Años atrás, las películas y series de TV nos pintaban la tecnología futurista como algo inalcanzable… pero hoy por hoy ya estamos en ese futuro. Uno de los ejemplos más claros era esto de poder activar o gestionar cosas usando nuestra voz, desde casas o autos inteligentes hasta lo que hoy en día son Cortana, Alexa, Siri o similares. Pero claro, en los videojuegos no podemos manejar cosas con la voz… ¡aunque sí con los ojos!
El seguimiento ocular es una tecnología que lentamente se abre camino en los videojuegos, y cada vez en títulos más importantes y populares. Por eso, usaremos este breve espacio para hablaros un poco más sobre este sistema que tal vez muchos desconozcan. ¡hablemos del seguimiento ocular!
Cómo funciona y para qué sirve el seguimiento ocular
El seguimiento ocular, o eye-tracking, es una tecnología que se explica a sí misma. Lo que hace es seguir el movimiento de nuestros ojos y aprovechar su comportamiento para realizar o simplificar varias tareas. Esto, aunque puede tener otros usos, funciona más que nada a la hora de enfrentarnos a una consola o un ordenador, gracias a un dispositivo que no altera en nada nuestro comportamiento habitual.
Aunque son varios quienes experimentan en este campo, la empresa Tobii es quizás la más popular. Uno de sus dispositivos de seguimiento ocular se coloca junto a la pantalla o monitor y trabaja en base a sensores, aunque también hay ordenadores que ya vienen con el sistema integrado. En la práctica, estos sensores emiten y reciben señales que capturan cada movimiento de nuestros ojos sobre la pantalla, ofreciendo un complemento para ciertas tareas en el uso del ordenador o mecánicas de juego.
Por ejemplo, una de las cosas que podemos hacer con esto en algunos juegos es mostrar determinada información solamente cuando lo indicamos con nuestros ojos; por ejemplo, que un minimapa aparezca solamente si miramos hacia determinada esquina de la pantalla, para no entorpecer la visión panorámica en ese 99% del tiempo en que no necesitamos ver el mapa. Otro tipo de información que puede aparecer con el mismo método es el mapa del circuito y la posición de cada coche en un juego de carreras, o la ubicación de cada jugador en el mapa de cancha en un juego de fútbol. En un FPS, podríamos hacer aparecer o desaparecer datos como la cantidad de balas que nos quedan… y todo únicamente con que el juego sepa dónde están nuestros ojos —y por ende, nuestra atención—, y qué es lo que queremos ver en cada momento.
Si al movimiento ocular le añadimos un botón, ya sea de nuestro mouse, el teclado o de un mando, podemos facilitar la navegación a través de menúes, “moviéndonos” solamente con los ojos y usando un botón o tecla para elegir o cancelar una opción. De esta misma forma, en un FPS podríamos cambiar de arma al seleccionarla con los ojos y confirmarlo con un botón, como también podríamos cambiar de ítems o de equipo en cualquier otro juego.
Uno de los usos más interesantes, además, es cuando la cámara o el sonido dependen de nuestra atención. Por ejemplo, la cámara del juego puede moverse independientemente de lo que haga nuestro personaje si es que estamos mirando hacia otro lado, e incluso el sonido envolvente puede ajustarse en tiempo real según hacia donde miramos. Sí, todo esto que suena increíble puede pasar, y más que futuro es una realidad.
¿Tecnología del futuro, o pasará desapercibida?
Lamentablemente, este tipo de tecnologías no son masivas y seguramente lo tengan muy difícil para volverse algo cotidiano. La necesidad de periféricos extra, así como el precio que puedan tener estos equipos, hacen que la mayoría de la gente siga prefiriendo el método convencional… y, además, seguro la gran mayoría del público ni siquiera están enterados que esto existe. Así como tantos otros dispositivos, el seguimiento ocular necesita un gran envión si quieren ser “algo” en la industria.
Final Fantasy XV, Kingdom Come: Deliverance, For Honor, Far Cry 5, SOMA, Ori and the Blind Forest, y varios juegos menos conocidos como Layers of Fear, Slime Rancher o Wasted son algunos de los más de 100 juegos que tienen soporte para seguimiento ocular… entonces, ¿por qué nos suena tan raro? Lo único que sabemos es que muchos considerarían esto un gimmick innecesario, y muy pocos estarían dispuestos a pagar por ese lujo. En cuanto a utilidad, sí, se vuelve genial, pero tampoco es que opaque mucho a la forma tradicional en que solemos jugar.
Si tenemos que apostar, dependerá muchísimo de los precios y las modas, pero no parece que una revolución del seguimiento ocular esté en los planes de nadie.
Palabras finales
¿ya se te hacía un poco raro ese juego tuyo que ofrece “eye-tracking” en el menú? ¡Ahora sabes qué hace! Si quieres puedes comprarte uno de los equipos con seguimiento ocular integrado o gastar unos 150 dólares extra y adaptar tu equipo actual. Sea como sea, la decisión final siempre será vuestra, y ojalá les hayamos ayudado, al menos, a generar esa curiosidad para seguir investigando sobre el tema. ¡Hasta pronto, amigos!