La aparición de los juegos de rol

Mientras algunas personas se imaginan las damas, el ajedrez o el parchís, al momento de hablar de “juegos de mesa” hay todo un mundo de posibilidades, entre las que aparecen los juegos de rol. Estos juegos consisten, a grandes rasgos, en la posibilidad de interpretar un personaje y tomar ciertas decisiones según su personalidad, gustos, necesidades y contexto, alterando así no solo las situaciones vividas por nosotros sino también por nuestros compañeros de juego. A estos Role-playing Games también se los llama RPG, y tenemos ejemplos como La Llamada de Cthulu, Vampiro: La Mascarada, o el más popular de ellos, Calabozos y Dragones. Uno de los atractivos que tienen estos juegos es que, virtualmente, las partidas nunca se repiten, y cada pequeño cambio que hagamos en nuestras decisiones o actos generan un montón de otras situaciones inesperadas.

Lo malo, si se quiere, es que para disfrutar al máximo estos juegos se necesita de un grupo estable de personas, y con los tiempos de cada individuo —y hasta sus ganas— eso no siempre es lo más fácil de lograr. Cuando los videojuegos se hicieron más potentes, surgió la posibilidad de intentar aplicar los conceptos de estos juegos de rol y ya no depender de otros jugadores, sino que los códigos de programación se encargarían de todo.

Dragonstomper, para Atari 2600 y con debut en 1982, se convirtió en una de estas primeras experiencias, y desde entonces la fantasía medieval estuvo presente: el objetivo era matar al malvado dragón y recuperar el amuleto que le fue robado al rey. En ordenadores, sin embargo, ya teníamos otros varios ejemplos para elegir, como Temple of Apshai o Dungeons n Dragons; aunque ahora se perdió la costumbre y no existen diferencias, en aquél entonces se los conocía como CRPG (Computer Role-playing Games).

Influencia de Japón y el nacimiento de los amados JRPG

Muchos de estos juegos llegaron a Japón, pero allá también se estaban creando videojuegos similares. No obstante, todos compartían más o menos las mismas características, y la única diferencia que se planteaba entre los RPG era su plataforma, sean consolas u ordenadores. El tiempo pasó y llegamos a lo que se llama la “época de oro” de los RPG, donde se acuñó el término JRPG y varias franquicias se consolidaron, llegando con su éxito hasta el día de hoy. Todos sabemos lo importantes que son el manga y el anime en la cultura nipona, y si los videojuegos podían apelar a algo muy similar, ¿por qué no iban a hacerlo?

Avanzamos ya bastante en el tiempo para hablar de títulos que sí conocemos todos, como Final Fantasy, Tales of, Suikoden, Golden Sun, Alundra, Dragon Quest, Pokémon… ¿verdad que ahora te das cuenta lo que es un JRPG?

Estos juegos son reconocibles por sus gráficos, con personajes que parecen salidos de un manga, pero también por tener historias muy complejas y mecánicas puntuales como la ganancia de niveles y experiencia, personalización del equipo, personalización de los aliados y el grupo de combate, o los “random encounters” (encuentros al azar), que implican batallas que aparecen de la nada conforme caminamos o viajamos de una zona a otra. En estas aventuras casi siempre tomamos el papel del héroe, empezando como enclenques para luego transformarnos en los seres más poderosos del planeta y acabar con malvados monstruos. Estos monstruos, además, se hicieron famosos en los JRPG por las transformaciones de los jefes finales, que cuando parecen estar a punto de morir no solo regeneran su vida al máximo sino que ganan una apariencia más aterradora, más poderosa y capaz de realizar nuevos ataques, probablemente más devastadores.

Los RPG occidentales en la actualidad

Hoy en día el género RPG se encuentra presente en muchísimos aspectos, camuflado entre géneros que uno no sospecharía nunca. En varios juegos de deportes, como FIFA o NBA 2K, podemos interpretar el rol de un jugador y tomar decisiones no solo dentro del campo de juego, sino a la hora de una transferencia o entrenamiento. En varios juegos de disparos, o FPS, también podemos interpretar el papel de un personaje dentro de un contexto, incluso ganando experiencia y niveles para alcanzar nuevas armas o mejorar nuestras características. También tenemos los juegos de estrategia, aventura, acción… en muchos hay elementos de RPG, como podemos ver en Fallout, Stardew Valley, y prácticamente cualquier juego que intente hacernos sentir parte de la historia y no meros espectadores.

No olvidemos que uno de los principales derivados del género RPG son los MMORPG, donde, de manera similar a los orígenes de todo esto, tenemos la posibilidad de compartir aventuras con otras personas y dejarnos llevar por situaciones improvisadas que forjan la aventura. Sin ir más lejos, mucha gente considera a los MMORPG como el pináculo de los juegos de rol, y se han vuelto un negocio de los que más dinero dejan en la industria gamer.