El planeta Venus en Cowboy Bebop es un lugar donde los habitantes deben lidiar con la peculiaridad de tener que vivir en islas flotantes, lo que hace un poco complicada la convivencia de los huéspedes, que no les queda más remedio que aprender a vivir con la posibilidad de tocar con las manos el estupendo cielo amarillo que les rodea.

Más allá de los metros y metros de distancia con la superficie, Venus es un gran lugar para vivir en caso de que la Tierra fuera destruida por completo. De hecho, la gran vegetación del planeta hace recordar a una vida terrícola común y corriente. De lo que sí habría que tener cuidado en este hábitat es de las enfermedades, pues más que un simple resfriado podríamos sufrir cambios de voz debido a las altas cantidades de helio en el ambiente, así como ceguera en los casos más extremos.

Imaginemos llegar, sin querer, a un mundo paralelo con reglas propias, cosa que le sucede a Shun Asanaga al caer en Endora, luego de que su curiosidad le lleva a tocar un misterioso cristal en la oficina de su científico padre. Ese cristal lo traslada a lo que será su nuevo hogar y, a partir de ahí, Shun descubre muchas cosas buenas en Endora al hacerse amigo de Emilio Langheim, el heredero al trono de ese lugar.

En Endora tenemos agua, un clima agradable, humanos… hasta ahí todo bien, pero la cosa se va complicando cuando nos encontramos con monstruos surreales con armas en mano, o también cuando vemos monstruos pequeños y tiernos que hacen las veces de una mascota. Con esa fauna ya se va tornando un poco más interesante, ¿no?

Si antes hablábamos de cómo Shun Asanaga cae en un mundo extraño, Dandy, el cazador de alienígenas de Space Dandy, no se queda atrás. En el episodio 8 de la segunda temporada del anime, Dandy no recuerda cómo llega al planeta Limbo, pero una vez allí debe naufragar en busca de una respuesta, por lo que pasea entre objetos vivientes, ambientes enrarecidos y criaturas sin forma que tocan instrumentos musicales... y que, para su sorpresa, también hablan su mismo idioma.

Pero en Limbo, Dandy consigue más que un planeta de rasgos extraños; encuentra toda una civilización a su alrededor, con casas y hasta un restaurante que no tiene más remedio que visitar. Por más difícil que parezca la tarea, también debe diferenciar entre los habitantes y los que podrían parecer animales, específicamente las aves que pueden resultar más peculiares y horrendas que cualquier otra cosa del planeta Limbo. ¡Un exótico paraíso!

En Dog Days, el planeta Flonyard bien podría aparentar ser como la Tierra, e incluso sus habitantes parecen seres muy humanos; solo habría que hacer una pequeña acotación: todos tienen orejas y colas de animales. A la extravagancia de los personajes hay que añadir sus inquietas actitudes, sobre todo si tenemos en cuenta que allí nadie soporta dos pedidos para enfrentarse en algún duelo —¡como verdaderos perros y gatos!—, ya sean del bando de la República de Biscotti o su territorio archienemigo, al mando de Leonmitchelli Galette des Rois.

En Flonyard hay perros, zorros, gatos… ¡ah!, y un humano llamado Cinque Izumi, que fue convocado por la princesa Millhiore Firianno Biscotti para ayudar a defender el territorio de la República de Biscotti. Pero en el mundo fantasioso y colorido de Flonyard no todo puede ser bueno, y Cinque debe buscar la manera de volver a su mundo original... de lo contrario, tendrá que buscarse una cola él también.

Dragon Ball Z es uno de los animes más famosos y vistos que nos podamos imaginar, y recordado también, entre tantas cosas, por la pelea de Goku y Freezer en el planeta Namekusei. Si lo que se quiere es pelear, Namekusei es el lugar perfecto para hacerlo, rodeado por montañas vacías y muchísimo espacio bajo el verde cielo del planeta. Para sorpresa de Bulma, Namekusei tiene muchos rasgos similares a los de la Tierra, como la presencia de oxígeno puro.

Los habitantes de este extraño y casi desolado planeta son apenas un puñado, pero no por ello son menos peculiares, resaltando su piel color verde y dos antenas sobre la frente de cada habitante, todos ellos inofensivos y amantes del bien. Además, también se podría señalar la capacidad de adaptación de los Nameku para vivir más adelante en otros planetas, como la Tierra o el Nuevo Namekusei.

Redline es la famosa carrera interespacial que aglutina a los mejores pilotos del universo, y cómo no, debe realizarse en un escenario acorde a la ocasión. Cuando el sombrío y desértico planeta Roboworld se prepara para acoger a la Redline, sus habitantes cibernéticos formados en una sociedad militarista también lo hacen, pero no para el espectáculo precisamente sino todo lo contrario, ya que para ellos esa carrera no debe llevarse a cabo en su planeta.

Desde escenarios rocosos y rudos sobre los que deben conducir, hasta espacios futuristas y mecanizados, Roboworld se muestra como un planeta que no admite comparación, y en donde el cielo parece no haber conocido nunca un rayito de sol. Allí, los participantes deben sortear todas las dificultades que este lugar supone… ¡y no son pocas! Por suerte podemos disfrutar de este planeta, sin el riesgo de quitar los ojos del volante.

Un contexto en el que hombres y mujeres sean enemigos sin tregua es sencillamente improbable, en cualquier lugar menos en Vandread. Mientras las mujeres habitan en el planeta Mejere, los hombres lo hacen en el planeta Taraak, y en éste último no hay ningún plan para cambiar esta dinámica; todo lo contrario...
mientras menos mujeres en el universo, mejor.

En Taraak hay líderes militares, ciudadanos de primera, segunda y tercera clase. Así conocemos a Hibiki Tokai, el protagonista, que cae prisionero de las mujeres. También poseen naves espaciales y gigantes robots de lucha llamados Van War, todo con la misión de acabar con el sexo femenino. Y si se preguntan cómo es que se reproducen si son puros hombres, la verdad es que los nuevos miembros de Taarak son creados en una fábrica.

Lo que para la sociedad en general son tres simples chicas, para el mágico planeta Céfiro son las magníficas Guerreras Mágicas. En Magic Knight Rayearth, Fuu Hououji, Hikaru Shidou y Umi Ryuuzaki son la salvación de todos los problemas en los que se encuentra el mundo de Céfiro, pero para ellas, este fantasioso planeta no es algo a lo que se le pueda dar una explicación muy lógica, mucho menos si quien las recibe es un enorme pez volador.

Si bien es cierto que Céfiro es muy rico en varios aspectos, como sus verdes bosques y la grata coexistencia entre humanos y extrañas criaturas, también alguien les debe advertir a estas chicas de no correr mucho por ahí, pues la mayoría de las montañas del planeta son pedazos de tierra flotante. A pesar de todo, este ficticio escenario también tiene a Emeraude, una noble princesa que les pone al tanto de cada detalle.

Con sus futuristas estructuras y sus hermosos paisajes, el planeta Iscandar se lleva con justicia el segundo lugar de nuestro ranking. Lleno de unos verdes y enormes jardines, este planeta es un deleite para sus habitantes, que ven cómo su despejado cielo azul durante el día y el anaranjado de la noche, les abraza mientras los robots y la reina del planeta, Starsha, intentan hacer el bien por sobre todas las cosas.

¡Y es precisamente la bondad lo que más caracteriza a la población de Iscandar! Muestra de ello es la desinteresada ayuda que le ofrecen a la Tierra cuando ésta se encuentra al borde de la extinción, luego del bombardeo de alienígenas conocidos como Gamilas. Después de todo, ¡detrás de un gran planeta, hay también grandes valores!

El planeta Clockwork es un lugar futurista lleno de increíbles estructuras que rebasan cualquier convencionalismo. En Clockwork Planet, lo difícil no es llevar la vida en sí sino poner a funcionar todo un planeta con vastos sistemas engranados, dejando atrás el uso de energía electromagnética, mientras que las comunicaciones a través de ondas radiales ya son historia.

La historia de su construcción inicia cuando la Tierra estaba por llegar a su fin, y un relojero desconocido decide encargarse de la reconstrucción de la Tierra con puros engranajes. Pero dejando a un lado las estructuras de Clockwork, también habría que destacar a sus habitantes, humanos robotizados en coexistencia con robots de gran resistencia, que incluso pueden llegar a enamorarse, tal como les sucede a Naoto Miura y RyuZU, protagonistas del anime.