La trama de la serie se desarrolla en Kunugigaoka, un instituto de élite que obliga a sus estudiantes a obtener las más altas calificaciones, con un sistema en el cual los estudiantes que no cumplen los estándares son enviados a la clase 3-E (o End Class) y son ridiculizados, discriminados y victimizados por el resto de la escuela.

Los miembros de esta clase afrontan su día a día con resignación, hasta que el nuevo profesor de la clase, al que llaman Koro-sensei, les cuenta que él es el responsable de la repentina destrucción del 70% de la Luna, que va a destruir el mundo después de un año y que, además, tiene permiso del gobierno para ser el profesor de la Clase 3-E hasta que eso ocurra. El gobierno ve en esa petición la oportunidad de asesinar a esa criatura, y asignan a varios de sus activos para instruir a los estudiantes en el arte del asesinato y de esta forma salvar al planeta de su fatídico destino.

El chantaje se desarrolla de forma más clara con las apariciones de Takaoka-sensei, un personaje que prioriza la disciplina y su propio orgullo por sobre todas las cosas, llegando a ser capaz de tomar rehenes o represalias con tal de tomar venganza. “Cuanto más alto se sube, más grande es la caída”; ese es el refrán que prevé los sucesos que llevaran a Takaoka a la locura y a tomar de garantía las vidas de otros para chantajear al objetivo de su ira.

Kuro es un joven de apariencia tierna y andrógina que, debido a las deudas de su prófugo padre, se ve en aprietos. Sin lugar a donde volver y pensando no tener nada que perder o temer, Kuro opta por iniciar una nueva vida trabajando en una enorme mansión. Tarda más en percatarse de que ha cometido un error que en ser atado y puesto a disposición de su ahora Maestro Missu, el amo de la mansión.

Por las mañanas trabaja como sirviente personal de Missu, sirviendo su té o colocando la ración de queso que se le especifique en un plato, siempre vestido con ropa erótica de maid. Por las noches, es sometido a los caprichos sexuales de su maestro, quien posee un amplio repertorio de fetiches sadomasoquistas y una increíble capacidad para atormentar al pobre Kuro, que no tiene forma de negarse ya que es su responsabilidad pagar por los platos rotos del padre que lo usó de garantía.

La historia se centra en Yukino Miyazawa, una estudiante de 15 años que se destaca para bien en cualquier ámbito de su vida; es la mejor estudiante, la más guapa, amable y educada. Ella sería lo que muchos llaman “una chica perfecta, de inteligencia y belleza innata”, pero lamentablemente, todo eso es un teatro montado con mucho esfuerzo por ella misma.

Su vida parece ir viento en popa hasta el día en que Soichiro Arima, un estudiante modelo de su escuela, la ve en las peores fachas, esas que podría usar solamente en la comodidad de su hogar. Desde ese momento, Yukino es chantajeada por Soichiro con hacer público todo el trabajo que le lleva verse como la estudiante perfecta si no cumple sus órdenes al pie de la letra. Una situación que desarrolla un sinfín de desgracias y experiencias maravillosas entre este par de compañeros, que no pueden evitar molestarse entre sí.

Ririchiyo Shirakiin es una joven de familia adinerada y prestigiosa, que decide mudarse por su cuenta a la Mansión Ayakashi, donde se hospedan inquilinos de alta clase y cuentan con la mejor seguridad que se puede pedir. Cada residente cuenta con un agente del Servicio Secreto para su protección, pero aún cuando Ririchiyo rechazó tener un guardaespaldas, aparece ante ella un ikemen proclamando ser quien la protegerá y ofreciendo su vida para tal fin.

El chantaje está presente en cada una de las interacciones entre Ririchiyo y su guardaespaldas, el espíritu zorro de nombre Miketsukami, siendo él quien termina manipulándola para obtener todo el cariño de la joven. Miketsukami se aprovecha de que Ririchiyo es una tsunshun, agresiva a primera vista pero que termina gimoteando tristemente a escondidas por no ser capaz de ser amable.

Solo hay espacio para un pensamiento en la mente del estudiante Eita Kidou: conseguir una recomendación universitaria para entrar al programa de medicina y concluir sus estudios excelentemente. Además, se niega rotundamente a mantener relaciones amorosas desde que sus padres se divorciaron de mala manera. Sin embargo, tanto su ansiada meta como su repudio al enamoramiento se ven afectados por la aparición de Masuzu Natsukawa, una estudiante transferida desde Estados Unidos.

Al ser una completa bishoujo, Masuzu termina llamando la atención de todos los chicos de la clase… exceptuando a Eita. Pero resulta que ella también está en contra de enamorarse y vivir una absurda historia de amor colegial. Los problemas llegan cuando Masuzu se percata del desinterés de Eita hacia ella y, chantajeándolo con su peculiar diario íntimo, termina por obligarlo a hacerse pasar como su novio, con el objetivo de desesperanzar al resto de los chicos.

Según su mejor amigo gay, Morinaga Tetsuhiro es un mártir cerca de volverse ángel por los sacrificios y el sufrimiento que le ocasiona su senpai de laboratorio, Souichi Tatsumi. Morinaga ha estado perdidamente enamorado de Souichi desde hace más de 3 años, aún cuando sabe que el carácter de su superior es de lo peor; es exigente tirando a tiránico, maleducado, violento y lo peor… es homofóbico hasta los dientes.

En un momento de debilidad y estando ebrio, Morinaga le confiesa lo que siente a Tatsumi, y aunque es rechazado no es completamente apartado por su compañero, quien sigue yendo a su casa a tomar de vez en cuando, una oportunidad que Morinaga llegará a aprovechar.

Souichi, en su afán de permanecer fiel a sus ideales homofóbicos a pesar de las situaciones que termina aceptando de mala manera, acusa a Morinaga de chantajearlo con ciertas actitudes y “amenazas”, excusándose de esa forma a sí mismo. Y la verdad es que no se equivoca del todo con sus acusaciones...

Erika Shinohara es una joven estudiante de 16 años que gusta de presumir sobre sus hazañas amorosas y románticas, sobre todo a sus “amigas”, un par de chicas que sí son experimentadas en ello, todo con tal de encajar. Uno de esos días, las chicas empiezan a dudar de la veracidad de lo que les cuenta, y la enfrentan diciéndole que debe mostrarles pruebas de su supuesta relación. Erika no puede pensar en otra cosa más que mostrarles la fotografía de un chico guapo que vio por casualidad en la calle… sin saber que sería uno de sus compañeros, Kyouya Sata.

Como resultado, Erika termina pidiéndole a Kyouya que le cubra diciendo que efectivamente son pareja, sin embargo ella no contaba con que el supuesto “príncipe” es en realidad un sádico que aprovechará a chantajearla y para que ella lo sirva como un perro; aunque por conveniencia propia, no negará la supuesta relación. Toda la serie gira en torno al chantaje del “príncipe sádico” para con su “nueva mascota”, una relación que tendrá muchos sabores dependiendo del espectador.

¿Qué mejor forma de empezar una serie de OVAs que con la subasta del protagonista? Tanto la virginidad de Ayase Yukiya como todo su cuerpo y persona terminan siendo subastados para pagar las crecientes deudas de su primo. Estado drogado y con el cuerpo de un jovencito en desarrollo, Ayase no puede librarse de la penosa situación y solo le queda esperar un milagro. Kanou Somuku entra en escena con una apuesta mayor que la de los otros partícipes de la subasta y, de paso, deja caer la exorbitante cantidad de 120 millones en efectivo al suelo.

Todo parece haber acabado bien, pero las cosas cambian cuando Ayase dice no recordar a Kanou, quien lleva 3 años enamorado de él desde que el menor le cuido al encontrarlo malherido en un callejón. Herido y resentido, Kanou chantajea económicamente a Ayase, obligándole a mantener relaciones sexuales para devolver los 120 millones que gastó en comprarlo, pagándole 500 mil yenes por cada vez que lo hagan.

Hablando de chantajes enfermizos, en Aku no Hana se ejemplifica perfectamente la naturaleza retorcida que puede albergar un ser humano. Takao Kasuga aprende por las malas que estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado, puede costarte la vida... o en el mejor de los casos, la integridad emocional.

Takao se define como una persona incomprendida, introvertida y de gustos peculiares en lo referente a la lectura, aislándose inconscientemente del resto de sus compañeros. Pero como casi cualquier estudiante, está enamorado de alguien intocable para sus posibilidades; tras un malentendido, Takao no solo termina lejos de su amada, sino en un problema bastante mayor.

Prontamente se ve apartado de esas ilusiones por su aún más extraña compañera de clases, Sawa Nakamura, una persona que lo chantajeará de formas tan perversas y extrañas que llegas a preguntarte si un ser humano puede ser capaz de hacer algo así en la realidad.

Encabezando este recuento de animes encontramos una serie saturada de elementos negativos pero que resultan entretenidos en un anime: apuestas, sometimiento, lujuria, chantaje, desesperación y trampas, por ejemplo. Es que la academia privada Yakkaou promete calidad y prestigio a primera vista, pero detrás de cámaras existe una política sencilla, donde las apuestas son las que moldean el poder y la popularidad que puede llegar a tener un estudiante.

En la cima están los miembros del consejo estudiantil, los mejores apostadores en distintos juegos; por otro lado, en la base de la pirámide de poder se encuentran los débiles y malos jugadores, quienes son tratados como animales o basura. Ryouta Suzui pierde todo tras una apuesta y termina siendo el esclavo del vencedor. A pesar de ello, la vida de Suzui cambia drásticamente ante la transferencia de una chica con apetito sexual por las apuestas: Yumeko Jabami.

Entre toda la polémica que nos puede ofrecer Kakegurui, el chantaje predomina en la mayoría de las apuestas que llevará a cabo Yumeko con varios de los miembros del consejo estudiantil. Sobre todo en la apuesta con la aspirante a idol, Yumemi Yumemite. ¿Buscabas chantajes? Este es un anime imposible de dejar de ver cuando le encuentras el sentido, si es que lo haces.