La historia de la villa Blue Moon es digna de ser contada a quienes no hayan jugado Suikoden, pero también para explicar los orígenes de Neclord. A esta villa, liderada por Sierra Mikain, llegaban personas desanimadas y con instintos suicidas, a los que ella transformaba en vampiros —sus nuevos amigos— mediante una poderosa runa, ofreciéndoles una nueva vida en la pacífica localidad. Gracias a esta runa, los vampiros no necesitaban alimentarse de sangre y podían vivir en paz, alejados de la sociedad.

Uno de esos vampiros era Neclord, pero en lugar de vivir tranquilo decidió hacerse con la runa y buscar más y más poder. Por otra parte, el resto de vampiros vio cómo su instinto despertaba y se veían obligados a predar en busca de sangre. Con los vampiros muertos o alejados de la villa, Neclord finalmente pudo establecerse como líder, y así se transformó en nuestro principal enemigo del juego. Este vampiro tiene tanto poder que nos lo demuestra cada vez que lo cruzamos, y solamente podemos vencerlo gracias a la espada Star Dragon.

Aunque existen varios juegos de peleas que tienen personajes vampiros, Slayer de Guilty Gear XX está bastante por encima de los demás. Bueno, quizás en cuanto a poder de combate podríamos debatirlo, pero si es por su historia seguro que no hay quien pueda hacerle frente. Por más que tiene varios guiños a los vampiros clásicos en su atuendo, este hombre tranquilamente podría hacerse pasar por uno de nosotros, haciendo que su inmortalidad no le juegue en contra a la hora de mantenerse a la moda.

Amante de todo lo refinado, Slayer está lejos de ser un asesino y encuentra paz en las artes y todo lo bello. Hace ya muchos años, fue el fundador del Gremio de Asesinos, pero lo ideó con un objetivo muy distinto a lo que se ha convertido últimamente, por lo que hace lo posible por corregir su rumbo. Hoy por hoy, se lo puede ver siempre junto a su hermosa esposa Sharon, quien además lo provee de la sangre necesaria.

La característica hasta aquí son los vampiros no convencionales, ya sea por la forma en que alcanzaron su nueva vida o por cómo llevan adelante su deseo de sangre en contraposición a lo que todos conocemos de los vampiros clásicos. Por ejemplo, hablemos ahora de Jericho Cross, un vampiro que no abandona su humanidad y busca una cura a su maldición. Ah, claro, también conocido por ser uno de los pocos vampiros que usan armas de fuego y no sus habilidades metahumanas.

Este personaje, protagonista de Darkwatch, era un bandido del Lejano Oeste que pretendía abandonar su vida criminal con un último trabajo, hasta que algo salió mal. En ese incidente, no solo liberó al poderoso Lazarus Malkoth sino que éste lo mordió y lo transformó en vampiro, algo que Jericho ni siquiera imaginaba. Así, este forajido comienza una nueva aventura que dista mucho de cualquier otro juego de vampiros. Y claro, podríamos habernos quedado con el propio Lazarus al ser un vampiro virtualmente inmortal y el más poderoso de su clase, pero tampoco perderíamos la oportunidad de consagrar al vampiro que usa pistolas, rifles y ballestas.

¿Alguien habló de vampiros que buscan redención? La historia de Kain es similar a la de Jericho Cross, aunque con algunas diferencias importantes. Este personaje, una vez humano y aristócrata, murió de forma cruel y poco tiempo después volvió al mundo de los vivos —gracias a Mortanius— como vampiro, sediento no solo de sangre sino también de venganza ante sus asesinos. Su viaje ya no sería por desquitarse con quienes acabaron con su vida, sino también por ayudar a la tierra de Nosgoth y con suerte recuperar su humanidad.

Lo más curioso de Kain es que, si bien al principio reniega de su vampirismo y busca fervientemente una cura, poco a poco va cambiando de parecer y entendiendo su verdadero rol, al punto de considerar su nuevo estado como una bendición para alcanzar sus nuevos objetivos. Con mucho del destino haciendo su obra, Kain da pie a una saga de muy buenos juegos, donde también aparece su amienemigo Raziel.

¡Oh, sí! No seremos los más originales del mundo, pero si existe en el mundo de los videojuegos una representación del mejor y más famoso vampiro de la ficción, ¿cómo no elegirlo como la cabeza de nuestra lista? En el lore de Castlevania, Drácula fue alguna vez Mathias Cronqvist, un gran guerrero que perdió a su esposa y, ante su muerte, se rebeló ante su dios. Desde ese momento, la ira despertó en él su lado vampírico, dedicado únicamente a traer el caos como venganza.

Cuenta la leyenda que Drácula regresa a Castlevania, su castillo, una vez cada 100 años, época en la que reina el mal si es que no aparece un héroe que se encargue de él. Por suerte, allí surge Simon Belmont, portador del mítico látigo que pone fin a los vampiros. Obviamente, la saga se ha extendido y Transilvania ha tenido varios otros encuentros con vampiros o el propio Drácula, demostrando no solo que se trata de un fantástico videojuego, sino también consolidando al personaje creado por Bram Stoker como el mejor vampiro de todos los tiempos, sin importar el medio en el que se lo represente.