Skip Beat!, fue una serie que llegó algo tarde a mi vida. Comencé a ver anime desde los 9 años, cuando comenzó la llamada por muchos “época dorada del anime” en latinoamérica. El problema de ver anime desde que eres muy joven, es que llega un momento donde te topas con un grupo de series muy parecidas y todo te parece monótono o bastante predecible. Fue en un momento así de mi vida donde Skip Beat! llegó a mis manos y llegó a revolucionar mis días y mi concepto de lo que un Shojo sin Magia puede llegar a ser.

Con un argumento simple y básico, pero muy bien cuidado y cargado de toneladas de humor, esta serie me hizo: llorar de la risa, frustrarme con la protagonista, aprender acerca del mundo de la actuación, con el cual no estaba muy involucrada, y antes que nada entendí y aprendí el sentido de una frase que una vieja amiga me repetía siempre y que ha marcado mi vida hasta hoy “maldad con estilo”, y es que amé el sentido de venganza de Kyoko e intento seguir su ejemplo a diario en mi día a día.

Sé muy bien que un anime como Inuyasha, no solo marcó mi vida sino la de muchos. Esta serie fue como una especie de adolescencia en mi forma de ver anime. Explicándolo de mejor forma, representó la transición entre los anime que veía de niña solo por gusto, a tener la capacidad de tomar en cuenta otros matices de una obra como la calidad de los argumentos, el equilibrio de emociones en una historia, entre otras cosas.

Si algo me marcó de Inuyasha, fue ese equilibrio de las emociones, fue entonces cuando aprendí que amo los animes, que me pueden brindar de todo un poco en un mismo paquete: Drama, Acción, Comedia, Romance y lo que sigue, porque todo eso y mucho más es lo que contiene este anime. Sumado a esto, se los digo, he cantado un montón de canciones de anime, pero la banda sonora de Inuyasha ¡me mató!, Me conozco casi todas las canciones, porque las amé y es uno de los pocos animes donde me gusta más las canciones en español que en japonés. Por último debo agregar algo más, ¡te amo Sesshomaru, cásate conmigo!

¡Sakurita! No podía hacer este top sin hablar de Cardcaptor Sakura, este fue uno de las series que marcó mi más tierna infancia, y que me hizo amar el anime, hasta convertirme en la mounstro come series que soy el día de hoy. No tengo palabras para explicar lo que este anime me hizo soñar, las veces que ese “pase lo que pase estará bien” me consoló cuando más lo necesitaba y lo tranquilizador y divertido que era gritar a todo pulmón “¡libérate!” Así tu familia u amigos no otakus (esa cuerda de muggles) te creyeran loca.

Con este anime, fue que conocí, en mi joven entendimiento, lo que era un ¡festín de Bishounens! Tenía la misma edad de Sakura cuando vi la serie, y de verdad que me la pusieron bien difícil para elegir entre Syaoran, Eriol, Yukito y Touya, aunque ya con la adultez entendí que los dos últimos, siempre fueron inalcanzables, partiendo solo mi corazón entre Syaoran y Eriol y dejándome con un poquito de ganas de explorar nuevos horizontes con Fujitaka.

Samurai X, es uno de esos animes que me recuerdan al libro El Principito. Todo el mundo dice de ese libro, que entendieron una cosa cuando eran pequeños, pero que cambió su perspectiva al re-leerlo siendo ya adultos, entendiendo otras cosas que en medio de la inocencia no se habían percatado de que estaba reflejado. Algo muy parecido me pasó con Samurai X, la vi por primera vez cuando tenía 10 años y me impactó enormemente y sufrí un “segundo impacto” tipo Evangelion cuando la vi de nuevo como adolescente.

De niña, me maravillé con la nobleza de Kenshin y quise tener un hermano mayor como él, me enamoré de Aoshi aunque fuera un viejo para mí y me divertí por montones con el resto de los personajes, sumandole a que a partir de entonces mi sueño siempre fue tener una katana (¡y lo conseguí!) Ya de adulta, me percate de todos los trasfondos que me había perdido, llegué a llorar con la muerte de Yumi por amor y posteriormente de Shishio, porque aunque era un enemigo, este anime me enseñó que todas las formas de pensar se deben respetar y que el honor va más allá que la gloria. Por último no puedo terminar sin decir, que este anime tiene mi primera banda sonora favorita y que hasta el día de hoy rockeo con ella.

Ya para terminar, tengo en primer lugar, un anime que reúne todo los que les he dicho que me gusta en una serie: un excelente argumento, ese equilibrio de emociones que parecen una montaña rusa porque te ríes y al minuto siguiente estás llorando, la capacidad de hacerte soñar con un tipo de magia sobrenatural, la enseñanza de que la vida es un “intercambio equivalente” y que la ambición así sea por buenos motivos puede costar muy caro, todo eso y mucho más es lo que dejo en mi Full Metal Alchemist convirtiéndolo en mi anime favorito.

Este es una de esas series, que no importa cuando lo veas el impacto de su historia te llegara el corazón. Soy de las ñoñas, que junto a muchos otros llora cuando escucha la canción Bratja y recuerda ese profundo amor de los Elric hacia su madre, y ni qué decir del resto de la excelente banda sonora. Risas, Drama, Acción, y mucho más todo en un solo anime, que nunca podrás olvidar, combinado con unos personajes espectaculares, que no importa si son secundarios o primarios, TODOS te robarán el corazón, ¡hasta el perro!.