El género Drama habla sobre las emociones, y en ese aspecto, no hay mejor anime que Kiznaiver, una serie que justamente nos habla de las acciones y reacciones humanas. Katsuhira Agata es un chico apático, que perdió todo interés en las emociones y que, consecuentemente, parece muy distante a lo que es un ser humano en su esencia. Él y otros adolescentes forman parte de los Kiznaivers, personas secuestradas que servirán como conejillos de indias en un cruel experimento social.

La mejor forma de generar empatía es el dolor común, y el Sistema Kizuna toma eso de manera muy literal. Si un Kiznaiver sufre dolor, por el motivo que sea, los otros también lo sentirán y de la misma exacta manera, gracias a la conexión que ahora todos ellos tienen. Este anime con una premisa simple pero directa nos permite ser espectadores privilegiados en un experimento que no nos deja indiferentes, y que nos hace pensar sobre nuestra vida cotidiana, nuestros afectos y la forma en que nos mostramos —o no— ante los demás, no solo demostrando nuestro poco o mucho interés, sino generando distintos niveles de respuesta en quienes nos rodean.

Las tramas mafiosas otras vez dicen presente, y esta vez con 91 Days, un anime que rescata la vida de Angelo Lagusa y su venganza ante quienes asesinaron a su familia. Años atrás, cuando Angelo era apenas un niño, 4 personas se infiltraron a su casa y mataron sin piedad a sus padres y su hermano menor; ahora, y bajo la nueva identidad de Avilio Bruno, la venganza parece estar mucho más cerca de lo pensado, aunque esto no necesariamente significa que sea fácil…

La relación entre Angelo, su amigo de la infancia, Corteo, y Nero Vanetti —uno de los asesinos de aquella vez— está llena de aristas complejas, que van de la amistad al odio, y de la confianza a la traición. Si el Drama no estuviera asegurado con esta premisa, tenemos además las guerras entre familias mafiosas, y las propias traiciones que existen dentro de la familia Vanetti. Lamentablemente, este anime nos dejó con ganas de mucho más, aunque el análisis de su trama es mucho más profundo que los 12 episodios que la componen.

La vida de Rei Kiriyama está marcada por la tragedia, pero también nos muestra que es posible sobreponerse ante cualquier adversidad, siempre que tengamos motivación, entereza y un gran espíritu de superación. Si bien podemos tomar este anime como un gran ejemplo deportivo y una clase maestra sobre Shogi, a simple vista se nota que esto va mucho más allá, con varias escenas que sacuden nuestras fibras emocionales y nos dan grandes lecciones de vida.

Akari es la mayor de 3 hermanas que terminan siendo la nueva familia de Rei, un chico que termina viviendo solo tras malas experiencias en su vida. Previamente, Rei vivió con una familia sustituta donde nunca se encontró cómodo, tras la dolorosa pérdida de su verdadera familia en un cruel accidente de tránsito. Así, Rei, Akari, Momo y Hinata descubren que el amor familiar es mucho más fuerte que los lazos sanguíneos, y aprenderán tanto los duros golpes como los grandes placeres que implica estar vivos.

En el caso anterior tuvimos un anime que debutó en 2016 y llegó hasta este año; ahora, hablemos de Mobile Suit Gundam: Iron-Blooded Orphans, que se estrenó en 2015 pero supo brillar, en su parte final, durante el primer trimestre de 2016. A nadie sorprende que una serie de Gundam se destaque, pero a priori, pocos esperaban el éxito que realmente alcanzó esta nueva saga, ubicada más de 300 años después de la famosa Guerra de la Calamidad.

Si hay un lugar donde hay drama de sobra es en la política, y más en un ambiente bélico como el presentado en este anime. Por eso, las sagas Gundam siempre brillan por su trama política y sus inesperados giros, donde como espectadores podemos tomar nuestra propia postura ante los hechos, más allá de héroes o villanos. Si además de una buena historia dramática buscas escenas de acción, los infaltables mechas y mucha filosofía política, no debes perderte Iron-Blooded Orphans.

2016 fue un año donde las películas de anime destacaron incluso en occidente, apareciendo entre las mejor recibidas incluso al nivel de las producciones de Hollywood. Una de las dos mejores de este año pasado, entonces, fue Kono Sekai no Katasumi ni, que cuenta la historia de Suzu Urano, una joven mujer que ve cómo su vida cambia en plena época de guerra, más específicamente durante la Segunda Guerra Mundial.

Al principio, la vida de esta chica parece la de cualquier otra mujer de la época, encontrando el amor y estableciéndose como una esposa ejemplar que además destaca por la preparación de sus comidas. Todo parecía normal, o al menos relativamente tranquilo, hasta que llega el bombardeo a la ciudad de Kure y, lógicamente, todo en la vida de Suzu parece desmoronarse. Bien sabido es que el anime y la Segunda Guerra Mundial nos han regalado grandes dramas emocionantes, y Kono Sekai no Katasumi ni es otro ejemplo que no podemos dejar pasar.

La aventura de Mikado Ryuugamine continuó también en 2016, y así volvimos a tener en pantalla la última entrega de la segunda parte de la serie Durarara!!, que a pesar del paso del tiempo continúa apareciendo entre las más vistas y mejor recibidas. El caos en Ikebukuro nos ha mantenido en vilo, y más con personajes tan llamativos y cautivantes como Celty, Masaomi, Izaya o Shizuo. ¿Pensabas que Durarara!!x2 Ketsu no iba a estar a la altura de todo lo visto hasta ahora? Si nunca viste esta saga, vale la pena verlo todo y llegar a este gran final.

Realmente es difícil marcar los puntos altos de esta temporada sin caer en spoilers o hablar de escenas puntuales, pero sobra decir que, para muchos, fue un gran final y con más respuestas de las que se podían esperar antes de su inicio. Las aventuras de los Dollars y los Yellow Scarves tomaron un giro inesperado, y eso repercute en la montaña rusa de emociones que nosotros, los espectadores, vivimos a través de cada episodio. Drama y Acción se combinaron de forma perfecta, e Ikebukuro, una vez más, fue el lugar elegido para la explosión.

A menudo la vida nos lleva a tomar decisiones, por más insignificantes que nos parezcan o incluso cuando ni siquiera nos damos cuenta de los cambios que estamos provocando. Lamentablemente, solemos darnos cuenta de las repercusiones cuando ya es demasiado tarde, y son más las veces que nos arrepentimos de una decisión que las que celebramos haber tomado la opción correcta. En eso se basa la fantástica historia de Naho Takamiya, una estudiante que inicia un nuevo año escolar con una guía tan curiosa como inesperada: una carta de sí misma, pero escrita 10 años en el futuro.

A los 26 años, la vida se ve muy diferente que cuando teníamos 16, por lo que Naho intenta corregir todo de lo que se arrepiente enviando instrucciones a su yo del pasado. Por otro lado, para la Naho del presente, las reflexiones e instrucciones no siempre son tan fáciles de asimilar. Este anime nos muestra cómo los consejos son tan impredecibles y difíciles de respetar incluso cuando vienen de nosotros mismos y cargados de experiencia; además, todo parece enfocarse en proteger a Kakeru Naruse, el chico que le gusta a Naho y que, por algún motivo que se revela más adelante en la historia, ha muerto en la otra línea de tiempo.

La segunda película en cuestión es una tierna historia de amor entre dos jóvenes, Shouko Nishimiya y Shouya Ishida, que desarrollan una relación que anteriormente parecía imposible. Es que, lejos de tratarse de la típica típica y tierna relación escolar, más bien tenemos una historia llena de arrepentimientos, culpas y redención, que además trata un tema tan actual y complejo como el bullying y las discapacidades.

Precisamente, Shouya era de esos chicos que no siempre miden sus palabras y acciones, y por tanto terminó burlándose de Shouko, una muchacha sorda que llegaba transferida a su instituto. Inesperadamente para él, y quizás haciendo gala del karma o la justicia trágica, Shouya pasó de victimario a víctima, recibiendo el maltrato y discriminación de sus compañeros ante tan baja actitud con la chica. Koe no Katachi es el viaje de Shouko y Shouya hacia la felicidad y la paz interior, donde el muchacho aprende de las malas experiencias y carga los sentimientos negativos de haberse equivocado, pero donde ambos descubren la bondad del otro y el renacer de un amor muy particular.

Los viajes en el tiempo, en la forma que se nos presenten, parecen haber sido una fórmula ganadora en el anime del año 2016. Otro caso de ello es Boku dake ga Inai Machi, la historia de un mangaka común y corriente que descubre poder volver al pasado ante un accidente. Con ese poder en sus manos, Satoru Fujinuma se convierte en una especie de justiciero temporal, aprovechando esas segundas oportunidades para rehacer la historia y salvar a varias personas de su —ahora evitable— muerte.

Sin embargo, la serie se enfoca principalmente en el destino de Kayo Hinazuki, una niña que murió cuando Satoru era niño, y a la que cree poder y deber salvar en su regreso al pasado. Aparentemente, la niña fue secuestrada y asesinada, por lo que la aventura de Satoru se torna en una batalla por adelantarse a los hechos y evitar que todo suceda… cosa que no será nada sencilla, ya que como todos hemos aprendido gracias a decenas de historias que hablan del tiempo, cambiar los acontecimientos suele conllevar un gran precio. Realmente, Boku dake ga Inai Machi fue uno de los animes que más golpeó los corazones en 2016, y descubrir cuál es ese precio y si Satoru estuvo dispuesto a pagarlo es algo que debes descubrir por tu propia cuenta, y de lo que probablemente no te vas a arrepentir.

¡Lo más dramático de 2016 fue una película! ¡Y qué película! Efectivamente, y como muchos ya se imaginarían al ir leyendo este recuento, el anime que más cariño se llevó el año pasado fue Kimi no Na wa, esa película de la que todo el mundo hablaba, incluso quienes no suelen ver anime frecuentemente y fueron atrapados por esta mágica historia. Se trata de otra historia de amor y desencuentro, esta vez protagonizada por Mitsuha Miyamizu y Taki Tachibana.

Este anime está marcado por el dramatismo, especialmente cuando casi todo en la trama apunta a las dicotomías. Un chico y una chica, se ven forzados a vivir uno en el cuerpo del otro por obra de algo que ellos desconocen; sin embargo, son vidas totalmente opuestas, dado que Mitsuha lleva una vida muy tranquila en el campo y Taki es el típico habitante de la urbe, corriendo de aquí para allá entre responsabilidades, y con mucho stress. Encontrar al otro y descubrir el motivo de este repentino cambio de cuerpos será, a su vez, encontrarse a sí mismos, en un recorrido que nos deja perplejos por lo profundo que puede llegar a ser en ciertas escenas, cargadas de filosofía.