¿Buscaban un anime que les inunde el alma con poemas? Bueno, Chouyaku Hyakuninisshu: Uta Koi está hecho principalmente a partir de la poesía clásica japonesa. Es una antología poética proveniente del período Heian, con una selección que contiene más de cien poetas distintos de esa época. Cada episodio es relatado por Fujiwara no Teika, un poeta aristócrata procedente de una de las obras más importantes de la literatura japonesas llamada Hyakuninisshu; haciendo foco en cada poema, además nos acerca al autor con pequeñas biografías, siempre de una manera didáctica y con un tono humorístico.

Todos los personajes que aparecen en este anime son basados en personas reales, tales como princesas, damas de compañía o emperatrices, que estaban encerradas en sus palacios desperdiciando la gran sensibilidad e inteligencia que tenían porque no les daban otra alternativa. Dos ejemplos claves son Sei Shoganon, la autora de “El libro de la almohada”, y Murasaki Shikibu, que escribió “La historia de Genji”; ambas obras son imprescindibles para cualquier amante de las letras niponas.

Los escenarios principales de este anime son el palacio real o los hogares aristocráticos, y en cada poema encontramos el sentimiento de aquellas personas que vivían oprimidas bajo reglas muy estrictas que les marcaban de qué manera vivir y hasta con quién tenían que casarse. Muy duro, pero realmente vale la pena sumergirse en este mundo tan distinto al nuestro, rodeado con tanta bella poesía.

Este anime se desarrolla principalmente en un dormitorio de la Preparatoria de Suimei, de esos en los que suelen habitar personas bastante excéntricas. Sorata Kanda es un estudiante de segundo año al que le descubrieron su gato y no le ha quedado otra opción que mudarse al dormitorio Sakurasou, ya que este es el único lugar de la institución donde le permiten mantenerlo. Pero cuando conoce a sus problemáticos compañeros quiere salir corriendo; hasta que un día llega una artista brillante: Mashiro Shiina. Esta joven talentosa lo único que ha hecho en su existencia es pintar, y por eso desconoce todo lo que atañe a la vida real. Sorata fue el elegido por unanimidad entre sus compañeros para cuidar de ella, y lo va a hacer demasiado bien.

Este es el inicio de una historia sobre genios inadaptados que luchan por tener éxito en el arte, que en definitiva es lo que aman. Van a tener fallos, pero no se dan por vencidos; van a vivenciar el dolor pero también las risas. Los personajes están tratados con mucha profundidad y de una manera muy poética. La animación preciosa que tiene también acompaña perfectamente este anime, que se sale del molde de lo que suelen ser por lo general las comedias Harem o Ecchi.

Yotaro pertenecía a la mafia Yakuza y estuvo una temporada en la cárcel. Durante la estadía en ese lugar, conoció a un maestro del rakugo (arte japonés del relato oral) que narró la historia Shinigami. A partir de ese día, Yotaro tuvo una revelación y decidió no involucrarse más en hechos delictivos para inclinarse por una actividad artística como el rakugo. Por esa razón, cuando sale de la cárcel busca al narrador que lo conquistó para ofrecerle ser su discípulo, y así comienza una hermosa historia de amistad contando historias, sabiendo que alivian el alma del que las escucha.

Este anime está ambientado en la época de la posguerra en Japón y trata principalmente sobre el arte del rakugo, pero también habla sobre los vínculos más importantes que existen, como lo son la familia y los amigos. Además, muestra que, aunque sean seres talentosos, tuvieron que hacer grandes sacrificios para poder explotar todo el potencial que tienen. Los personajes se sienten de carne y hueso y la poesía de la historia nos hace viajar a otras épocas. Y tampoco podemos olvidarnos de la animación genial que tiene.

Si alguna vez tuvieron un gato, les aseguro que este anime les va a acariciar el alma. En solo cuatro episodios se cuenta una historia preciosa de amor incondicional entre una chica, Miyu, y su gato, Daru. El punto de vista de la narración lo tiene la mascota y a partir de su voz nos vamos a adentrar en el mundo de su dueña. Miyu debe encontrar un nuevo trabajo de medio tiempo para afrontar los gastos del departamento, pero por más que se esfuerza no consigue nada. Daru se da cuenta de eso, tiene una empatía natural hacia ella y trata de ayudarla de todas las maneras posibles. Desde que era una niña y su mamá se lo trajo un día, Miyu y Daru crecieron juntos, y aunque al principio ella no lo aceptaba, con el tiempo empezó a quererlo sin límites.

A partir del cortometraje del gran Makoto Shinkai, se hicieron estos bellos OVAs llenos de poesía tanto en las palabras como en la animación; inundados con mucho amor pero del puro, de esos que no se contaminan por nada del mundo. Este anime habla sobre lo duro que puede ser la vida a veces y sobre la maduración, y además nos muestra que cuando un vínculo es real todo fluye.

Jun era una niña que no paraba de hablar y tenía una imaginación sin barreras, hasta que un día ve algo que no tenía que ver y mucho menos contar: encuentra a su padre con otra mujer que no es su madre y divulga el secreto. Ella lo hace creyendo que su papá era un príncipe, porque salía de su castillo favorito y notó que la princesa no era su madre. A partir de este suceso, su papá es echado por su mamá del hogar y culpan a la pequeña por lo ocurrido. Jun no quiere dañar más con su lenguaje inquieto, y un día se le aparece un príncipe huevo con poderes que le aconseja que “hunda sus palabras en el mar”; pero Jun no sabe cómo hacer eso, y el príncipe huevo decide sellar su boca para que nunca más pueda expresarse verbalmente.

Ocurrida esta experiencia traumática, Jun decide vivir entre las sombras y pasar desapercibida, pero un día tuvo la oportunidad de cantar en un musical y sorprendentemente ella podía cantar como una sirena expresando sus sentimientos más profundos a partir de una canción. Esta hermosa historia, relatada de una manera muy poética y que cuenta con una animación hermosa y música que seduce los oídos, nos habla de la importancia que tiene la expresión en el ser humano.

Kousei Arima es un joven pianista prodigioso que deja su instrumento vital a los catorce años cuando su madre muere. Tocarlo le recuerda a ella, porque fue su mamá quién con distintos tipos de abusos, tanto físicos como psíquicos, le inculcó este arte; tanto así que se vuelve incapaz de oír el sonido que emana su propio piano. Sus ojos están llenos de tristeza y melancolía, y la vida la percibe de manera monocromática como el pentagrama que leía diariamente, pero todo comienza a cambiar cuando conoce a la excéntrica violinista Kaori Miyazono. Ella revolucionó su mundo, y toda la quietud que le invadía en el pasado mutó hacia una inesperada efervescencia en su vida volviendo a la música y conociendo por primera vez el amor.

En este hermoso anime de aprendizaje se van a encontrar con la intensidad del dolor y heridas que no pueden sanar, pero con la voluntad de seguir adelante y la luminosidad y oscuridad que puede traer el amor. Toda esta historia contada con las frases más bellas, y no tengo dudas de que esta poesía les va a quedar resonando en el alma.

Ginko, el protagonista, casi una década después de la primera temporada (que lógicamente, también recomendamos) continúa viajando por Japón y conociendo a los Mushis, criaturas etéreas solo visibles para una minoría, que son tan poderosas que producen grandes cambios en la vida en la Tierra. Ginko es un Mushi-shi, es decir, un investigador de estos seres extraños que busca encontrar el porqué de su presencia y la razón por la que ellos son imprescindibles para que la vida siga existiendo. Y su misión principal es la de ayudar a las personas que tienen alguna experiencia paranormal con ellos.

Esta obra maestra es la prueba de que existió en algún momento un respeto y una armonía entre la naturaleza y el hombre, y lo hace exhibiendo obras de arte; porque esos paisajes impresionantes sí que lo son. La historia los va a envolver en una atmósfera rodeada de naturaleza viva, y al mismo tiempo, respirarán un aire melancólico. La quietud y la calma se hacen presentes mostrando lentamente la belleza y el equilibrio que hay en el mundo, y nos evoca por momentos toda la filosofía Zen.

Rei Kiriyama es un joven adolescente de 17 años cuya vida que pareciera ser como un cero enorme: no tiene amigos, ni familia, ni casa. No es casual entonces que el significado de su nombre sea precisamente “cero”. Desde pequeño juega al shogui, un juego conocido como “el ajedrez japonés”, y ha ganado importantes campeonatos hasta convertirse en un jugador profesional. Con el dinero que gana con este deporte se independiza y se muda con tres hermanas adorables (Akari, Hinata y Momo), dos gatos y hasta con un búho. Rei parece estar sumergido en un mar de tristeza del que no puede salir; su soledad lo avasalla y le cuesta mucho crear vínculos nuevos. Además de tener una vida afectiva complicada, también sufre mucho las presiones que ejercen los demás sobre él en cuanto a lo profesional. Todos tienen demasiadas expectativas y creen que puede convertirse en uno de los mejores de jugadores de shogui en su escuela secundaria, pero los vaivenes y fluctuaciones de las partidas se convierten en moneda corriente y un estancamiento se avecina.

En este nuevo anime encontraremos una serie hermosa en la que la poesía brilla con luz propia. La animación es preciosa, y las imágenes son muy metafóricas, por ejemplo cuando se muestra la belleza de lo pequeño en el vuelo de las mariposas y los pájaros, o también la tristeza de la ciudad con las caras de monotonía de las personas que se toman el subterráneo, en la inmensa oscuridad de los túneles que los rodean.

Takao Akisuki, un aspirante a zapatero de 15 años, decide quedarse bajo la lluvia dibujando nuevos diseños en un bello jardín. En ese momento conoce a la persona que cambiará su vida, Yukari Yukino, una mujer de 27 años de edad. Takao dio inicio a una relación ofreciéndose para hacerle los zapatos a esta bella mujer y de a poco el vínculo va creciendo cada vez más, notando que no están tan solos y que la sensación de sentirse perdidos en un mundo que no comprenden es compartida. Este anime es una historia de amor no correspondido, en el que la diferencia de edad es un obstáculo difícil de esquivar.

La lluvia es casi la tercera protagonista del film, ya que su presencia es permanente. Por lo general, se asocia a este clima con lo melancólico, pero aquí la lluvia es símbolo de la paz y la felicidad. Makoto Shinkai, como ya nos tiene acostumbrados, logra la fusión perfecta entre una narrativa puramente emocional y la animación, que es realmente un espectáculo visual para nuestros ojos.

Llegamos al puesto número uno con uno de los grandes directores del Estudio Ghibli: Isao Takahata (conocido por haber creado la aclamada película La tumba de las luciérnagas). Esta hermosa historia está basada en una leyenda japonesa en la cual Okina, cortando un árbol de bambú, ve que sale una luz incandescente, y al asomarse con curiosidad descubre que hay una bebé. La toma y la lleva a su casa creyendo que esa niña es un regalo de los dioses, y la llama Kaguya (que significa “hermoso bambú delicado en el campo otoñal”) para cuidarla como si fuese propia. Tiempo más tarde, Okina encuentra en el bosque, dentro de unos brotes de bambú, una gran fortuna de oro y tesoros. Este acontecimiento no lo concibió como un acto fortuito, sino como una señal de que la niña tiene que convertirse en una princesa real, porque además era considerada una de las mujeres más bellas del reino. Pero ella no es feliz, y de una manera melancólica siempre se queda mirando a la luna, lugar de donde proviene, y anhela mucho poder volver a su tierra.

Este anime es poesía pura, desde que comienza hasta el final, y principalmente esta película habla sobre el recuerdo y la manera de eternizar a una persona que ya no está con metáforas preciosas.