Todo comienza cuando Haru Fujimura conoce a la presidenta de la clase A, Eriko Usami. Haru siempre fue visto como un lobo solitario, un delincuente juvenil temido por todos, pero esto solo despertó progresivamente el interés de varias jovencitas de su escuela. Desde que Eriko puso sus ojos en él la soledad dejó de ser su compañera y el bajo perfil que procuraba mantener se fue a la porra, quedando expuesto a incómodas y divertidas situaciones a diario. Por si fuera poco, Sizuru Urabe, presidenta del Consejo Estudiantil, también se obsesiona con él y se empecina en buscarle una novia a como dé lugar, por lo cual el pobre Haru terminará en jaque en su propia escuela.

Las similitudes entre ambos mangas radican en el estilo de comedia, ambientadas en el acontecer de una preparatoria y en algunos rasgos de la personalidad de las parejas protagónicas. Aunque Eriko no está siquiera cerca del nivel de estupidez de Yoshiko Hanabatake también tiene sus momentos, ya que cada vez que piensa o ve a Haru su hemorragia nasal es incontrolable; además, Eriko también está obsesionada con un comestible, en su caso la salsa de soya. Con respecto a los chicos, Haru y Akuru Akutsu padecen el mismo problema: soportar los arrebatos amorosos de sus compañeras de escuela —algo que detona con facilidad el mal carácter de ambos— más allá de un lado tierno y romántico que procuran mantener sellado en su interior para no mostrar debilidad.

Todos hemos soñado alguna vez con tener el poder de leer la mente a los demás, pero Mousou Telepathy nos hace ver que esta habilidad puede no ser tan genial. Ayako Nakano es la protagonista, una chica solitaria estudiante de tercer año de preparatoria con poderes telepáticos, y como puede leer las mentes de todos sus compañeros vive aislada del grupo, por temor a que sus poderes sean descubiertos. De todas las cosas incómodas que Ayako descubre gracias a su telepatía hay algo en particular que le atormenta a diario, y este tormento se encuentra en su mismo salón de clases: Hayato Toda, el capitán del equipo de fútbol, la desea con locura y no para de imaginarse episodios morbosos con ella.

Aunque acá no tenemos casos de estupidez tan notorios como en Aho Girl, sí podemos disfrutar de un extraño y enfermizo romance que más bien termina siendo un triángulo amoroso, ya que Manami Azumi, la amiga de la infancia de Hayato, siempre le ha amado y es muy posesiva y sobreprotectora con él. La morbosidad de Hayato bien puede darle el toque excéntrico a esta comedia escolar, de modo similar a los rasgos sadomasoquistas de Yoshiko Hanabatake.

Akiho Kousaka es una jovencita ejemplar: excelente estudiante, tranquila y amable; por estas facetas fue elegida como representante de su clase y rápidamente cautivó a su compañero Haruka Shinozaki, quien vio en ella a la novia perfecta. Como las cosas nunca son lo que parecen, Haruka se llevará una gran sorpresa al descubrir la personalidad lasciva de Akiho, extremadamente pervertida a pesar de aún ser virgen. Seguimos con las comedias amorosas juveniles, ¡pero acá la cosa se pone muchos más picante!

En Aho Girl tenemos a una gran idiota como protagonista, mientras en Shobitch nos encontramos con una auténtica depravada, una jovencita sin escrúpulos a la hora de sorprender a su amado con sus fetiches sexuales. En un manga la idiotez es el punto de partida para las excéntricas e hilarantes aventuras de la pareja protagónica, mientras en el otro la morbosidad es el eje de la trama.

La Academia Ousai solía ser una escuela exclusiva para niñas, pero al cambiar esta regla, Takatoshi Tsuda decidió aprovechar para inscribirse allí por la cercanía de la escuela a su casa. Sin embargo, desde el primer día en Ousai las cosas se pusieron muy candentes para Takatoshi, que se vio inmerso en un mar de jovencitas ávidas de compartir con chicos. La primera en acosarlo fue Shino Amakusa, presidenta del Consejo Estudiantil, quien no perdió la oportunidad de atarlo a su lado al nombrarlo vicepresidente. En el Consejo, Takatoshi deberá lidiar con la voraz perversión de Shino, así como con las ocurrencias de Aria
Shichijou (la secretaria) y Suzu Hagimura (la tesorera).
La personalidad conservadora de Takatoshi nos recuerda a Akuru Akutsu.

Ambos jovencitos son muy serios y disciplinados con sus asuntos, por lo cual se sienten extremadamente incómodos con las ocurrencias de sus compañeras sentimentales. Aunque la trama de Seitokai Yakuindomo esté exenta de idiotez, los episodios incómodos están a la orden del día gracias a la morbosidad de las intrépidas consejeras estudiantiles, y al igual que en Aho Girl las bromas pesadas están aseguradas en cada capítulo de este divertido manga.

Amaguri Senko es una chica que no teme expresar abiertamente su depravación. Adicta al porno y a la masturbación, ella pronto encontrará al chico ideal para lidiar con su extraño sentido del romance. Takamura, un chico a quien conoció en un extraño incidente en un baño, termina trabajando para su padre y con el paso del se convertirá en su esclavo sexual.

De forma similar a Aho Girl, aquí tenemos una pareja en donde las ocurrencias de la chica terminan envolviendo al protagonista en una serie de situaciones incómodas que, de otra forma, nunca viviría. A pesar de que Takamura no es tan serio como Akuru y algunas veces disfruta el acoso de Amaguri, él realmente desea que su vida vuelva a ser normal y desprenderse de su maniática pareja. Con Henjo: Hen na Joshikousei Amaguri Chiko podemos decir que la perversión hace los deberes de la idiotez en Aho Girl para impulsar una refrescante comedia romántica.

El nombre del manga lo dice todo: nos encontramos a Tamito Ichimura, un chico a quien lo persigue la mala suerte y que desde su nacimiento ha sido víctima del crimen, pues pareciera tener un imán para los delincuentes. Buscando paz se traslada a otra ciudad, pero en su nueva escuela caerá justo en una clase llena de prospectos criminales.

Tamito es muy torpe para relacionarse con los demás, pero ahora tendrá la oportunidad de hacer amigos y conocer el amor, aunque para su desgracia sus nuevos compañeros sean futuras mentes criminales. El parecido entre Criminale! y Aho Girl radica en que sus protagonistas desean fervientemente cambiar sus vidas para hacer su existencia más sencilla: Akuru Akutsu lejos de las locuras de Yoshiko, mientras Tamito sueña con mantenerse al margen de la criminalidad.