Cierto día, de un momento a otro y sin motivo aparente, llega a la Tierra una plaga de avispas que derriten a las personas al picarlas. A esta invasión de insectos se suman las Dolly, unos seres con estética de muñecas que succionan a los seres humanos para utilizarlos como materia prima. Iruma es un joven estudiante, estrella del béisbol quien pierde a su mejor amigo y a Kumano, la chica de la cual está enamorado. 6 meses después de la invasión, los humanos existentes en el planeta son mínimos, e Iruma vive en depresión en este mundo desolado... hasta que por casualidad se encuentra con Kumano.

En este mundo existe un escuadrón llamado Trial & Error quienes se dedican a obtener la mayor información posible sobre el origen de las Dolly, y descubren que también existen personas que tienen la capacidad de dañar directamente a las muñecas. Todo esto se irá mostrando conforme avanza el manga, y resulta muy interesante ir descubriendo de a poco todos los misterios que existen en la obra. Si bien Dolly Kill Kill tira de clichés para muchas situaciones, es sin duda una lectura amena y muy interesante.

Hakaijuu es un manga que parece tomar referencias de Stephen King, George Romero y H.P Lovecraft. A esto podemos agregar que la historia comienza con estudiantes dentro del edificio escolar, y lo que se agradece es que no se toman tantos clichés como en otras obras de la misma temática. La historia se cuece a fuego lento y con cada respuesta que nos van dando surgen más dudas, cosa que nos mantiene atentos a la lectura.

Akira Takashiro es un estudiante promedio, bueno para el basketball, amigo y rival de Eiji Kudo; ambos compiten por el amor de Miku, una chica que era compañera de ellos. Su vida relativamente tranquila llega a su fin cuando, tras quedar inconsciente después de que una estantería le cayera encima durante un terremoto, Akira despierta solo para darse cuenta que la ciudad se ha vuelto un infierno debido a un puñado de seres aterradores que exterminarán a cualquier humano de la manera más sádica posible. Obviamente, los sobrevivientes tendrán que hacer todo lo posible por no ser víctimas de estos seres. Un cliché bastante visto, pero que no por eso es un mal manga.

Lo primero que podemos notar en este manga es el estilo de dibujo, tan detallado y pulido que es un placer el solo hecho de verlo. Las peleas son épicas y el gore está a la orden del día, pero deja un margen para ser cómico y dramático. En este caso, el apocalipsis llega de mano de un ser planetario llamado Solaris, un ojo gigante que se puede ver en el cielo y cada cierto tiempo lanza huevos de donde nacen los llamados Demi, quienes se dedican a destruir lo poco que queda de la humanidad.

Solaris apareció hace más de 10 años en la Tierra. Para este tiempo, las grandes ciudades solo son escombros y las calles están atestadas de Demis. Rem Serizawa es un joven que se dedica a rescartar y cuidar niños huérfanos; mientras Rem escapaba con una buena cantidad de provisiones se encuentra con una chica en medio del camino, dispuesta a enfrentar a un Demi. La chica se hace llamar Q y tiene el suficiente poder para acabar con los monstruos; quizá ella sea la clave para sobrevivir.

Lo primero que llama la atención en Kamisama no Iutoori es la utilización de elementos de la cultura japonesa dentro de la historia, ya que podemos encontrar muñecos Daruma, muñecas Kokishi, los famosos Maneki Neko, o leyendas de la cultura popular japonesa como la de Urashima Tarou. Hasta cierto punto, este manga toma mucha influencia de Gantz, pero la diferencia es que esta obra tiene su propia esencia, e incluso la violencia que se utiliza en las escenas del manga no es excesiva, encontrando un buen balance entre el gore, el misterio y la acción.

Shun Takahata es un estudiante promedio de secundaria, y desde que puede recordar, su vida ha sido aburrida y sin sentido. Eso hasta que un dia, sin más, la cabeza de su profesor explota y deja al descubierto un Daruma, con el cual tendrán que jugar a atraparlos. Esto es solo el inicio, porque solo quedará una persona viva por clase y cada que vez se verán envueltos en más juegos, hasta que los sobrevivientes se vuelvan los hijos de Dios. Ahora la vida de Shun sin duda se ha vuelto más interesante... ¿no?

Dragon Head aborda la extinción humana desde las catástrofes naturales, porque si bien en la Ciencia Ficción se pueden presentar muchas maneras de cómo podría terminar la humanidad, este manga nos enfrenta con aquello que podría acabar con nosotros de manera más realista. La naturaleza es implacable, algo que hemos podido ver en todas las catástrofes naturales que han ocurrido a lo largo de la historia, y Minetaro Mochizuki sabe muy bien que esto es a lo que más temor le tenemos.

Teru es un joven estudiante que regresa de sus vacaciones de verano en el tren bala, pero éste se descarrila y queda volcado dentro de un túnel. En este escenario solo quedan tres supervivientes: Teru, Ako y Nobuo. Ellos tendrán que buscar una salida del túnel que se encuentra sellado, mientras la temperatura va aumentando poco a poco; al salir, se encuentrfan con una ciudad derruída debido a los terremotos. Lo interesante de Dragon Head es que nunca se nos deja saber más que a los propios protagonistas, y esto aumenta la expectativa del lector volviendo el manga bastante adictivo.

Generalmente, estamos acostumbrados a los protagonistas que matan zombies al por mayor, muchas veces porque antes de la infección solían ser miembros de las fuerzas policiales o militares. En I am a Hero, curiosamente, seguiremos la historia de Suzuki Hideo, hombre de 35 años que trabaja como asistente de mangaka y asiste a un club de tiro como aficionado, aunque su único sueño es lograr serializar su manga y volverse famoso. Hideo no es el prototipo de lo que debamos aspirar durante un apocalipsis zombie; de hecho, él sufre de esquizofrenia y es una persona muy apegada a los estatutos.

I am a Hero se cocina lento, con la evolución de Hideo desde que la infección se esparce por el mundo hasta la invasión alienígena que tiene cabida más adelante en la historia. A lo largo del manga, vemos personas que no se inmutan ante los ataques de los infectados y quisiéramos que el protagonista tomara su rifle y comenzara a exterminarlos... pero esta es la gracia de este manga: trata de ponernos en los dilemas morales de una persona normal durante sucesos que van más allá de su comprensión, poniendo en tela de juicio el cómo actuaríamos nosotros ante una situación similar. A pesar de eso, el manga se matiza con mucha acción cuando se requiere, y el diseño de los infectados es sublime. Una lectura altamente recomendable.

Biomega nos ambienta en un mundo cyberpunk, característico de Tsutomu Nihei, mangaka quien también es responsable de Blame! y Knights of Sidonia; de hecho, esta obra contiene referencias al primer manga antes nombrado. Nihei es experto en utilizar atmósferas opresivas y trazos sucios para acentuar el caos y la violencia que reina en este mundo post-apocalíptico, un rasgo muy característico de este mangaka. Una obra que realmente nos hace sentir parte de este mundo acabado.

En esta ocasión, estamos en el año 3000 y la humanidad ha logrado llegar a Marte. Después de perderse el rastro de las primeras personas que fueron enviadas en la expedición, llega a la tierra el virus N5S que tiene la capacidad de convertir a los humanos en Drone, seres deformados que atacan a la población no infectada transmitiendo el virus a través de la mordida – en pocas palabras: Zombies- pero una extraña chica parece inmune al virus. Zoichi es el protagonista de la historia y es enviado en busca de la chica, pronto tendrá que lidiar con fuerzas del orden público y los mismos drones, en su búsqueda por encontrar una cura al virus.

Apocalypse no Toride es un manga que inicia con el típico cliché de los zombies: un virus que se propaga masivamente a través de las mordidas de los infectados y se desarrolla en las grandes urbes; lo que hace la diferencia aquí es que seguiremos la historia de unos convictos que lograron escapar de la cárcel durante el caos. Podemos resaltar que en esta ocasión se retoman los zombies clásicos, esos seres lentos que soportan los ataques hasta que su cerebro es reducido.

Maede Yoshiaki es un joven sentenciado a prisión por un crimen que no cometió, pero que, a pesar de todo, no durará mucho tiempo tras las rejas. Poco después, el caos en la ciudad le permite escapar, solo para enfrentarse a un mundo en donde tendrá que sobrevivir en medio de una plaga de seres no muertos con mucha hambre. Esta es una de las pocas historias de zombies en las que todo termina relativamente bien, y se agradece ese pequeño giro en la trama siendo una historia.

¡No todo dentro de los mundos post-apocalípticos tiene que ser violencia! También cabe el tiempo para despejarse y observar los vestigios que nos ha dejado la civilización: las enormes estructuras de los edificios, los grandes canales o las enormes torres de comunicación, cientos de libros esparcidos por las bibliotecas... una ciudad completamente en silencio bajo la luz de la luna. Ese es el camino que toma Shoujo Shuumatsu Ryokou, un manga de Recuentos de la Vida ambientado en un mundo en donde los humanos, que prácticamente están extintos, buscan sobrellevar lo que les queda de tiempo lo mas tranquilamente posible.

La trama realmente es sencilla, siguiendo a Chii y Yuu, dos chicas con personalidades que se contrastan. Por un lado, Chii es tranquila, analítica y metódica; Yuu, en cambio, es un poco más ingenua e inocente... además que siempre tiene hambre. Ambas chicas viajan en su motocicleta sin un rumbo específico, y solo se dedican a hacer bromas entre sí, buscar refugio, comida y combustible, mientras van descubriendo maravillas en las ruinas de lo que alguna vez fue una civilización. Todo esto muy bien dibujado en un estilo Moe muy minimalista, que nos hará ponernos en la piel de estas chicas.

Kenji Endo es un joven que atiende una pequeña tienda de conveniencia y pasa los días recordando su juventud, cuando tocaba en su banda. Cuando el ser misterioso que se hace llamar a sí mismo "Amigo" toma el control del mundo, será tarea de Kenji y sus compañeros terminar con el mundo distópico y autoritario que ha creado, por lo que toda oposición será catalogada como terrorismo. El manga tiene muchos giros inesperados en la trama y bastantes personajes, pero ninguno está de más y cada uno cumple un rol. Debido a esto, recomendamos fervientemente esta lectura.

20th Century Boys se ha convertido casi en un manga de referencia, y no es para menos, porque el guión de la obra, así como cada uno de los personajes, se encuentran muy bien construidos. 20th Century Boys nos posiciona en el antes y después de una distopía, y durante el avance del manga habrá episodios, saltos temporales que nos explican momentos clave de la historia, pero sin perder el hilo de la trama principal. Esto le da mucho juego y mantiene fresco el argumento, haciendo de esto un buen recurso debido a lo complejo y largo del manga.