Realmente, cuando hablamos de los personajes más poderosos del anime, ¿cuáles son los primeros nombres que aparecen? Dragon Ball nos ha brindado una gran variedad de personajes infinitamente poderosos. Por encima de todos ellos están Gokú y Vegeta, los más fuertes de su clase. Difícilmente exista otro anime que haya presentado personajes tan poderosos (por favor, no se atrevan a meter a Saitama en la discusión).

Aun cuando han sido vencidos y sobrepasados numerosas veces, ellos siempre logran volverse más fuertes y superar a sus enemigos. Estos dos han derribado una y otra vez las barreras de las transformaciones Saiyajin. Ellos se han consagrado como los guerreros más poderosos del universo.

Como buenos rivales, Gokú y Vegeta son las dos caras de la misma moneda. A pesar de ser opuestos, comparten muchas cosas en común por ser los últimos Saiyajin puros. No existe otro guerrero tan apasionado u orgulloso como estos dos. Ellos están permanentemente inmersos en una batalla para determinar cuál es el Saiyajin más poderoso de todos los tiempos.

A pesar de tener diferentes motivaciones (Gokú pelea por la justicia, mientras que Vegeta lo hace por su orgullo), ambos viven para pelear y lo disfrutan más que cualquier otra cosa. Así es la rivalidad entre los últimos dos miembros de la raza más orgullosa y feroz del universo. Ellos nacieron para pelear y morirán peleando (aunque podemos contar con Shenron para traerlos de vuelta).

Como ya mencionamos, el poder de un Saiyajin sólo es eclipsado por su orgullo y naturaleza competitiva. Como tales, tanto Gokú como Vegeta están dispuestos a hacer lo imposible para volverse más y más poderosos. Están permanentemente hambrientos de poder y pensando en superar al otro. Esta es una competencia que no tiene fin.

Su orgullo les ha traído numerosas frustraciones (especialmente a Vegeta), ya que han tenido que soportar los entrenamientos más demandantes (en la Habitación Hiperbólica del Tiempo y en la Máquina de Gravedad por ejemplo) para seguirle el paso al otro. Vegeta incluso llegó al extremo de convertirse voluntariamente en el subordinado de Babidi con la sola intención de obtener más poder y la oportunidad de enfrentar a Gokú.

Uno de los mejores aspectos de la rivalidad entre Gokú y Vegeta es cómo se desarrolla a través de la serie. Comenzaron como enemigos mortales con personalidades totalmente opuestas. Vegeta era el temible villano intentando conquistar la Tierra, mientras que Gokú era el valiente héroe dispuesto a protegerla. Luego de esa primera (y absolutamente épica) batalla, ambos desarrollaron cierta admiración por el otro.

Eventualmente aprendieron a convivir e incluso se convirtieron en algo como hermanos (“hermanos” describe mucho mejor su relación que “amigos”). Nunca cesan de pelear y competir entre sí, pero con el tiempo han desarrollado un respeto mutuo y cuando el mundo se encuentra en peligro pelean como uno solo; literalmente.

Los hemos visto en muchas (gloriosas) ocasiones fusionados como Vegito (con los aretes Potara) o como Gogeta (a través de la técnica de la fusión). Normalmente hacen esto sólo como último recurso para vencer a los enemigos más poderosos, como Majin Buu, Janemba y Omega Shenron. A pesar de que no estén muy cómodos compartiendo el mismo cuerpo, la vida y las distintas batallas compartidas los han hecho aliados, y harán lo que sea para deshacerse de sus malvados enemigos.

La razón principal por la que la rivalidad entre Gokú y Vegeta es tan épica es simplemente porque ha demostrado ser eterna. Nos encanta verlos competir entre sí en Dragon Ball Super tanto como nos encantó en Dragon Ball GT y en Dragon Ball Z cuando se vieron las caras por primera vez (corría el año 1989, ¡increíble!). Pasaron ya 27 años y ellos siguen entrenando como dementes para ser los más poderosos del universo. ¡Y eso nos fascina!

Seamos honestos, su rivalidad no pasa de moda. Es la única razón por la que siguen saliendo películas y series de Dragon Ball. Incluso cuando la mayoría de los personajes en la serie se han vuelto un tanto irrelevantes, Gokú y Vegeta siguen siendo lo suficientemente interesantes y viables como para mantenernos en el sillón.

Realmente no es ninguna sorpresa que en cada pelea importante estén involucrados los dos. En las batallas más memorables de DBZ en adelante, podemos verlos pelear juntos o entre sí (con pocas excepciones: las batallas contra Freezer, Cell y Súper 17). De hecho, la aparición de Baby en GT tuvo como propósito darnos otra instancia de la eterna confrontación entre ambos Saiyajin. Simplemente no nos cansamos de ellos.