En Is the Order a Rabbit? Kokoa empieza una nueva escuela en un nuevo pueblo. El lugar donde va a vivir y trabajar es un café llamado Rabbit House. Ella se pone loca de contenta imaginando que el lugar va a estar lleno de conejos que va a poder abrazar a sus anchas, pero la realidad es que es un café como tantos otros, en donde sólo hay un conejo llamado Tippy y la pequeña Chino. Ahora Kokoa debe aprender a hacer un balance entre sus estudios y el trabajo en Rabbit House, en donde debe atender a los clientes y dedicarse a intentar dominar el arte del café. En el proceso, conocerá a un montón de amigas que van a hacer de sus días toda una aventura.

Si quieren meterse de lleno en el mundo de la infancia que representan las Lolis, recomiendo mucho que vean este animé, en donde van a encontrar una gama muy amplia de personalidades que apuntan hacia ese mismo lugar. Chino, por ejemplo, es una Loli callada y tranquila, que lentamente se va abriendo hacia Kokoa. Es una chica muy madura a pesar de su corta edad, aunque Kokoa la trata y la cuida todo el tiempo como si fuera su hermanita menor, haciendo que se enoje.

Kokoa es un desastre andante, pero siempre es muy optimista e intenta dar lo mejor de sí. Tiene actitudes muy infantiles y tiende a exagerar las cosas. Sharo es una chica muy insegura respecto a su imagen física y tiene miedo de lo que las demás personas puedan llegar a creer de ella. También tiene mucho miedo a los conejos, y se pone hiperactiva cuando bebe café. Esas actitudes y su vulnerabilidad la hacen adorable. Rize es una chica fuerte que siempre va hacia delante, pero también es muy insegura. Con todo este abanico de personalidades en este animé van a conocer el cielo de las Lolis.

“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.” Fragmento inicial de “Lolita”, de Vladimir Nabokov.

En el año 1958, un escritor ruso llamado Vladimir Nabokov escribió un libro llamado Lolita, en donde hablaba de un tema muy particular que hirió bastante la moral de la época: el amor entre un hombre mayor y una chica preadolescente. En el libro, un profesor de nombre Humbert Humbert se compromete con una mujer, pero al conocer a su hija, una niña de doce años llamada Dolores, cae perdidamente enamorado de ella más allá de todo límite racional o ético, y su pasión, sumada al frágil estado de su mente, desata una historia turbulenta.
Nabokov describe a Lolita como una nínfula: un término que inventa para hablar de aquellas chicas de entre nueve y catorce años de edad que, con su apariencia inocente, su coquetería, su picardía, y sensualidad, seducen aún contra su voluntad a hombres mayores, haciéndose desear. Pero, si bien lo que conocemos por Loli en el manga y el animé tiene sus primeras (y lejanas) raíces ahí, lo que significa hoy en día está totalmente alejado de lo erótico o de lo perverso. Más bien el término cambió tanto que, podríamos decir, extrajo un contenido luminoso de una noción que en un principio no lo era.

En 1962, el director Stanley Kubrick hizo una película basada en el libro, en donde tuvo que representar a Lolita como una chica de catorce años para evitar herir la moral. Pero no fue sino hasta 1997 cuando, después de que hicieran un remake, la película entró en Japón y llegó a poblar el imaginario de los mangakas y animadores, aunque recrearon su significado y lo convirtieron en algo muy propio y diferente.

Taiga Aisaka es demasiado chiquita. A pesar de estar en la secundaria, parece más bien una chica de primaria. Eso hace que todos la vean como a una ternura, pero su personalidad es todo menos eso. Taiga es una chica muy fuerte y para nada frágil, temida por muchos de sus compañeros de escuela, quienes la conocen como Palmtop Tiger. Es un ejemplo perfecto del tipo de personalidad Tsundere, y eso entra en conflicto al mismo tiempo que realza su lado Loli.

Ryuuji Takasu es un compañero de clase a quien todos consideran un delincuente por su expresión seria e intimidante, pero en realidad es alguien muy amable. Después de que sus vidas se cruzan, él se dedica a cumplirle todos y cada uno de sus caprichos a Taiga. Ella no tiene piedad, y además de inmadura como una niñita, es muy demandante. Fíjense que el pobre de Ryuuji hasta tiene que ordenarle la habitación o vestirse de oso para ella. Sin lugar a dudas es la combinación más explosiva, una Loli con personalidad Tsundere. Pero también es adorable, y poco a poco nos vamos acercando más al interior cálido de Taiga, oculto bajo la máscara por la que todos la conocen.

Hoy en día, en el animé, una Loli es algo totalmente distinto de aquella Lolita de la que Nabokov hablaba en su libro. La transformación empieza desde la esencia misma: donde él hablaba de atracción por las niñas jóvenes, el animé actual habla de atracción y celebración de toda esa gama de cosas preciosas que representa la infancia. Inocencia, ternura, despreocupación… todos quisiéramos volver a esa vida, y las Lolis están ahí para traérnosla de vuelta y recordarnos cómo era, tal como si cargaran con ellas una brisa de aire puro que atenúa y llena de gracia el ambiente. Y es que la mayoría de las veces representan eso mismo: la pureza.

Ellas suelen tener rasgos delicados y cuerpos poco desarrollados, haciendo parecer que su crecimiento se paró en algún punto mientras los demás a su alrededor siguieron estirándose de forma natural. Suelen estar dibujadas de forma muy tierna, con ojos todavía más grandes y expresivos de lo normal, mejillas que se sonrojan con facilidad, cuerpos diminutos y gestos amplios que hacen que sus estados de ánimo se vuelvan transparentes. Pero otras veces, cuando tienen que ver con la infancia calmada y reflexiva, sus gestos son un tanto más fríos y airados.

Si quieren, imagínenlas como a una hermanita menor. Ni siquiera tienen que tener menos edad que ustedes, sino simplemente inspirarles un sentimiento de protección y de fragilidad lo suficientemente fuerte como para que quieran salvarlas de todo lo malo. Aunque algunas de ellas puedan usar máscaras y pretendan ser duras o tener rasgos de personalidad que en realidad no tienen (rasgos que toman del mundo adulto, complejo y serio, para evitar ser heridas), ninguna puede evitar que tarde o temprano se descubra su interior puro.

Shiro es el símbolo perfecto que demuestra que, a pesar de poder ser apagadas y totalmente racionales, las Lolis nunca dejan de ser tiernas. Con su baja estatura, su inteligencia desmedida y un fuerte apego por su hermano, ella despierta en nosotros un sentimiento protector y hace que queramos tenerla como hermanita menor.

Ella y su hermano, Sora, forman Kuuhaku (Blank), una pareja de jugadores experimentados que, combinando sus habilidades, pueden llegar a ganar cualquier juego. Y la pobre chica no puede estar lejos de su hermano, el hecho de estar separada hace que entre en un estado catatónico incontrolable. Tiene un fuerte apego hacia él, y no puede vivir sin tenerlo al lado. Eso hace que, a pesar de tener un genio increíble, nos aparezca como frágil y necesitada de protección y refugio, díganme, ¿quién no querría tener una hermanita así, a la que cuidar todo el tiempo? Es toda una ternura, díganme si no, hablando siempre con sus frases en tercera persona.

Además, en NGNL, tenemos otro gran ejemplo de Loli: Izuna, una nekomimi que, chiquita como es, es embajadora de la raza de las Bestias Guerreras. Le gusta mucho que le hagan caricias y la mimen, como buen animalito. Además hay otra cosa que a varios les puede llegar a derretir el corazón: como no habla muy bien el idioma Imanity, tiene la costumbre de terminar todas sus frases en “Por favor”, con su vocecita kawaii.