Aunque a primera vista el kimono y la yukata sean similares, cada uno cuenta con características únicas, por lo que llegan a tener bastantes diferencias. Aunque a personas de otras culturas nos cuesta ver dichas diferencias, una vez las descubres, es muy fácil diferenciar ambas vestimentas. En primer lugar, la diferencia básica entre el kimono y la yukata es el tejido, puesto que el kimono está confeccionado con seda, gracias a la introducción de ésta por China, haciendo que sea un traje muy ostentoso. En cambio, la yukata es de tela de algodón, lo que hace que sea utilizada para la temporada de verano, ya que es más fresca, ligera y cómoda. En los matsuri (festivales tradicionales japoneses), es muy común ver a japoneses y japonesas de todas las edades vestidos con yukata. Además, ¡son bastante baratos! Dado que los kimonos están hechos de seda, su elaboración es complicada y los diseños son exclusivos, su coste es muy elevado y se reservan para ocasiones especiales.

Otra diferencia es que el kimono cuenta con dos fajas muy anchas y pesadas que rodean la cintura para sujetar la vestimenta, y tienen una manera específica para ponerlas. En cambio, la yukata sólo tiene una faja, más pequeña y ligera. También hay una gran diferencia en las mangas, dado que el kimono tiene unas mangas más anchas y largas que las de una yukata, las cuales son más estrechas, dándole un toque muy elegante y pomposo. Las diferencias mencionadas entre el kimono y la yukata, nos hacen ver que, la yukata, es fácil de poner y una sola persona se lo puede poner ella misma en unos minutos, mientras que, para el kimono, se necesitan varios especialistas para ponerlo a una persona, siendo todo un arte y tradición que, incluso, ¡puede durar más de una hora!

Después de conocer estas diferencias, pasamos a conocer mejor el kimono y la yukata. En primer lugar, hablaremos sobre el kimono, por el que seguro te preguntas cómo surgió: pues bien, como ya hemos dicho antes, el kimono es introducido en Japón a través de las embajadas japonesas que se encontraban en China en el siglo VII, y se le llamaba gofuku, que, literalmente, significa “ropa del Wu” (con Wu se refiere a la dinastía china que influenció en la ropa japonesa). Desde el siglo V, Japón fue adaptando elementos de la cultura china a su cultura, y por supuesto, ¡la ropa no fue menos! La vestimenta fue evolucionando hasta que los japoneses dejaron de influenciarse por China y desarrollaron sus propias vestimentas, teniendo una gran evolución respecto a los colores, texturas, estampados y confección.

El kimono ha ido transformándose a lo largo de los periodos de la historia japonesa, hasta ser como lo conocemos en la actualidad, permaneciendo sin apenas cambios desde el Periodo Edo, donde el kimono se empezó a confeccionar con mangas más anchas y largas, y contando con una faja más amplia, llamada obi, existiendo varios tipos de ésta y de formas de atar, siendo todo un arte y un elemento muy importante a la hora de llevar kimono. Por supuesto, existen multitud de tipos de kimono, cada uno con sus respectivas características y ocasiones para llevarlo, ya sea como traje nupcial, para funerales, para recibir visitas, para la ceremonia del té…

Respecto a la yukata, se podría decir que es un tipo de kimono, pero, como ya hemos dicho antes, esta vestimenta está hecha de algodón, por lo que es mucho más ligera, barata y se usa de forma informal para festivales en épocas cálidas, para llevar en los baños termales e, incluso, para dormir, por lo que muchos hoteles japoneses prestan yukatas para ello. La yukata tiene su origen cuando, antiguamente en Japón, las personas de alto rango social vestían con prendas de tela de cáñamo, elaboradas a partir de fibras naturales de cáñamo, una planta muy usada para la obtención de varias materias primas, sobre todo las fibras textiles. Estas personas usaban sobre todo la yukata para vestir en los baños de vapor. Poco después, también se usó el algodón para la elaboración de las yukatas, y cualquier ciudadano del pueblo japonés podía vestirse con estas ropas, considerándose un traje perfecto para las fiestas de los festivales, al ser más ligero, cómodo y fácil de poner que un kimono.

Después de conocer mejor el kimono y la yukata, pasamos a la hakama. La hakama es un pantalón largo y muy ancho con pliegues confeccionado con telas muy gruesas, cuya función era proteger las piernas del polvo y la suciedad al montar a caballo, ya que era usado por los nobles japoneses, sobre todo por los samuráis, lo que hacía que la hakama fuese un símbolo de distinción de estatus social. Aunque en un principio su confección fue ideada para hombres, en el periodo Edo, la hakama se consolidó y desde entonces, tanto hombres como mujeres la llevan.

En un principio, había varios tipos de hakama: una que consistía en una especie de falda estrecha, y otra que era una versión más larga de ésta, que era usada por los sirvientes o para las visitas del shogun (el comandante del ejército), y el emperador. Ésta tenía una longitud de entre 3 y 4 metros, así que se doblaba varias veces y se colocaba frente al visitante, por lo que había que caminar de rodillas. Actualmente, la hakama tiene una gran importancia en el mundo de las artes marciales japonesas, además de usarse en actos formales como bodas y funerales, así como en varios ámbitos de la cultura japonesa, como en teatros, danzas y ceremonias del té.

La hakama tiene siete pliegues: cinco por delante y dos por detrás. Según la cultura japonesa, cada uno de estos pliegues representa uno de los valores de los samuráis que se dan en el Bushido, el código ético que seguían los samuráis para señalar su compromiso como guerreros. De esta manera, las virtudes del bushido que son representados en la hakama son: la valentía (yuki), el honor (meiyo), la benevolencia (jin), la justicia (gi), el respeto (rei), la honestidad (makoto) y la lealtad (chugi). Sin embargo, esta no es la única representación simbólica de los pliegues de la hakama, ya que, según la tradición zen, tienen que ver con los cinco elementos, llamados Go Dai: tierra, agua, fuego, viento y el vacío, ying y yang.

Por último, respecto al plegado de la hakama y su colocación, se considera un acto muy importante y lleno de simbolismo, y el ritual para llevarlo a cabo se conoce como kitsuke. En el kitsuke, se sigue un orden general para la colocación de la hakama, desde atrás porque, simbólicamente hablando, hay que poner orden en el pasado para así avanzar en el futuro; y desde la izquierda, para seguir la línea del corazón. De esta manera, las correas se pliegan en forma de trenza, haciendo nudos y rodeando el pantalón, y una vez la hakama está plegada, estas se despliegan a los lados.

Como todo traje tradicional, el kimono cuenta con sus propios completos, los cuales suelen ser unos 17 accesorios, entre ellos, kushi (peine), kanzashi (horquillas), obijime (un elemento del obi), la ropa interior, un bolso, etc. Por supuesto, el calzado no es lo de menos, por lo que, para el kimono, se utiliza la geta: un calzado tradicional japonés que consiste en una tabla principal de madera (dai) y dos “dientes” (ha), también de madera, que sirven para soportar el peso, sosteniendo el pie con tira de tela gruesa que pasa entre el dedo gordo y el segundo dedo del pie. También existe un modelo de geta con un solo diente, muy alto y ancho.

Además de ser un calzado típico para el kimono, también se usa para la yukata e, incluso, muchos japoneses lo usan en su vida cotidiana. La geta puede ser femenina, la cual tiene una forma más oval, o masculina, que es de forma rectangular, además de variar el color y la forma de la tira de tela que sujeta el pie. Que, por cierto, se dice que, si dicha cuerda se rompe, ¡tendrás mala suerte! Lo más característico de este calzado es el sonido que hace al caminar, ya que se escuchan tablas de madera dar golpes al suelo.

Caminar con geta es muy difícil, por eso, las personas que lo usan, caminan dando pasos cortos, además de que, llevando un kimono, el cual es estrecho por abajo, también se dificulta el andar, aunque la geta tiene su función específica para el kimono, que es la de evitar que se arrastre. Como imaginarás un público que usa con gran frecuencia la geta son las geishas y las maikos, aunque cuando se originó la geta en el periodo Heian, éstas se usaban para vestir de forma informal, y, aunque actualmente también se usan de esa manera, se usan más para vestir formalmente el kimono.