Elijo Tokyo Ghoul para el quinto puesto de mi lista ya que, aunque como anime suple bastante bien mis necesidades por conocer esta serie, una vez que el manga se comenzó a publicar en España, compré la colección completa y empecé a entender un poco más la calidad de este. Tokyo Ghoul es una serie que, a mi parecer, tiene muchos elementos necesarios en las series de hoy en día, así como los temas que trata, haciendo uso del papel de la minoría, la aceptación social y casi un poco de alusión a la brutalidad policial a ciertos segmentos de la población.

En cuanto al anime, la primer temporada me pareció fascinante, aunque obviamente se queda corta de contenido e información en cuanto a la sociedad que nos presenta y a la naturaleza de los ghouls en sí. Creo que tiene una gran banda sonora y que narra bastante bien la historia de Kaneki Ken, y cómo por la simple búsqueda de una cita e intentar encontrar el amor, un chico de naturaleza no débil, pero quizás sí tranquila o introvertida, se ve inmerso en una nueva vida que él no quiere llevar. Tokyo Ghoul nos cuenta su sufrimiento no por la renegación, sino por su intento de buscar una alternativa moralmente correcta a la que todo el mundo le ofrece. Creo que eso fue lo que más me llamó la atención de esta serie; eso, y su genial banda sonora, por lo que está el número cinco en mi ranking.

Kyoukai No Kanata en un principio no llamaba nada mi atención excepto por la ilustración y la animación de la serie, puesto que ese estilo es uno de mis favoritos junto con el de Kazue Kato, autora de Ao no Exorcist, o el de Hirofumi Neda, ilustrador de Boku no Hero Academia. Este anime nos cuenta cómo una chica en la Tierra es descendiente de un clan de sangre maldita en el que todas y cada una de las generaciones tienen como objetivo principal buscar a un youmu, un poderoso demonio llamado Kyoukai no Kanata, y eliminarlo. Así, Mirai Kuriyama, la protagonista, conoce a Akihito Kanbara, un chico medio youmu y medio humano que se convertirá en un gran apoyo en la búsqueda.

La principal razón por la que me gusta este anime es que Mirai Kuriyama, a pesar de ser una chica bastante tímida y de aspecto dulce, desarrolla una gran valentía y coraje a lo largo de la serie. Aunque pueda parecerlo, ya que esto ocurre en apenas 12 capítulos, el desarrollo no es ultra forzado o extremadamente heroico. Mirai se hace consciente de su deber en el mundo y de cuán importante es éste por encima de sus propios sentimientos, aprendiendo a tomar decisiones difíciles teniéndose en cuenta a ella misma primero, a sus necesidades. Así es como Mirai se convierte en uno de los personajes más entrañables, cariñosos y al mismo tiempo más viscerales y valientes de los animes que he visto. Por ella, por los desnudos de Hiroomi Nase y por la estupenda banda sonora que acompaña a la serie, Kyoukai no Kanata se coloca en el cuarto lugar.

Fullmetal Alchemist: Brotherhood es otro de mis animes favoritos porque lo descubrí en una época muy especial de mi vida. Tiempo atrás intenté ver la primera temporada de Fullmetal Alchemist y, para mí, se había convertido en una de estas series que pensaba que nunca iba a ver; en 2015 me recomendaron Brotherhood, y cuando la empecé a ver no pude parar. Tras ver lo bien narrada que estaba, no pude evitar seguir con ella hasta el final, y nunca me defraudó. Ninguno de sus arcos, personajes, héroes o enemigos pasan desapercibidos.

Además, el ambiente en el que se desarrolla y la temática de la serie son algo que, personalmente, llaman mucho la atención. La alquimia y la representación de ésta en libros y series es algo que despierta mi curiosidad, pero además, siento una conexión especial con el personaje de Alphonse Elric, el alma de un niño encerrada en una armadura enorme, por lo que en general su aspecto es el de un grandullón con alma infantil y amante de los animales. El último motivo —pero no por ello el menos importante— por el que Fullmetal Alchemist: Brotherhood se encuentra el número tres de mi lista, es por sus geniales openings, ya que soy una persona que incluso suele saltarse algunos cuando no son de su agrado... y pocas veces me atreví a saltarme uno de este grandioso anime. ¿Preguntáis por mi favorito? El tercero, con la canción Golden Time Lover de Sukima Switch.

Esta obra quizás sea la primera de la que tengo recuerdos de “anime” como tal, y es que, cuando era pequeño y emitían Cardcaptor Sakura en la televisión, podía permanecer pegado a ella, horas antes esperando y viendo todo lo que emitían previamente solo para no perderme ni un solo segundo del capítulo. Recuerdo siempre soñar con tener los mismos poderes que Sakura tenía y jugar con mis compañeros de colegio a fingir que nosotros mismos éramos maestros de las cartas de Clow.

Hay muchas razones por las que este anime está en mi lista. La primera de ellas es el excepcional y exquisito dibujo de CLAMP, quienes crearon un universo único y prepararon a una generación entera de niños para lo que en un futuro sería uno de sus mayores hobbies, el anime. Creo que es un orgullo y una suerte que uno de los primeros animes que alguien vea sea de CLAMP. El diseño de las Cartas Clow es otro de los mayores atractivos de este anime para mí, pues está muy cuidado y es delicado a la vez que feroz en algunos casos, y la animación de las cartas y sus poderes siempre me dejan boquiabierto. También el personaje de Shaoran Li, quien pudo ser uno de mis primeros crushes de pequeñito, y ver su relación con Yukito siempre me hacía sonrojar a mí también. Por último, sus tres míticos openings que siempre conseguía balbucear en japonés y la genial banda sonora. Agradezco a este anime haberme descubierto este gran y maravilloso mundo de la animación japonesa.

En el número uno de mi lista se encuentra Mahou Shoujo Madoka Magica, un anime sobre chicas mágicas que poco tiene que ver con el concepto al que este género nos tiene acostumbrados. En este anime conoceremos la historia de Madoka Kaname, una chica de instituto que, tras un extraño encuentro con otras chicas y una extraña criatura, se ve envuelta en una encarnizada lucha entre las chicas mágicas de su ciudad y las Brujas. Estas criaturas implantan desesperación en una persona y las encierran en una barrera mental para acabar con ellas. Madoka debe decidir si hace el contrato para convertirse en chica mágica, a cambio del cual se le concederá un deseo, sea cual sea.

Desde que era pequeño he sido un gran fan de los animes de chicas mágicas, como Ojamajo Doremi o Cardcaptor Sakura. Además, siempre he tenido ese concepto en mi cabeza de chicas mágicas que utilizan sus poderes para luchar contra un mal mayor pero que, para ellas, ser una chica mágica no supone otra cosa más que tener una doble identidad que ocultar, verse alguna que otra vez en peligro y poco más. En Mahou Shoujo Madoka Magica, el tono oscuro de la serie, el origen de los enemigos y lo que mueve la serie en general, generan más interés en mí de lo que jamás ha hecho otro anime. El apartado artístico de la serie me parece precioso, y así como el dibujo a veces puede parecer un poco simple, los recursos parecidos a un scrapbook con los que están diseñadas las barreras de bruja me parecen una delicia. Este anime va acompañado de una extensa lista de temas a modo de banda sonora, la mayoría orquestales y realmente preciosos, y por eso más todo lo que dije, está el primer lugar.