Te decimos que existen mil y un razones por las cual podemos odiar a alguien. Kaepora Gaebora es quizá el único personaje en esta lista donde el motivo de nuestro odio no es culpa del personaje, sino nuestro.

Kaepora Gaebora es el búho de Ocarina of Time que se te aparece bastante temprano en tu aventura. Esta sabia ave busca darte sus consejos para que puedas salir victorioso de tu legendario enfrentamiento contra Ganondorf. Suena bastante bien, ¿no? El problema es que Kaepora ama hablar y la cantidad de diálogos que tiene desde su primera aparición es tal que termina por aburrirnos. En nuestra impaciencia comenzamos a picar botones para que esta tortura termine pronto y podamos seguir cazando Octoroks y Dodongos.

Pagamos caro esto porque el búho se cree muy chistoso y al final de su interminable monólogo incluye la opción de repetir toda la diarrea verbal que acaba de lanzarte. Antes de que nos demos cuenta, hemos escogido por error la opción de repetir su discurso, lo que nos obliga a escuchar todo de nuevo, picar con más velocidad los botones para que esta tortura pase más rápido, pero terminamos repitiendo el error y lo único que cambia es que con cada ciclo estamos más y más enojados. ¡Guarda silencio, ave, y déjame salvar Hyrule! Si Ganondorf triunfa, ya sabes a quien culpar.

¿Sabías que el clásico juego de mesa Monopoly fue creado para evidenciar las fallas del capitalismo? Por eso mismo resulta tan frustrante e injusto jugarlo. Su propósito es que veas las deficiencias e injusticias que este sistema económico tiene. ¿Sabías que Moneybags fue creado por la misma razón? Está bien, eso último es falso, pero nos sorprendería si fuera cierto.

Este oso es tan avaricioso que no hay nada que no esté dispuesto a hacer con tal de amasar fortuna. En Spyro: Year of the Dragon, Moneybags tiene encerrados a muchos de los amigos de Spyro y le exige al dragón morado una cuota para liberarlos. Así es, este oso capitalista tiene el descaro de literalmente secuestrar a alguien y exigir rescate. Despreciable. Por fortuna, podemos tener nuestra venganza en el mismo Year of the Dragon. La codicia de Moneybags fue demasiado lejos y, como le revela a Spyro, piensa vender un huevo de dragón y ganar sumas de dinero exorbitantes. Esto, como no debe sorprendernos, no le agrada en absoluto a Spyro. Fue la gota que derramó el vaso y encolerizado comienza a perseguir a Moneybags por toda la isla, embistiéndolo con sus cuernos y lanzándole fuego hasta recuperar todas y cada una de las gemas que el oso estafador robó. ¡Abajo la burguesía! ¡El triunfo de la clase proletaria se acerca!

“¡Primo, vamos a los bolos!” Es la frase con la que seguro más de uno recuerda a Roman Bellic. Este personaje de Grand Theft Auto te llamaba en los momentos más inoportunos para pedir que tu personaje y él salieran a divertirse como familia. Sería bastante encantadora su propuesta si no llamara en medio de un tiroteo o de una persecución a muerte. Me encantaría ir a los bolos, Roman, pero por millonésima vez estoy huyendo de la mafia rusa por un problema en el que tú me metiste.

Tampoco debemos olvidar que Roman trajo a Nikko a América a base de mentiras. Bellic le contaba a Nikko en sus cartas que en Estados Unidos estaba viviendo el sueño Americano, rodeado de riquezas y mujeres. No resulta sorprendente que Nikko decidiera perseguir un poco de esa buena fortuna y viajar a América. Su sorpresa sería enorme cuando descubriera las mentiras de su primo, quien vivía en una pocilga infestada de cucarachas sin mujeres y, mucho menos, sin dinero. Aun con todo, Roman Bellic no es tan malo, pero sí necesita tener un mejor control de sí mismo. No todo en esta vida es el boliche, primo.

Solo en dos ocasiones puede ser pronunciada la frase “¡Odio a Gandhi y espero que arda en el infierno!”: A) si eres un inglés del siglo XX que se opone a la liberación de la India y b) si juegas Civilization. Resulta realmente sorprendente cómo un videojuego puede hacer que el simple hecho de ver la imagen de uno de los activistas por la paz más importante del mundo nos llene de una ira incontrolable.

En la popular franquicia de estrategia te enfrentas a muchos de los más importantes líderes del mundo con la intención de crear una civilización que resista el paso del tiempo. Con guerreros y estrategas legendarios como Bismark, Napoleón, Washington, Gilgamesh, Trajano, Tomiris y tantos más como oponentes, no puedes culparnos por considerar a Gandhi como una no amenaza. Sin embargo, todo veterano de Cvilization te dirá que esto es un error grave.

En cuanto este líder de la india descubra el uranio y encuentra la forma de convertirlo en armas de destrucción masiva, el mundo se verá convertido en cenizas. Con el uranio, Gandhi descubre que quizá haya otras formas de doblegar a sus enemigos que por medio de huelgas pacíficas y abusa de ese poder. La sed de sangre que demuestra este líder se debe a un glitch presente en el primer juego: cuando se reducía su nivel de agresividad por cuestiones de gameplay, el valor se convertía en el más alto posible, provocando que ni siquiera Genghis Khan pudiera enfrentarse contra él. El resultado fue tan gracioso que los desarrolladores decidieron conservar algo similar en cada entrega del juego. Cuando decimos “gracioso” queremos decir “estamos al borde del llanto tras ver cómo Gandhi borra nuestras ciudades del mapa con sus bombas nucleares. ¡Pagarás por esto, Gandhi!”

No todas las personas soportan a los bebés en la vida real. Son ruidosos, apestosos y no hacen nada más que comer y dormir. Por eso nos sorprende que Nintendo haya decidido incluir un bebé en uno de sus juegos. Quizá la Gran N pensó que al ser Mario este bebé lo amaríamos incondicionalmente. Si fue así, se equivocaron.

La primera aparición de Baby Mario fue insufrible. Nos sorprende que los Yoshi hayan logrado llevar al infante a su destino sin querer ahorcarlo antes. Y es que Baby Mario comienza a llorar cada vez que Yoshi es atacado por un enemigo. Su llanto es estrepitoso y ahoga todo sonido que hay en la pantalla. Mientras más tiempo tardamos en rescatarlo más nos aturde su llanto y esto complica todavía más la tarea. Yoshi debió haber invertido en un chupón y la aventura hubiera acortado su duración a la mitad. Con el paso del tiempo, Baby Mario se ha vuelto más carismático y hasta disfrutamos su inclusión en Mario & Luigi: Partners in Time y en Mario Kart. Sin embargo, nuestros pobre oídos jamás olvidarán aquella vez donde el horrible llanto de Baby Mario casi nos hace perder la cordura.

Preston Garvey quiere el bien de su comunidad, pero sus métodos no son necesariamente los mejores. En Fallout 4 nos encarga misión tras misión pidiéndonos que rescatemos diversos asentamientos. Como en este juego no podemos negar una misión, tenemos que cumplir sus deseos. Realmente, el error es hablar con Preston. Preston es de esos casos donde más que un mal personaje o uno cruel, se trata de uno molesto e incompetente, cosa que a veces puede ser igual de malo o hasta peor. Preston nos hace el comandante y tiene el descaro de darnos órdenes como si fuéramos peones. ¿Sabes, Preston? Si tanto necesita mi ayuda un asentamiento, quizá sea más rápido que tú vayas y soluciones el problema. ¿No te importa y marcarás el destino en mi mapa? Claro, por qué no. De todas formas ya te odiaba, que es otro poco.

Kail Leng es víctima de esos momentos en los videojuegos donde la historia que quieren contar y el gameplay no empatan. Mientras que Mass Effect 3 quiere hacerte creer, sin éxito, que Leng es genial y siempre va un paso delante de ti, los enfrentamientos que tienes con él son sumamente anticlimáticos pues no se requiere de mucho para poder vencerlo. Entonces, pasar sus niveles sin esfuerzo alguno solo para ver cómo Shepard falla miserablemente como si fuera un general incompetente. Esto nos molesta mucho porque, para hacer peor las cosas, no logra que Kail Leng luzca más intimidante, solo arruina momentos de tensión.

Sin embargo, si hay algo bueno que podemos decir de Kail es que resulta muy satisfactorio tomar la ruta de renegado para poder romper su espadita y apuñalarlo después de que intentó atacarnos por la espalda. ¿Quién es el inútil ahora, Leng? Lo peor de todo es que ni siquiera su diseño es original. Ni siquiera encaja bien con los demás personajes de Mass Effect. Mientras que todos usan armas de fuego, Leng lleva una espada al combate, porque quizá no sea práctico, pero seguro se ve genial. Lástima que el personaje le robe de todos esos atributos de genialidad que la katana podría darle. ¿Kail Leng? Raiden de Metal Gear llamó y quiere que le devuelvas el disfraz.

Ashley Graham es la hija del presidente Graham y fue secuestrada por los miembros del culto de Los Iluminados. El genial Leon Kennedy es encomendado con su rescate y todos los rescates futuros porque esta niña es secuestrada vez tras vez. Ashley es algo mimada y aunque resulte comprensible que una joven en su situación sea consumida por el pánico no la hace menos molesta. Ashley es infame por sus constantes gritos de ayuda “¡Leon, ayúdame!”. Uno pensaría que en momentos como estos aprendería a usar mínimo un cuchillo para defenderse de las amenazas, pero ella se rehúsa a ser siquiera ligeramente útil. Ni siquiera puede excusarse con la edad pues en los sucesos del juego tiene alrededor de 20 años. Ashley, si Clementine puede aprender a defenderse sin ser siquiera adolescente, estamos bastante seguros de que tú puedes echarnos una mano.

Esta chica es tan molesta que si el pobre de Leon es decapitado y su cabeza termina rodando debajo de la falda de Ashley, ella tiene el descaro de llamarlo un pervertido. ¿Acaso eres humana, muchacha? La persona que intenta salvarte es brutalmente asesinada enfrente de ti y tu preocupación es que su cabeza sin vida haya “visto” tus pantaletas. No seas una mojigata, Ashley, y ten tantita empatía.