Empezamos con Togepi, uno de los pokémones más emblemáticos de la saga. Este pokémon adelantado de la segunda generación fue el compañero de Misty en el anime y es uno de los pokémones bebés. De tipo Normal, Togepi tiene un diseño que se asemeja al de un huevo; de hecho, hasta que evoluciona, no sale completamente de su cascarón.

Togepi es un Pokémon ideal para llevar en nuestro equipo estas navidades: cariñoso, alegre e increíblemente mono, pero además, conoce el movimiento Metrónomo, con el cual puede realizar al azar cualquier otro movimiento que existe. ¡Es como la ilusión y el misterio al esperar nuestro regalo! Togepi es perfecto pues también se dice que trae felicidad y alegría plena a los hogares en los que habita, y aunque las navidades en familia junto a la chimenea ya son alegres, ¿quién no iba a querer un chute extra por parte de este simpático pokémon?

Depende de dónde vivas, tus navidades pueden ser más o menos frías, pero para aquellos que quieran tener un equipo de pokémones navideños, el tipo Hielo reinará en él, y ellos estarán agusto y en su entorno favorito combatiendo… pero a nosotros como entrenadores igual no nos hace tan bien y podemos coger un buen catarro. Para eso tenemos a Flareon, una de las muchas y queridas Eeveelutions, esta vez de tipo Fuego y originaria de la primera generación.

Flareon es la evolución de Eevee más ardiente, fiel y leal. Con su carácter tranquilo es fácil de domesticar —incluso más que el resto de evoluciones— y el compañero perfecto para las frías tardes de invierno. Como ya sabemos, el calor de muchos pokémones de Fuego nace de una llama en su estómago cuyo estado depende de la alimentación y el trato que le den los entrenadores, ¡así que cuidadlo bien y os recompensará con cálidos arrumacos!

El tercer pokémon para nuestro equipo de navidad es Staryu, un tipo Agua introducido en la primera generación y también compañero de Misty. Este pokémon tiene una morfología un tanto abstracta: de un color amarronado y con una estructura áurea como base de su cuerpo, Staryu posee una rápida habilidad regenerativa y un órgano externo semejante a una joya que emite luz si se encuentra débil.

En Navidad, en todas las casas se coloca un abeto que se decora con bolas y guirnaldas. De él también colgamos figuritas, pero la parte más importante de la decoración es la estrella de la cima, ¡y qué mejor pokémon que este para simbolizar esa estrella! Además, como curiosidad, los marineros enseñaban a Staryu código morse para poder comunicarse con ellos en las tormentas, así que con un poco de esfuerzo, si algún día os perdéis en mitad de una, vuestro Staryu puede serviros de mucha ayuda.

Este pokémon de la quinta generación es la forma evolucionada de Deerling. De tipos Normal y Planta y con forma se asemeja a la de un ciervo, los Sawsbuck tienen un pelaje y una cornamenta que se ve influenciada por el entorno en el que viven, el clima y la estación del año, de modo que se transforman llegando a cambiar de forma significativa su aspecto.

En invierno, el pelaje del cuello y las patas de Sawsbuck se vuelve blanco y más espeso para protegerlos del frío; además, su cornamenta se recubre de algo parecido a la nieve, por lo que tiene un aspecto nevado. Así es como Sawsbuck se convierte en un pokémon que hace referencia a los renos, otro de los grandes iconos de la navidad. Este pokémon es muy inteligente y aunque suele relacionarse poco con los humanos, con un poco de confianza seguro que se convierte en el compañero perfecto.

Como ya hemos visto en Sawsbuck, no es algo extraño que un pokémon cambie su aspecto y su morfología según la zona en la que viva. Ya podemos observar cómo los Wormadam, Sawsbuck, Shellos o los Basculin pueden ser diferentes unos de otros, y en Alola muchos pokémones de la primera generación han sufrido un gran cambio por la necesidad de adaptación al nuevo ecosistema. Así, un pokémon como Ninetales, que en Kanto es tipo Fuego, ha visto modificado su cuerpo y ahora es de tipo Hielo y Hada.

El Ninetales de Alola puede crear cristales de hielo con su pelaje con los que protegerse de ataques enemigos que, además, también puede disparar para romper la más dura de las rocas. ¡Un pokémon perfecto para combatir y crear bonitas nevadas cualquier mañana de navidad! Además, en la mitología está considerado como un emisario divino, un pokémon generoso y amable que ayuda a aquellos que lo necesitan, representando así el propio espíritu de la navidad.

Y completando el sexto cupo del equipo tenemos al que probablemente sea el pokémon más navideño y festivo de todos los que conocemos, ¡y es que no hay ninguna criatura a la que se le de mejor el concepto de la Navidad que a un Delibird! Este pokémon de la segunda generación, cuya apariencia se asemeja a la de un pingüino crestado, vive en zonas frías y su larga cola con forma de bolsa le sirve para guardar todo tipo de alimentos, agua y algún que otro “regalo” para usar en mitad de los combates. Gracias a su movimiento Presente, Delibird puede hacer regalos a sus oponentes que en la mayoría de los casos suelen ser potentes explosivos, pero que en raras ocasiones pueden sanar.

Como claramente podemos ver, este pokémon comparte aspecto con el personaje más famoso de la Navidad, Santa Claus, ese que viaja por el mundo enfundado en su traje rojo y blanco —al igual que Delibird— todos los años, repartiendo regalos a quienes han sido buenos. Estos pokémones son inteligentes y muy protectores, y no hay mejor cosa en Navidad que ver bajo el árbol muchos regalos traídos por Delibird. Eso sí, ¡cuidado que no exploten!