El Drask es una temible criatura que se imbuye de éter eléctrico, lo que implica que no solo tiene sus poderosas patas, mandíbula y —sobre todo— esa irritante cola para aplastar a los pobres cazadores que acaban de llegar de matar cosas más simples como Gnasher o Shriek, sino que encima es capaz de liberar descargas eléctricas en forma de campos o como disparos desde su boca. No es de lo más original, ya que es básicamente un reptil híbrido, pero enorme y muy cabreado; sin embargo, aporta una dura lección para los nuevos cazadores: ¡apunta a la cola!

Si te gustan los T-Rex estás de enhorabuena, ya que Hellion es un T-Rex recubierto de magma y que alberga éter de fuego en su interior, por lo que no es extraño que sus enemigos acaben no solo con todos sus huesos rotos sino con graves quemaduras a causa del magma que esta criatura riega por todos lados.

Anteriormente un Pangar que falleció a manos de armas cargadas de éter de fuego, ahora ha renacido pero mucho más furioso, con nuevas capacidades nunca antes vistas y con un nombre especialmente elegido, no por su aspecto de dinosaurio infernal sino por el calvario que hará pasar a todo aquel cazador que se atreva a cruzarse en su camino.

Un cruce entre escarabajo, una reina abeja y una maquinilla de afeitar... Kharabak y su forma avanzada, el Razorwing Kharabak, se ganan un puesto en esta lista a pesar de ser primos del Rezakiri. Este increíblemente agresivo insecto cuenta con dos enormes y afiladas cuchillas que se asegurará de usar para cortar a los enemigos en lonchas, lo que no es difícil porque cuenta también con una velocidad vertiginosa y la capacidad de crear viento cortante. Quizás el rasgo más temible y reseñable de Kharabak es su capacidad de volverse invisible cuando se enfurece, logrando así dar caza a sus enemigos de manera sigilosa

Cuando hablamos de una tortuga nos podemos imaginar las de agua, con aletas, o las de tierra, con patas; pero todas coinciden en algo, y es que son relativamente lentas... menos esta tortuga, la cual encierra en su interior el feroz éter de fuego, que le permite disparar bolas de fuego vivo, incendiar el área alrededor con cada golpe o incluso disparar llamas por agujeros en su caparazón como si de un lanzallamas se tratara. Todas estas características se amplifican de maneras casi crueles cuando nos enfrentamos al Charrogg Firebrand, una máquina tortuguil de matar, acorazada y capaz de invocar lluvias de fuego o dar golpes tanto rápidos como letales.

El Embermane es raro de por si, pero más raro es su primo el Stormclaw, una enorme bestia que parece la combinación entre un felino, un caimán y un alce, por lo que como pueden esperar, no solo salta y te destroza con las zarpas y los colmillos sino que también puede empalar a sus enemigos usando los cuernos, o cortarlos con las partes afiladas de su cola.

Como casi todos los behemoths, el Stormclaw tiene una afinidad elemental, siendo su caso la del trueno, que le permite crear arcos eléctricos para limitar el campo de batalla o nubes de tormenta que electrocutan hasta 3 veces a cada enemigo.

El Quillshot es el equivalente etérico de un puercoespin gigante con espinas de cristal, espinas que además puede lanzar a varios metros de distancia y que usa tanto ofensiva como defensivamente. un Quillshot es capaz de dispararlos hacia arriba para crear una lluvia de púas cristalinas capaz de dañar gravemente todo a su alrededor, pero obviamente para poder dañar su piel, primero tienes que atravesar justamente estas espinas, que le sirven como armadura.

La versión mejorada del Quillshot, conocida como Deadeye, cuenta con una todavía mayor cantidad de espinas, puntería letal y unos cuantos movimientos capaces de pillar desprevenido hasta al cazador más experimentado.

El Skarn es un dinosaurio bastante grande, que aunque no tiene garras ni colmillos, tiene un cuerpo especialmente pesado y capaz de dar pisotones y embestidas altamente dañinas. Aunque su piel no es tan dura como podría pensar cualquiera a primera vista, suple esto empleando el éter en su interior para crearse una armadura de rocas que habrá que penetrar a golpes antes de poder siquiera dañar el cuerpo real.

Las rocas no solo le permiten atacar a distancia lanzándolas y atrayéndolas de nuevo, sino que le sirven para camuflarse una vez semienterrado en el suelo, ya que solo asoman las rocas y su espalda cubierta de éter. Esto recuerda enormemente a las fisuras que los jugadores usan para sanarse, y supone un peligro enorme para los cazadores despistados.

Esperamos que todos sepan lo que es un castor, ese roedor de tamaño medio, cola aplastada y famoso por roer madera y acumular los troncos en zonas como ríos, creando diques. Gnasher es justamente un castor, aunque probablemente es como se vería uno que se ha puesto hasta las trancas de esteroides, creciendo hasta una altura muy respetable.

El colmo de esto es su versión avanzada, el Ragetail Gnasher, que es incluso mayor y tiene un problema muy serio de control de la ira, que le lleva entre otras cosas a disparar ondas de energía pura y furiosa, capaces de dañar a distancia a cualquier jugador plagado por la confianza de poder esquivar todo

Shroud es uno de los extremadamente raros monstruos que habitan en una de las islas más bajas, donde la luz no llega; por eso posee el éter umbral, que asfixia la luz en todo el campo de batalla. A pesar de ser un primo lejano del Shrike, este no es un oso-búho sino una mezcla entre un oso y un cuervo de 3 ojos, capaz de manifestar alas de oscuridad de sus potentes patas.

También debemos sumar todas las habilidades relacionadas con el éter umbral, como crear una bomba que se convierte en un agujero negro destructor, “dar a luz” a clones de sombra —vaya oxímoron— o inundar el campo entero en sombras y destrozar a sus enemigos mientras son incapaces de verle.

Rezakiri es uno de los extraños behemoths que habitan en la isla más alta, y es esta cercanía al sol lo que le permite utilizar el abrasador poder del éter radiante para liberar lluvias de luz destructora, o miradas de láser que purifican los cuerpos corruptos de sus rivales. En general la luz, y el uso de esta en forma sólida, no son un secreto para este enorme insecto…

A pesar de tener patas no cuenta con mandíbulas ni cuchillas como el Kharabak, sino con una cola muy larga y poderosa que emplea para machacar a sus presas; y en la punta de esta, una gema refulgente a través de la que canaliza la luz para crear prisiones prismáticas.