Los labios de Jynx siempre fueron tema de conversación, pero ahora tiene un rival que no tiene nada para envidiarle. Bruxish es uno de los pokémon que llegan junto al videojuego Sun/Moon, y quizás el “menos agraciado” de esta nueva camada, no solo por sus colores poco armónicos, sino por esa perturbadora sonrisa y pestañas exageradas.

Si vamos al caso, todavía no lo hemos visto “en acción” pero la combinación Agua/Psíquico ya ha demostrado ser interesante. Aunque las ventajas que ve un entrenador, seguro no alcanzan a compensar la pesadilla para los coordinadores.

Desde la ya mencionada primera temporada, nuestro amor-odio hacia los pokémon roedores se ha entrenado tanto como el Pikachu de Ash, haciéndonos amar a ese “ratoncito eléctrico” por ser el protagonista, pero odiando a Rattata por interrumpirnos a cada paso en los juegos.

En este caso, Bidoof es otro de los candidatos que suelen llevarse críticas por su poco inventivo diseño, que únicamente adapta al anime lo que es un castor común y corriente, pero con pelaje un poco más pomposo. Y es cierto, quizás no es de los peores a nivel visual… pero cuando pones todo en la balanza para una batalla, el pobre Bidoof sale perdiendo.

En el mundo pokémon están prohibidas las armas, pero ¿quién necesita un arma cuando tienes un pokémon que es esencialmente lo mismo? Honedge está inspirado en una vieja leyenda oriental, y según el pokédex, no es más que una espada poseída por el espíritu de quien solía blandirla; cosa que no deja de ser “una espada con vida”.

Por si fuera poco, su evolución (Doublade) son dos espadas y hasta puede luego transformarse en Aegislash y ganar un escudo. Realmente, dan ganas de saber cómo alguien llegó a esta idea, que no es mala de por sí, pero poco tiene que ver con lo que alguna vez entendíamos por el estilo pokémon.

En este caso, tomaremos un Burmy en representación de varios otros monstruos similares, que son prácticamente más de lo mismo. Y es que sí, lo que vemos en este pokémon no es nada nuevo, sino que lo tuvimos desde Metapod y Kakuna hasta los más nuevos gusanos y larvas. Por su lado, es entendible que varias especies funcionen de esa manera, pero por otro, realmente no aporta demasiado a un abanico de opciones que uno podría considerar.

Lamentablemente para ellos, este no es un ejemplo que hayamos elegido por lo específicamente negativo de este pokémon, sino por la poca originalidad de sus creadores, cuando ya transcurría la cuarta generación (de paso, intentando sobornarnos con las diferentes apariencias de Burmy, como si fuesen “nuevos pokémon”). Y no es que hoy en día haya cambiado mucho la cosa…

¡Este pokémon es una basura! Y sí, literalmente. Lo que tenemos para decir a su favor, es que todo lo negativo que podamos verle quizás ayuda a reforzar su esencia, y en ese caso habría que elogiar a sus creadores. De todos modos, un pokémon que está formado por residuos no es quizás nuestra primera opción a la hora de elegir un compañero de batallas, y mucho menos si lo vamos a llevar fuera de su pokébola.

Este pokémon artificial nos demuestra que siempre puede haber algo peor que un Muk, y nos da motivos para nunca más demorarnos en sacar la bolsa de basura al contenedor.

Siendo evoluciones, Vanillish y Vanilluxe empatan en el quinto lugar, y aunque tal vez muchos se hayan perdido las últimas generaciones y no conozcan sus nombres, seguro sabrán de lo que hablamos cuando escuchen sobre “el pokémon cono de helado”.

Ya hemos visto otros monstruos directamente pensados a partir de objetos, pero siendo Pokémon un anime cuya premisa eran los monstruos similares a animales, estos helados nos dejan pensando si debemos reír o llorar. No sé qué piensen ustedes, pero hasta Vanillite la cosa podría haberse perdonado. Sin embargo, probablemente quieras evolucionarlo para ganar poder y habilidad, y ya dependerá de ti qué tan alto es tu umbral de dolor, y qué tanto soportas las burlas de entrenadores rivales.

Un conejo con orejas en forma de brazos, las manos puestas sobre lo que pareciera un salvavidas de pelo, y una sonrisa socarrona que te incomoda como pocas otras cosas pueden. ¿Acaso le falta algo más? Diggersby es la evolución de Bunnelby, y, además, es el punto justo entre animales ridículos e ideas escasas que tanto identifican a las últimas generaciones.

Si eres de los que prefiere monstruos que se asemejan a la fauna real, tal vez ya le hayas puesto el ojo a este pokémon; si eres de los que busca entre todos para encontrar a los más “feos” y marcarlos con una cruz para nunca capturarlos, seguramente también.

En este caso hagamos una excepción y obviemos la existencia de Magnemite y Magneton o Voltorb y Electrode. Es que sí, los pokémon artificiales no deberían ser considerados malos simplemente por esa condición, y menos si tenemos en cuenta que ser de tipo Eléctrico les da sentido a sus premisas. No obstante, esos 4 mencionados aparecieron en una época temprana de la serie y cuando aún no se sabía mucho sobre su popularidad futura, mientras que este monstruo de Acero y sus evoluciones, no tienen salvación.

Son engranajes con vida y habilidad de ejecutar ataques… y no lo pienses más, porque no tiene mucha ciencia. Para nosotros, se trata de unos de los peores pokémon en cuanto a su apariencia e idea, únicamente superados (y por amplio margen) por los dos infames exponentes que verás a continuación.

¿Te parecían bastante estúpido crear un pokémon a partir de engranajes? Entonces… ¿qué tal con un llavero? Seguro que es algo que todos verán con buenos ojos, y no hay dudas que todo entrenador pokémon querrá capturar uno de estos para fardar con sus amigos y rivales, ¿no? Pues no. Para nada.

Klefki es famoso por ser uno de los diseños de pokémon más aberrantes que existen actualmente, y como puedes haber notado, sí que hay rivales para disputarle ese “logro”. Sin embargo, poco se pueden acercar a una idea tan ridícula como esta, que nos deja preguntándonos con qué más nos sorprenderán en el futuro.

Y ahora sí, el que para nosotros es definitivamente el peor pokémon jamás creado, incluso cuando es muy poco conocido por quienes le han perdido el hilo al manga, anime o los más nuevos juegos. Binacle es feo por donde se lo mire, y por más que quieras te resultará difícil enamorarte a primera vista de este pokémon. Que, para colmo, tampoco es que mejore mucho al evolucionar en Barbaracle.

A grandes rasgos, son dos “manos” saliendo de una piedra y peleándose una con otra continuamente, para luego transformarse en un monstruo antropomorfo de 5 manos… y es que además de sus patas, tiene una mano en lo que sería su cabeza, y ojos extra en dos de sus manos. Si al doctor Frankenstein le dieran la posibilidad de crear un pokémon, probablemente éstos hubiesen sido los resultados.