Inglaterra en el siglo XVIII, Victor Frankenstein descubrió la manera de reanimar cadáveres colocando en ellos un alma capaz de pensar, sentir y hablar, haciendo que estos recuperaran su "vida" mediante esta práctica. Este método fue destruido y se utilizó en su reemplazo el “Necroware” un tipo de alma artificial que puede ser actualizado como un programa de computadora, pero esto provoca que los cuerpos no pueden ser autosuficientes, así que los cuerpos son utilizados como herramientas, ya sea como sirvientes o soldados.

La producción de cadáveres al servicio de la humanidad se dio a partir del siglo XIX. Watson es un joven ingeniero que creó su propia versión ilegal del Necroware, pero el gobierno británico se da cuenta de esto y le ofrecen dos opciones: pasar un tiempo en la cárcel o convertirse en un agente del Imperio. Watson opta por la segunda opción, y se verá envuelto en una aventura para encontrar las notas de Victor Frankenstein y evitar que los cadáveres sean combinados en una sola mente humana.

Kakurenbo es el nombre en japonés del juego de la escondidas, y Otokoyo es el nombre que se le da a esta versión del anime Kakurenbo. En este juego solo pueden participar niños que llevan puestas máscaras de zorro, y necesitan encontrar las pistas en los letreros de neón de la ciudad para poder llegar hasta la plaza de Otokoyo. Se conocen historias de niños que han participado en el juego y no se ha sabido nada de ellos después de eso, por ejemplo el caso de Hikora, quien decide participar en el juego para buscar a su hermana, que ha desaparecido jugando Otokoyo.

El juego solo puede iniciar cuando 7 niños cumplan con los requisitos, y solo de esa manera se les dará entrada a la ciudad. En este juego, los Oni son los encargados de encontrar a aquellos que permanecen escondidos; en este caso, los Oni son demonios que buscaran a los infantes escondidos para poder tomar su lugar. Los chicos tendrán que abrirse paso a través de las grises calles tratando de huir de los demonios para evitar ser convertidos en uno de ellos.

Una serie llena del Yangires y una maldición que aqueja a una locación de Japón, de esta manera Higurashi nos entrega una historia —o mejor dicho, varias historias— que giran entorno a la maldición de este pueblo. Todo en Hinamzawa parece normal; es una zona rural, un pueblo muy tranquilo, hasta que la ceremonia del Watanagashi, festival en donde se agradece a Oyashiro-sama. Este dios es caprichoso y por lo tanto, después del festival que se celebra en esa localidad, una persona muere y otra desaparece... y esto a sido asi desde siempre.

Keiichi Maebara es un joven que se ha trasladado a Hinamizawa, un pequeño pueblo ubicado en Japón. Él hace amigas en la escuela y, con poco conocimiento sobre lo que sucede en este, llega al festival Watanagashi. Este festival se da cada año con el fin de agradecer a Oyashiro-Sama, pero Keiichi se entera de la leyenda sobre los muertos y desapariciones que tienen conexión con este festival y su maldición, por lo que juega sin quererlo un papel muy importante en los hechos de este año.

Esta serie comienza con un versículo bíblico, específicamente los versículos 1-4 del capítulo 13 del Apocalipsis. Esto debería darnos una idea de los que nos espera en esta serie. Monster nos muestra una trama sobre un pequeño niño al cual le es salvada la vida después de haber recibido un tiro en la cabeza, y aquí se da la pregunta: ¿que tan buena fue la idea de salvar a este pequeño?

El doctor Kenzo Tenma es un neurocirujano que salva a un pequeño niño llamado Johan Liebert, después de recibir un disparo en la cabeza. Tras esta intervención, la vida de Kenzo seguirá con normalidad hasta nueve años después, cuando se vea cara a cara con un psicópata... que resultó ser el niño que salvó en primera instancia. Johan es metódico y muy amable con las personas que lo rodean, pero el sabe que la oscuridad lo ha poseído y ahora se dedica a torturar psicológicamente a sus víctimas, utilizando sus encantos para acercarse a ellos.

1972; una estudiante de nombre Misaki, quien asistía a la escuela Yomiyama, específicamente a la clase 3-3, era sobresaliente en deportes, con buenas notas y muy popular entre sus compañeros del instituto. Tras la muerte de Misaki a causa de un accidente, los directivos deciden dejar su pupitre en su lugar y actuar como si ella siguiera viva. Debido a este fenómeno, en la clase siempre se encuentra un alumno extra, el cual no sabe si esta vivo o muerto, y esto traerá consigo un mal que afectará a todo aquel alumno de esa aula.

Kouichi Sakakibara es transferido de Tokio al Instituto Yomiyama, casualmente a la clase 3-3. Justo después de comenzar las clases nota un ambiente de temor en el aula y una chica que utiliza un parche en el ojo izquierdo. Mei Misaki es ignorada por el resto del plantel. Sakakibara se acercará a ella para conocer la razón de ese trato y pronto se dará cuenta de la “calamidad”, una maldición que afecta a su clase, en donde una persona muere cada mes debido a la maldición de Misaki, provocando un temor profundo y una gran angustia por saber quién será el siguiente en morir.

Existe un chico en la ciudad que se pasea en patines golpeando gente con un bate en la cabeza para librarlos de sus pesares y darles alivio. Al principio, solo una persona fue atacada, pero poco a poco se comienzan a extender los ataques por toda la ciudad, hasta el punto de despertar la curiosidad de la policía e investigar este fenómeno. Los primeros ataques solo provocaban contusiones o comas temporales, pero estos ataques se van volviendo cada vez más violentos y mortales.

Sagi Tsukiko es la creadora de Maromi, un personaje de moda en Japón y la primera víctima del chico del bate. En esta parte conocemos a Yuuichi Taira, un chico de primaria muy popular en los deportes —es miembro del equipo de baseball de la escuela—, con las mejores notas y muy sociable, quien la mayoría del tiempo lleva consigo sus patines azules. Todos comienzan a notar esto y deducen que él es el atacante, y todo parecía apuntar a su culpabilidad hasta que un día él también es atacado por este misterioso patinador.

Cada episodio de esta serie tiene una inicio y un desenlace. Cada capítulo es un relato independiente, aunque la imagen de Jigoku Shoujo es un personaje recurrente en cada una de las historias. En cada capítulo veremosa un personaje que es abusado por algún compañero de clase, un familiar, o cualquier otra persona. Este acoso se vuelve tan grave que recurren a Jigoku Shoujo, la cual solo es posible contactarla por medio de un sitio web que se activa exactamente a las 00:00 hrs. Solo basta con escribir el nombre de la persona y realizar un pacto con la chica del infierno.

Cada persona que desea venganza necesita ingresar al portal web a las 00:00 hrs. para contratar a la misteriosa mujer, y ella los teletransporta a "la dimensión del eterno crepúsculo", donde se les explican las condiciones del contrato. Una vez que se cumpla la venganza no podrán ir al cielo después de morir, y la venganza se concreta torturando psicológicamente a la víctima antes de ser llevada al infierno.

Esta serie es muy particular, ya que en realidad son historias independientes; en total son seis historias repartidas en 12 episodios. Lo que hace única a esta serie es que las historias presentadas aquí son adaptaciones de obras literarias de cuentos clásicos japoneses. A pesar de ser animaciones basadas en cuentos literarios se logra plasmar su propio ambiente, obra del estudio Madhouse, el responsable de series como Death Note o Pet Shop of Horror entre otros.

Entre las historias que se muestran en Aoi Bungaku, se encuentran cuentos de la talla de autores como Osamu Dazai, quien en su obra "Indigno de ser humano" toca temas como la alienación de la sociedad y el sentimiento de lo que significa ser humano. Otros de los autores fueron Ango Sakaguchi, Natsume Souseki, Cayo Julio Higinio y por último Ryunosuke Akatagawa, cada uno con algunas de sus obras más reconocidas.

Yami Shibai es una serie de historias cortas, basadas en los mitos y leyendas urbanas de Japon, y que llega ya a 4 temporadas. En esta animación cada episodio es una historia de terror de corta duración, aproximadamente 4 minutos por episodio, pero lo suficiente como darnos una historia muy bien ambientadas. Si ya hemos leído alguna historia presentada en esta serie, con los dibujos que se presentan —a modo de teatro japonés— nos darán un panorama más amplio de la historia, con un tono siniestro a cargo del Cuentacuentos.

Cada dia, a las 5:00 p.m, un misterioso hombre llega en bicicleta a una plaza pública donde se encuentran jugando los niños. Este hombre lleva una máscara y montado en al parte de atrás de su bicicleta hay un pequeño teatro. Utilizando el método tradicional del Kamishibai, cuenta sus historias para el deleite de los niños allí presentes, y también del espectador del otro lado de la pantalla.

Boogiepop Phantom es una serie que se toma muy en serio el Terror Psicológico. La ambientación de esta serie logra sumergirnos en un entorno depresivo, gris y logra incomodarnos. Cada episodio de esta serie es un volumen y cada uno de estos está separado en escenas; a su vez, cada episodio se centra en las historia de un personaje y en la mayoría de los casos no suele tener un orden cronológico, logrando desconcertarnos por momentos, adentrándonos más en el misterio.

Sabemos que Boogiepop se centra en la Mantícora, un clon imperfecto de un extraterrestre llamado Ecos, quien a su vez fue creado por la Organización Towa. Después del fenómeno de la columna de luz, los recuerdos de lo habitantes se proyectan como hologramas dando paso a realidades mixtas. La trama de esta serie es muy confusa y profunda, y tiene como temática central el cambio y la evolución del ser humano. Una serie que es necesario ver para poder comprenderla un poco, y quizás más de una vez.