. Shinkuro y Murasaki tendrán diferencias de pensamiento a lo largo de la historia, pero irán desarrollando un fuerte vínculo de amistad.

Murasaki y Poko comparten el estar rodeados por una gran soledad, debido a que Poko es un tanuki solitario y Murasaki es una niña que vive encerrada dentro de los muros del santuario principal de la familia Kuhouin. Shinkuro y Souta son los personajes que se preocupan por cuidar y enseñar a Poko y Murasaki algunas cosas que son necesarias para sobrevivir en la sociedad.

Aishiteruze Baby, nos cuenta como Katakura Kippei cambia su estilo de vida gracias a que conoce a su prima Yuzuyu. Él es un estudiante de preparatoria, muy popular entre las chicas y siempre trata de conquistar a cualquier chica que le guste. Kippei es malo en la escuela, es decir, un dolor de cabeza para su familia y profesores, pues este chico parece no conocer lo que significa la palabra responsabilidad. Un día, su hermana mayor le exige regresar a casa después de la escuela; al llegar a casa, se encuentra con una niña de 5 años, esta pequeña resulta ser la hija de su tía Miyako, la cual desapareció sin dejar rastro. La familia por decisión unánime, le comunican a nuestro playboy escolar que, a partir de ese momento, él se hará cargo de la pequeña Yuzuyu.

Aishiteruze Baby nos muestra como Kippei cambia gradualmente su forma de ser, gracias a la presencia de Yuzuyu, esto mismo sucede con los protagonistas de Udon no Kuni no Kiniro Kemari, pues Souta comienza a pensar en cambiar su estilo de vida debido a la presencia de Poko. Ambos niños, Poko y Yuzuyu, guardan un profundo sentimiento de tristeza y soledad, debido a que en el caso de Yuzuyu, su madre desaparece y Poko, es un tanuki que ha tenido una vida solitaria durante mucho tiempo.