Lo que caracteriza a la saga Far Cry y la diferencia de otros juego es su jugabilidad, mucho más inclinada a la libertad de acción y las misiones sencillas de entender, por más que luego podemos vernos rodeados de enemigos y planeando la mejor estrategia para aprovechar el sigilo. No obstante, el común denominador en muchas de estas misiones es la mezcla de historia y disparos, sin tomarse ninguna de las dos cosas muy en serio.

Far Cry no es un simulador de combate ni busca ser históricamente perfecto; de hecho, tampoco es un juego que pretenda contarnos la historia más atrapante del mundo. Con personajes utilitarios y las pinceladas justas de profundidad, Far Cry 5 sigue la misma fórmula que le dio el éxito y mantiene viva la saga, apenas con algunas mejoras para sentirse más fresca. En resumen: ¿te gustaron los Far Cry anteriores? ¡Entonces este te encantará!

¡Y espera!, que aún queda algo importante por mencionar. Porque vamos, ¿qué es lo que más nos gusta en estos juegos? ¡El modo cooperativo! Far Cry 5 nos ofrece la posibilidad de jugar con un amigo y tanto unirnos a su partida como invitarlos a la nuestra, ayudándonos así en el avance. Ya sea desde cero o sumándonos en momentos al azar, el modo cooperativo es por lejos el que más disfrutarás, echando risas y desparramando balas a diestra y siniestra.

Aunque Joseph Seed es el villano principal, la mayor parte del tiempo estaremos haciendo frente a sus heraldos, y los esbirros de éstos. La zona de Hope County se divide en 5 sectores entre los que predominan 3, cada uno dominado por Faith, Jacob o John, siendo los otros el área inicial —a modo de tutorial— y la zona de la iglesia, donde por fin plantamos cara al villano principal.

Al movernos en cada zona, fácilmente diferenciamos los métodos de cada uno: Faith usa flores alucinógenas para fabricar droga, Jacob crea un ejército sacrificando a los más débiles y John “expía los pecados” torturando a sus fieles. Sus enfrentamientos son muy distintos entre sí, al igual que las pequeñas misiones que se logran al cumplir ciertos objetivos. Esto da mayor vida al juego porque cada zona tiene sus mecánicas y cada jefe su forma de enfrentarnos, haciendo más liviano el avance en Far Cry 5, un juego que ronda las 80 horas.

Sí, podemos detenernos a ver las cinemáticas, pero jugar a Far Cry 5 no implica ser un súper genio de la táctica ni tener práctica en los FPS. Alcanza con tener ganas de divertirse y ponerle un poco de empeño al juego, pues se vuelve ideal incluso para jugadores casuales. Aunque tenemos un montón de armas y vehículos, y 9 compañeros a disposición, muchos se verán jugando siempre con la misma combinación… y no es que eso sea malo.

Si te gustan los lanzallamas o las armas pesadas, estás cubierto. Si te gustan los cuchillos, las metralletas o incluso las palas, barras de metal u otras armas no convencionales, también irás bien. No importa si prefieres coches, embarcaciones, aviones o helicópteros… ¡Far Cry 5 lo tiene todo! El punto es que puedes usar eso y más sin que resulte difícil, así que la única preocupación es disparar, cubrirte, curarte y disfrutar.

Vaciar el cargador de tu arma es liberador, pero también vale la pena hacer una pausa entre masacres para admirar el paisaje y respirar profundo. Al igual que en otras entregas, Far Cry 5 nos ofrece alternativas para distraernos entre misiones, mientras de paso avanzamos y hacemos algún billete extra…

Una de las mejores opciones es la pesca, encontrando varios puntos con diferente dificultad. Tenemos un par de cañas básicas y otra que viene de una misión de historia, dejando la última —la mejor de todas— como premio a los que rompan los récords de cada zona del mapa. Si te aburre la pesca también puedes cazar, y si no quieres molestar animales puedes buscar una máquina recreativa y acceder al modo Arcade. Claro, también puedes simplemente conducir por allí mientras escuchas la radio, aunque las radios están muy lejos del nivel de un GTA.

Como decíamos, a lo largo del mapa existen varias máquinas recreativas que nos permiten disfrutar de otro modo de juego, el Arcade, como si fuera un meta-videojuego. Si no quieres pasearte por el mapa, también puedes acceder a este modo desde la pantalla principal, apenas con un par de clicks.

¿Y de qué se trata? Bueno, básicamente es un creador de niveles en el que puedes echar a volar tu imaginación, o simplemente disfrutar de los cientos de niveles ya creados por otros jugadores. la ventaja de esto es que los más creativos ya han creado muy buenos niveles, dignos de otros videojuegos, así como también hay algunos que parecen salidos de un sueño surrealista. ¡Diversión infinita, señores!