Fran Madaraki ha visto pasar varios clientes extraños, y muchos de ellos terminan enfrentándose al karma tras usar sus servicios, especialmente cuando no fueron honestos con la doctora. Muchos de ellos merecen sin duda las mutaciones causadas por las cirugías experimentales, pero al mismo tiempo es fácil pensar que a veces el castigo es demasiado duro para los crímenes. A menos que hablemos de la familia Kuze, en cuyo caso podemos decir que el castigo apenas fue suficiente.

Shion Kuze es una chica muy joven que terminó heredando el 80% de la fortuna de su familia. Lamentablemente eso se tradujo en que todos sus parientes estaban tratando de sacarla del camino para quedarse con el dinero. Las cosas empeoran para ella cuando tras un accidente automovilístico, Fran conecta su cerebro al de uno de sus tíos, dándole a él el control absoluto sobre la fortuna. Y es entonces cuando él descubre que curiosamente, era el único que no estaba intentando matar a la chica activamente.

Cuando ves que incluso su madre trataba de matarla por el dinero, el último panel de la historia que los muestra como cerebros escondidos en juguetes de peluche, todos conectados al cuerpo de Shion –cuyo cerebro ha sido trasplantado a un cuerpo humano diferente- para quedar atrapados pues no pueden moverse a menos que todos estén de acuerdo. Es un dulce momento de justicia, incluso si es algo amargo pues Shion también pierde el dinero que tenía.

Si bien el castigo a los Kuze es un gran momento de justicia divina, como el tiempo entre el castigo y el crimen es corto, sólo alcanza el décimo lugar de nuestra lista.

Los clientes del Servicio de Entrega de Cadáveres Kurosagi tienen algo en común: Todos están muertos, y su lugar de descanso no es el lugar donde querían terminar. Y dado que los miembros de la compañía Kurosagi tienen sus licenciaturas de una Universidad Budista, no es sorpresa que casi todos sus casos tengan algo de justicia divina y retribución de karma. Y si bien hay mucha gente que merece castigo y los lectores pueden sentirse tranquilos de que verán dicho castigo, pocos lo merecían más que Yoji Yanagawa, un trabajador de seguros que ha encontrado la manera de predecir como sus clientes van a morir, y los hace cambiar sus pólizas para quedarse con el dinero para luego manipular los eventos para que los clientes estén en situaciones en las que la muerte es segura sin que el sea sospechoso.

Sabemos que suena implausible incluso si Kurosagi es un manga de fantasía que incluye fantasmas y otros seres sobrenaturales, porque Yanagawa no tiene poderes. Trabaja exclusivamente con probabilidades matemáticas, y es muy feliz burlándose de las personas que tratan de cazarlo. Incluso asegura que revisa sus propios números para asegurarse de que morirá a una edad avanzada. Lamentablemente para él, el Karma tiene un gran sentido del humor. Mientras esta vanagloriándose de que Karatsu y sus amigos morirán, menciona que canceló un vuelo porque sabía que estaba en peligro por un avión. Y en ese momento, un pequeño tornillo se cae de un avión, sin causar problemas en el mismo, y lo golpea directo entre los ojos. La Justicia se cumple, y sus víctimas tienen su venganza.

Por lo rápido de su muerte, pierde un par de puntos y aterriza en el noveno lugar de nuestra lista.

En el centro del Barrio Chino se encuentra una tienda de mascotas donde puedes comprar cualquier animal que desees. Gatos, perros, conejos… incluso reptiles exóticos que deberían estar extintos: todos se encuentran gracias al dueño, el misterioso Conde D. Sólo debes tener cuidado de seguir las reglas que vienen con cada mascota, porque si las rompes, el Conde no es responsable de las consecuencias. Con esa premisa, es lógico pensar que veremos mucha justicia kármica contra aquellos que compran las mascotas del Conde con un propósito maligno. Sin embargo, uno de los mejores momentos de justicia viene del primer volumen, y no es contra un cliente del Conde.

Después de que la casa de Karen Schneider se incendió, y perdió a sus padres y su vista, su tío Edward insistió en comprarle un perro guardián. Por tanto, el Conde le entrega un doberman que, siguiendo el modus operandi de la tienda, se ve como un hombre joven uniformado. Y es a través de él que podemos ver el sufrimiento de Karen, pues es obvio que alguien quiere matarla por su dinero. Es aún más doloroso cuando descubrimos que fue su tío Edward, y por tanto no podemos más que sonreír cuando Dreizehn, el doberman, mata a Edward cuando este intentaba matar definitivamente a Karen, usando el mismo disfraz que uso al iniciar el incendio anterior.

Como es uno de los pocos capítulos donde el lector no siente que el Conde fue demasiado lejos, este momento en particular se gana el octavo lugar de nuestra lista.

Goldie Musou es una de los villanos más crueles que encontramos en Gunsmith Cats. No sólo es la creadora de la droga Kerasine, una substancia similar al meth que puede imitar los efectos de la cocaína y el LSD pero no puede causar una sobredosis, haciendo que todos los adictos a la misma terminen como sus esclavos. Usa la droga y sus efectos para mantener un harem de chicas hermosas –algunas de las cuales puede que sean menores de edad, aunque el manga nunca lo aclara- que a veces han sido obligadas a matar a sus propias familias; Goldie es capaz de asesinar a cualquiera que interfiera con sus planes, acabando con lo que más quieren en el camino. Pero no es su caída lo que llega a esta lista, sino sus acciones cuando es ella la que toma venganza contra quienes la lastimaron.

Antes de ser conocida como Iron Goldie, vivía pacíficamente en Italia, como la nieta de Juliano Musou, quien a su vez era el Don de una familia pequeña de la Cosa Nostra. Pero al cumplir los 18 años, su padre y hermano mayor fueron asesinados, dejándola como la única heredera –a pesar de que antes nunca se había interesado en la familia. No mucho más tarde, su abuelo también murió, y fue entonces cuando se enteró que su tutor, Francesco, había arreglado todo para usarla como una marioneta. Fue entonces cuando creó el Kerasine, asegurándose de que Francesco fuera asesinado por su propio hijo. Y si bien el niño era inocente, dado que todos los eventos trágicos se desencadenaron por la avaricia de Francesco, es difícil no sentir alivio cuando Goldie acaba con su familia.

Sin embargo, ella sigue siendo una villana, y una que logró escapar a la justicia tanto en Gunsmith Cats como en la secuela Burst, por lo que su venganza sólo alcanza el séptimo lugar de nuestra lista.

Cuando la clase B de Segundo de Secundaria de la Escuela Shiroiwa se da cuenta de que han sido elegidos por “el Programa” para matarse entre sí hasta que sólo quede un sobreviviente, cada uno de ellos reacciona de manera diferente. Algunos deciden que van a intentar sobrevivir tanto como puedan sin matar a sus amigos; otros intentan destruir al sistema para que todos sobrevivan. Pero hay algunos que piensan que si la única manera de ganar el juego es matar a todos, entonces van a matar a todos. Y entre ese último grupo, pocos son tan crueles y efectivos como Mitsuko Souma, la chica número once.

Aunque al final sólo mata a seis personas, eso la hace la segunda asesina más efectiva del grupo. Busca matar incluso si eso conlleva el riesgo de ser descubierta, y usa su atractivo para manipular a otros, que crean que es su aliada. Es muy fácil odiarla, incluso si conocemos su pasado trágico. Y por tanto, cuando finalmente llega su muerte y la encuentra llorando arrodillada ante su futuro asesino, Kazuo Kiriyama, es muy difícil no sentir alivio y pensar que se merece cada bala. Tras matar a sus amigas, y a todos los que honestamente trataron de ayudarla, no podemos negar que es genial verla partir.

Su muerte marca el principio del fin de Battle Royale, y es tan satisfactoria, que se gana el sexto lugar de nuestra lista.

La avaricia y los celos pueden destruir vidas. Mirai Kakehashi sabe esto de primera mano, pues su propia vida ha sido una pesadilla viviente desde que sus padres y su hermano menor murieron en un accidente, y sus tíos lo adoptaron. Desde entonces, fue tratado como un esclavo en la casa, y tan maltratado que para cuando terminó la secundaria, lo único que quería era morir. Y ninguno de sus parientes parecía preocuparse, pues para ellos sólo era una manera de conseguir dinero – mientras que Mirai estuviera con ellos, ellos recibirían el dinero de la herencia de Mirai.

La peor parte de todo, aun sí Mirai no lo sabe al principio de la historia, es que todo fue planeado por su tío, y que Mirai mismo debía morir con ellos. Su tío había saboteado el carro familiar, pues quería deshacerse de su hermano y asegurar la herencia. Así que cuando Mirai accidentalmente controla la mente de su tía, y la obliga a revelar la verdad y luego a suicidarse, no nos podemos sentir mal por ella. Y si ella no nos produce lastima, el que su tío –que causa la muerte de su esposa al llegar a casa cuando Mirai está descubriendo la verdad- termine en la cárcel culpado por su muerte, nos causa alegría.

Este es un acto rápido de justicia que en serio necesitábamos ver, y dado que Mirai es tan bondadoso que incluso se siente mal por sus tíos, se gana el quinto lugar.

¿Cuál es tu pecado? Esa es la pregunta que un grupo de personas que han sido secuestradas tienen que hacerse si quieren salvar sus vidas. Desafortunadamente, todos tienen secretos muy oscuros en su closet, y esos secretos los conectan entre sí. Hiro cree que es la excepción, pues no importa cuanto trata de recordar, no hay nada en su pasado que merezca la pena de muerte. Bueno, excepto por aquella vez que le dijo a su hermano que su novia había cambiado la hora de su cita, lo que llevó a su hermano a morir atropellado, pero no lo hizo con la intención de matar a su hermano, así que no cuenta, ¿Verdad?

Judge es un manga lleno de giros y sorpresas, tal como se espera de Tonogai tras Doubt. Pero el giro más importante de esta historia es que Hiro no es tan inocente como pretende, atrapado en el juego, sino uno de los creadores del mismo. El y su amiga Hikari están matando a todos los que estuvieron involucrados en la muerte del hermano de Hiro, en venganza por la sentencia tan corta que recibió el conductor que lo atropello. Así que parece que Hiro podrá ocultar todos sus crímenes: tanto los asesinatos durante el juego del juicio, como su mentira original. Eso es más que suficiente para que nos desagrade. Pero entonces, justo al final, comienza a sentirse enfermo. Y es entonces cuando Hikari revela que ella sabía que él mintió. Ella piensa que es tan culpable como los demás, y por tanto, también merece castigo.

Dado que Hiro está convencido de su inocencia, y la envidia obvia que sentía por su hermano, es genial verlo pagar por sus crímenes, y por tanto ese momento gana el cuarto lugar de nuestra lista.

Cuando estás en medio de una guerra de pandillas, y una guerra de territorios entre la mafia Italiana y los Yakuza, hay mucha gente a tu alrededor que merece ser castigada. Mientras seguimos la búsqueda desesperada de Ash y Eiji para encontrar los orígenes de la droga controladora de mentes conocida como Banana Fish, conocemos a una gran cantidad de seres humanos despreciables; desde Dino Golzoni, que abuso de Ash desde que este tenía ocho años, y políticos que usan a las familias criminales para mantenerse en el poder. Pero muy pocos son tan peligrosos y detestables como el clan Lee, quienes son los principales jugadores en la búsqueda de la fórmula de Banana Fish, y los causantes de la mayoría de las muertes en la serie. Colectivamente son tan malignos que no se detienen ante la idea de violar a las mismas mujeres de su clan si esto ayuda a que logren sus planes.

Por todo esto, es muy catártico ver su poder desaparecer poco a poco por los mismos jóvenes que usaron como carne de cañón. Sí, Yut Lung Lee sobrevive y toma control del sindicato familiar, pero el poder que tiene al final no se acerca a lo que era antes. Verlo llorar cuando se da cuenta de que uno de sus subordinados no lo va a matar porque es una mejor persona que él, que está cansado de toda la violencia, es una mejor venganza que verlo morir. Porque ahora Yut Lung tendrá que vivir con los recuerdos de todo lo que hizo, y dada su naturaleza más sensible, eso es un castigo suficiente. Es sólo una lastima que no todos los subordinados del clan aprendieron esa lección, como descubrimos en el último volumen del manga.

Aun si es un momento muy satisfactorio en el manga, es más suave que los otros momentos de karma de la lista, así que sólo logra llegar al tercer lugar de la lista.

Adolf ni Tsugu es una historia muy difícil de leer, pues sigue a tres hombres llamados Adolf, que nacieron en Alemania a principios del siglo pasado: Adolf Kamil, un joven judío-Alemán, Adolf Kaufmann, su amigo Japonés-Alemán que se volvió enemigo por el anti-semitismo de la segunda Guerra Mundial, y Adolf Hitler. Con esa premisa, uno pensaría que el momento de justicia que lo hace aparecer en esta lista es el momento en el que Adolf Hitler finalmente muere de una manera muy irónica. Sin embargo, ese momento es completamente opacado por la resolución de la confrontación final entre Adolf Kamil y Adolf Kaufmann, que es el verdadero ganador de este concurso de momentos de justicia.

Porque aunque al principio puede que nos sintamos mal por Kaufman, ya que empieza siendo un chico muy dulce antes de que le laven el cerebro con los ideales nazi, una vez que ataca e intenta matar a Kamil varias veces y además viola a la esposa de Kamil, Elsa, a quien amaba de niño, esa empatía se pierde. Es perseguido por los fantasmas de quienes murieron bajo sus órdenes, y además de ello, su misión en la vida –ocultar y destruir la evidencia del mayor secreto de Hitler- se vuelve inútil en el momento en que logra obtener la manera para cumplirla. Y entonces, porque odia a la gente judía, decide unirse al ejército Palestino. Por todo eso, es muy difícil no sonreír cuando su vida termina a manos de Adolf Kamil.

Por la excelente narrativa del Maestro Tezuka, este momento de justicia se gana el segundo lugar de nuestra lista.

En el mundo de Ikigami, todos viven con el riesgo de morir entre el momento que cumplen 18 años hasta que cumplen 24 debido a una ley conocida como el Acta de Bienestar Nacional. Todos los niños del país son inyectados de manera aleatoria con una nanocápsula que, de ser activa, cortara su aorta matándolos de manera instantánea antes de que cumplan 24 años. Esto es para animar a todos los ciudadanos a estar agradecidos por sus vida. Nadie sabe quienes son los elegidos hasta 24 horas antes de su muerte, cuando un oficial del gobierno llega a sus casas con una Ikigami, una Carta de la Muerte. Obviamente, la gente reacciona de manera diferente ante la noticia, y la historia gira alrededor de estos individuos antes de comenzar a preguntarse porqué el Acta fue instaurada en primer lugar, y que tan aleatorio es el proceso en realidad. Y si bien cualquiera que haya decidido que el genocidio sistemático de la población merece un castigo, no es por eso que este manga está en la lista.

Les presentamos a la Representante Takimoto Kazuko. Es una mujer muy controladora, que está decidida a ganar sus elecciones locales pues desea ser la líder absoluta del país algún día. Esto ha hecho que no le ponga mucha atención a su familia, al punto de que su hijo está convencido de que ella no lo ama, y su marido está aterrado de pasar tiempo con ella. Lo que la hace verdaderamente despreciable es que cuando su hijo recibe su Ikigami, en lugar de querer pasar su último día con él, decide hacerlo parte de su campaña para asegurar su triunfo. Esto hace que el pobre Naoki decida intentar matarla, para acabar con sus ambiciones políticas. Dado lo fría que es, y lo poco que le importa su hijo moribundo incluso cuando este está sangrando a sus pies, no nos podemos sentir mal por ella.

Por las consecuencias que esto tiene en la vida de Takimoto y el arco de la historia completa, el momento de justicia kármica cuando Takimoto pierde el apoyo de la gente se gana el primer lugar de nuestra lista.