“Y una cosa estaba totalmente clara: la vida jamás había sido tan dulce". Aunque esta frase es conocida por su aparición en la película Charlie y la Fábrica de Chocolates, también es una referencia válida para describir al primer anime de esta lista. Tamako Market es simplemente una obra de arte, una joya de la animación que nos deleita con sus coloridos ambientes urbanos y una banda sonora inigualable, un Recuento de la Vida que sin duda vale la pena volver a ver una y otra vez (y cada vez descubrir algo distinto).

Pero, ¿por qué considero a este anime como uno de los mejores? ¿Por su moe? De acuerdo, la ternura de sus personajes es algo que me encanta, pero creo que más que eso son las formas en las cuales los habitantes del Distrito Comercial de la “Montaña Conejito” viven su día a día y aprenden a resolver sus problemas con mucha armonía... ¡y una gran sonrisa! Sí, y ten por seguro que la mutua confianza entre los ciudadanos y su gran vocación de servicio son algunos aspectos que harán que te enamores de esta serie.

¿Qué aprendí de este anime? Que la vida puede ser muy sencilla y tranquila, y que debemos valorar los momentos que pasamos con nuestros familiares, vecinos y amigos. Solo así, nuestra vida podrá ser tan dulce como un suave y delicioso mochi.

Pocos animes de Romance plantean la cuestión de la búsqueda de la identidad propia de una forma tan directa y explícita como Ao Haru Ride. Y de hecho, considero que esta historia va mucho más allá del típico romance entre adolescentes confundidos. Tanto Futaba como Kou sufren un cambio de personalidad producto de las particulares experiencias personales que les ha tocado vivir. ¿Quiénes somos realmente? ¿Es posible seguir enamorado de alguien cuando la otra persona ha cambiado su personalidad y probablemente su ser?

Al poner sobre la mesa esta interesante cuestión podemos encontrarnos con un punto que pocas veces percibimos, y que es algo que nos enseña muy bien el budismo zen: todo está sujeto a las leyes de la impermanencia y del cambio. Como hemos visto en animes como Byousoku 5 Centimeter o Nisekoi, nuestros sentimientos de amor pueden cambiar de la infancia a la adolescencia, y más aún de la infancia a la juventud. Si alguien te quiso cuando eras niño o adolescente, es muy posible que con el pasar del tiempo, la persona misma y sus sentimientos no sean los mismos. A pesar de ello, en el anime sí encontraremos muchas series de amores de infancia y de la adolescencia que perduran en el tiempo hasta la eternidad.

Enamorarse es difícil, más aún cuando uno mismo ha cambiado y la otra persona también. ¿Pero qué hacer si pese a esto seguimos sintiendo lo mismo? Pues, ¡seguir adelante! Sí, otra de las grandes lecciones de Ao Haru Ride es que debemos ser sinceros no solo con nosotros mismos, sino también con nuestros deseos y sentimientos. En lo particular, he disfrutado mucho del soundtrack de este anime, así como de su ambientación: la incesante lluvia en la tarde, los verdes paisajes en los paseos escolares, los típicos salones de clase y las románticas noches en la urbe.

Romper con los clásicos estereotipos, cuestionar nuestras formas de convivencia, mostrar lo complejos y multifacéticos que pueden ser algunos personajes, exponer la fragilidad de nuestras relaciones interpersonales… ¿hay algún anime que sea tan especial y al mismo tiempo tan entretenido como Oregairu? Puede que por el momento no. Sin embargo, podemos estar seguros de que esta excelente serie es de aquellas que perdurarán en el tiempo por la singular forma de ver el mundo de algunos de sus protagonistas.

Hikigaya es, probablemente, uno de los personajes con quien muchos se hayan identificado en la escuela secundaria o preparatoria. Ser calculador, poco empático, pesimista y estoico son algunas características que lo definen y que combinan muy bien con su cabeza gacha y su posición algo encorvada. Junto a él, nos encontramos a la risueña, optimista y alegre Yuigahama y a la inteligente, fría y sarcástica Yukinoshita, todos ellos interactuando y ayudando a los demás en el Club de Servicio Voluntario.

Existen tal vez cientas de enseñanzas sobre diversos aspectos de la vida en las dos temporadas de esta serie, pero solo les mostraré un par que me parecieron las más resaltantes. La primera gran lección de Oregairu es que nuestras relaciones en la juventud pueden ser ilusiones, sustentadas en lo superficial, bastante frágiles e incluso a veces forzadas para mantener un status quo. La segunda lección, complementaria a la anterior, es que debemos buscar lo real y genuino en nuestras relaciones. Probablemente, esto último sea uno de los puntos más confusos de la serie, pero me atrevo a decir que lo “real y genuino” está relacionado a quitarnos la máscara que no nos permite mostrar quienes verdaderamente somos y lo que realmente sentimos.

En el mundo de fantasía de Kyoukai no Kanata, los youmu son criaturas espirituales que se manifiestan como consecuencia de las emociones negativas de la humanidad. Es aquí donde entran los guerreros del mundo espiritual para combatirlos y también ganar algo de dinero con sus victorias. En esta trama sobrenatural, cargada con mucho moe y escenas de acción espectaculares, Mirai, Akihito, Mitsuki y Hiroomi tendrán una importante misión en la cual el futuro de la humanidad estará en sus manos. ¿Lo lograrán?

Además de las espléndidas batallas y las cacerías de monstruos, este anime también destaca por su tierno romance, las complejas relaciones que se forman entre los protagonistas y el toque Slice of Life que añade, con un balance perfecto, momentos de paz y tranquilidad en medio del caos. Extraordinaria animación, fascinante banda sonora. ¡Un anime completo y de muy alta calidad!

En medio de esta aventura surge una gran interrogante: ¿puede el amor trascender nuestro destino e incluso a la muerte misma? Esta fue una de las preguntas que me hice al terminar tanto este anime como su película (la cual no puedes dejar pasar si has visto la temporada completa). Lo que concluí fue que estar realmente enamorado nos lleva a realizar proezas increíbles, a veces incluso superando nuestros límites para ayudar o salvar a la persona que amamos. Más allá del resultado final de nuestras acciones, lo que realmente importa es qué tanto hemos dado de nosotros mismos, aún frente a mínimas posibilidades de éxito o serios peligros que podríamos enfrentar.

Hibike! Euphonium es simplemente uno de los mejores animes que he visto en toda mi vida. Podría terminar la descripción de este anime con esta última oración, pero les contaré un poco sobre lo que me encanta de esta serie y qué he aprendido de ella.

Para quienes amamos la música, tanto escribirla como escucharla, es inevitable sentir una profunda identificación emocional con las diferentes circunstancias y conflictos que se desarrollan a lo largo esta serie. Este anime visibiliza de forma bastante clara lo difícil que puede llegar a ser integrar una banda escolar. No solo implica saber tocar un instrumento, sino también asumir ciertas jerarquías, esforzarnos de forma constante y ardua y relacionarnos con diversas personalidades en proceso de formación. Con todo ello, considero que Kyoto Animation ha logrado capturar a la perfección la esencia de la vida de una orquesta escolar.

La extraordinaria atención a los más finos detalles es uno de los aspectos que más me encantaron de esta serie. Desde los diseños de los personajes, los paisajes naturales y urbanos y las interpretaciones musicales en distintos ambientes (auditorios, marchas escolares y una estación de tren), el arte de este anime probablemente no te deje ni parpadear, y estamos seguros de que pensarás volver a ver esta historia más de una vez.

Finalmente, ¿qué nos enseña este anime? Algo muy sencillo de decir y muy difícil de hacer: trabajar mucho por lograr nuestras metas y objetivos sin perder de vista que también podemos disfrutar de este proceso, fortaleciendo amistades, desarrollando nuestras relaciones interpersonales, compartiendo momentos inolvidables con nuestros compañeros y creando recuerdos para el futuro. Simplemente, perfecto.