La temporada de otoño 2017 nos ha traído gratas sorpresas a muchos. Desde profundos Recuentos de la Vida como la segunda temporada de 3-gatsu no Lion o excelentes Comedias como Himouto! Umaru-chan R, en estos meses hemos tenido la oportunidad de disfrutar de la buena animación japonesa en todo su esplendor.

Sin embargo, series como Animegataris son la otra cara de la moneda. ¿Por qué? Pues este anime no solo ha generado altas expectativas por su trama de “un anime sobre otakus”, sino que ha terminado decepcionando a varios por algunas razones que detallaremos en el siguiente artículo.

En primer lugar, uno de los principales errores de Animegataris ha sido el desarrollo de sus protagonistas. Desde los primeros capítulos, es evidente qué rol específico va a jugar cada uno de los personajes y cómo va a enfrentar diversas situaciones. Por ejemplo: Minoa es la chica novata, Miko, la fujoshi, Kai, el chuunibyou, Kouki, el galán bishoujo, Arisu, la chica rica y Erika, la senpai cosplayer.

A diferencia de la vida real, donde los otakus tienen personalidades complejas, especiales y diversas, en esta serie nos encontraremos con personajes con actitudes simples, predecibles y extremadamente cliché. ¿Acaso los fanáticos del anime son realmente así?

Otra de las razones por las que Animegataris falla como anime de otakus es su desmedido fanservice. No está mal contar con escenas algo subidas de tono, pero sí el fiarse de éstas para intentar mejorar la popularidad de un anime.

Por supuesto, este no es un anime de Ecchi o Harem, por lo que muchos hubiéramos preferido que esta serie destaque más por su buena trama o sus divertidos gags que por sus exageradas tomas a los pechos de Miko o sus escenas en las aguas termales.

Aunque podrías mencionar varios vacíos argumentales, en este punto te mencionaremos los dos que más nos han llamado la atención:

Por un lado, tenemos al gato que habla: ¿a Minoa no le parece totalmente raro? Claro, acostumbrarse a las excentricidades de tus amigos del club no es nada del otro mundo, pero, conversar y recibir consejos de un gato parlanchín al que acabas de conocer, ¿es realmente posible?

Otro de los grandes vacíos que encontramos en este anime ocurrió en la presentación del cortometraje animado del club. Al no tener el ending terminado y sólo contar con la música, a Kouki se le ocurrió la genial idea de presentar una coreografía que acompañe a la música. Por supuesto, el club lo logró sin ningún ensayo y con un vestuario a la medida. ¿Casualidad?

Si hay algo que no podíamos dejar de mencionar es el final de esta serie, tal vez uno de los peores finales que puede tener una ligera Comedia Escolar. En pocas palabras, el mundo real y el mundo del anime coexisten en paralelo y, en una especie de pelea interdimensional, Minoa debe recuperar la boina del dios del mundo para volver todo a la normalidad, mientras que Kouki solo quiere dejar de llamarse “Aurora”. Bastante disparatado, ¿verdad?

En medio de todo este caos, las constantes referencias y parodias a otros animes no hacen más que complicar la situación. Y claro, además de tener una lógica poco entendible para la mayoría, en esta parte del anime es donde presenciaremos la mayor cantidad de vacíos argumentales. Así que, si disfrutaste de al menos los primeros capítulos de este anime, ¡te recomendamos saltarte el final!