SAO es un anime que está en mi mente por lo que significó la primera vez que lo vi, todo de un tirón porque no había tenido tiempo de disfrutar los primeros 4 episodios, y para no verme 5 de corrido y quedar a medias entre el vicio y la ansiedad, preferí esperar y verlos todos juntos al término de la primera temporada. Como alguno habrá notado en mis artículos, me encantan los videojuegos y especialmente los de rol, por lo que un anime dedicado a los MMORPG es siempre un éxito comercial en mi corazón.

La aventura de Kirito y su romance con Asuna es, básicamente, la historia que todo gamer soñó alguna vez. Que luego en la realidad las chances de sobrevivir o encontrar el amor sean ínfimas, nadie lo duda, pero por eso podemos poner todas nuestras fantasías en cada episodio de esta saga. Se trata de cómo un personaje se transforma en héroe de la noche a la mañana, pero me atrae también todo lo que eso implica en el entorno, desde las presiones hasta la admiración que se genera en sus amigos o el mundo en general. ¡Sword Art Online es ese anime del que podría verme chorrocientas temporadas!

¿Ya dije que amo los videojuegos? Por eso, las novelas visuales fueron, ya hace años, mi primer contacto con el anime… sí, incluso antes de series como Dragon Ball, Gundam, Sailor Moon, y todas esas que la gente suele nombrar como si “introducción al anime”. Más cerca en el tiempo, descubrí la saga de novelas de ciencia y cada adaptación al anime me pareció genial, pero por haber sido ChäoS;HEAd el juego que me introdujo a esta franquicia, quizás mi visión es bastante imparcial y me quedo con su anime. Vamos, Steins;Gate mola muchísimo, pero este es el primer amor.

Como pasa en estos casos, la historia del anime está muy diluida y 12 episodios resultan muy pocos, pero hay elementos que me hacen perdonar todo. Las escenas de los asesinatos son intrigantes y morbosas, la locura de Takumi se trabaja muy bien con su relación hacia Seira-tan, y el final no está nada mal para lo que podría haber sido. Confieso que he visto esta serie más de 3 veces, y la recomiendo a todos los que quieran adentrarse en este mundo tan complejo de las novelas visuales.

Otra cosa que me interesa bastante es la política, y de hecho llegué a estudiar ciencias políticas por un par de años. Creo que cada anime que tiene este tipo de tramas son perfectos para usarlos como metáfora de la vida, y Code Geass nos da muchas enseñanzas en ese sentido. Vale, hay poderes extraordinarios de por medio y varias cosillas de fantasía, pero es eso justamente lo que destaca a esta serie del montón. Al principio te encariñas con ciertos personajes y luego te replanteas todo, porque sabes que el amor y el odio en estos animes siempre depende del punto de vista del narrador.

¿Alguien puede cuestionar a Lelouch como uno de los mejores personajes de anime en los últimos tiempos? ¡Hasta su nombre es fuera de lo común! Como lo vi ya en mi adolescencia, lo tomo por el lado más serio de la cuestión, pero a la vez amo este anime porque me consta que si lo hubiera conocido en mis años de niñez, me pasaría los días correteando por ahí mientras imagino tener un Geass y molestar o ayudar a la gente. Si bien no tiene tanto mérito como para ponerlo en el top 5, también debo confesar que me encantó el OVA de Nunnally in Wonderland.

Esta es la opción menos obvia, pero es la que no podía evitar. Chrno Crusade es, al menos entre las personas que conozco o con las que he hablado alguna vez, un anime bastante infravalorado y poco conocido, pero del que creo se pueden rescatar muchísimas cosas positivas. La verdad es que nunca me gustó mucho el diseño de Chrno, pero podría decir sin pudor y con toda certeza que la Hermana Rosette es mi personaje favorito del mundo del anime; hermosa, ingenua, pero muy valiente e inteligente.

La historia de Chrno Crusade escoge muy puntualmente los clichés y los presenta de una manera disimulada y hasta novedosa en algunos casos, con una trama consistente. Todos los personajes son atractivos y nos generan ganas de saber más de ellos, desde la pequeña y dulce Azmaria hasta Joshua o Remington, sin olvidarnos de Aion. Aunque este anime está lleno de aventura y buena dosis de romance y comedia, sabe cumplir cuando le toca ponerse oscuro, y los capítulos finales son simplemente imperdibles… ¡me estoy mordiendo la lengua para no spoilear!

Lo siento, no hubo mucha sorpresa aquí. Para mí, el mejor anime que ha existido es Dragon Ball Z, con todo lo que se puede pedir en un Shounen y más, porque hasta cambió los paradigmas y se estableció como un clásico para el que no pasa el tiempo. Como saga, Dragon Ball ha tenido altos y bajos, pero es en DBZ donde conocemos los picos de excelencia: Freezer, Vegeta, Cell, la aparición del Super Saiyajin y el momento de gloria de Gohan… ¡hasta la fusión de Goten y Trunks es maravillosa! Este anime sentó las bases para todo lo que vino después, tanto dentro del propio anime como en otras series del género.

Pues bien, en un anime donde puedes nombrar tantas cosas fabulosas y todavía no hemos ni siquiera hablado del protagonista, sin dudas es algo especial. Goku es lo que todos queremos ser, tanto en sus momentos grandiosos como héroe o cuando simplemente lo vemos como un padre de familia o un amigo más en el grupo. Con el listón tan alto, Akira Toriyama cavó su propia fosa y ahora cada vez esperamos cosas mejores y originales… cosas que no siempre suceden. Lo cierto es que, si un día estamos haciendo zapping y nos cruzamos con viejos capítulos repetidos de Dragon Ball Z, la gran mayoría de nosotros nos detenemos a verlos, y eso habla a las claras de lo afortunados que fuimos de conocer el auge de Dragon Ball Z, en plena década de los 90.