Ah, ¿no quieres nada “tan” italiano? Entonces empecemos con Joker Game, otro anime ambientado en la primera mitad del siglo XX, y con muy buena repercusión. Si bien el contexto en varios pasajes parece el mismo, en esta serie cambiamos las pandillas por ejércitos y espías en un escenario que recorre Japón y varios países de Europa como Alemania o Francia, mientras se disputan territorios en la Segunda Guerra Mundial. Una mayor cantidad de protagonistas, además, ofrece más posibilidades que una única historia lineal, y nos ofrece una forma diferente de encarar la narrativa.

Aquí los planes no nacen de una venganza pasional como la de Angelo Lagusa (o como se da a conocer en su “nueva vida”, Avilio Bruno), sino de una elaborada red de espionaje y contraespionaje que luego deriva en los 8 personajes principales y sus actos. Y obviamente, el enfoque no está tanto en la motivación para estas estrategias, sino en su perfecta ejecución.

En este caso sí nos metemos de lleno en la mafia italiana, específicamente en la zona de Firenze (o Florencia, en su nombre español). Gunslinger Girl no habla de venganzas ni infiltrados, y ciertamente tiene una óptica un tanto más política que 91 Days… pero entonces, ¿qué tienen en común? Para empezar, involucra un grupo de niñas, de una edad similar a la que Angelo y Corteo tenían cuando ocurrió el asesinato de la familia Lagusa. Pero no se trata de cualesquiera niñas, sino huérfanas (como Angelo) mejoradas cibernéticamente y entrenadas como asesinas para acabar con criminales, terroristas y pandillas.

En este anime tenemos una mezcla justa entre escenas de acción (con muchos disparos) y el análisis filosófico detrás de cada personaje y sus motivaciones. Claramente, y más allá de las similitudes en esto de la “pérdida de la inocencia”, lo que sucede en Gunslinger Girl bien podría haber sido una historia alternativa a lo visto en 91 Days, si el Ente Pubblico per il Benessere Sociale (conocido simplemente como “La Agencia”) también reclutara chicos.

La tercera recomendación es casi “por la negativa”, con varios puntos en común con 91 Days, a pesar que sus premisas parten prácticamente de polos opuestos. Phantom: Requiem for the Phantom es un anime de mafia, sí, y obviamente cuenta con buenas dosis de acción, engaños, muertes y balas, pero por motivos bastante diferentes.

Su protagonista, Zwei, era un simple turista nipón que estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Tras presenciar un crimen y descubrir la identidad del famoso asesino (o más bien, la famosa asesina) “Phantom”, se convierte en un involuntario peón dentro del ajedrez de la mafia. Ahora, tendrá que actuar como uno más y de a poco entrar en el juego, donde despiadados enemigos y secretos lo ponen constantemente a prueba… no para vengar lo sucedido, completar su lista de objetivos o mucho menos acabar con el crimen organizado “desde adentro”, sino para salir con vida y con la menor cantidad de secuelas posible.

En Gangsta., el anime protagonizado por Nicolas y Worick, tenemos un dúo de cazarrecompensas que se manejan en los suburbios como la agencia Benriya. Mientras haya buen dinero de por medio, ambos toman encargos de la policía corrupta o las pandillas por igual, quienes se basarán en las formidables habilidades de ambos para hacer sus trabajos más sucios. A pesar de tener una clara inclinación realista, este anime también tiene cierta fantasía, vista en un poder sobrehumano a partir de una droga que permite a Nicolas resolver sus peleas de una forma bastante sencilla.

Obviamente, este caso hace que la acción episódica se centre más en la siempre carismática aparición de los antihéroes “invencibles”, quienes lejos de tener ideales o motivos emocionales como Angelo en 91 Days, solamente lo toman como su forma de ganarse la vida. Asimismo, en este anime no pasan por alto las acciones de las familias Corsica, Cristiano y Monroe, luchando por el dominio territorial tal como lo hacen las familias Orco, Vanetti y Galassia; aunque claro, también entran en juego las familias Arcangelo y Lagusa, representadas por los protagonistas de cada serie, aparentemente únicos sobrevivientes de su linaje.

Si comenzaste a ver 91 Days por ser una historia de venganza, comienza a fortarte las manos, porque Gungrave es uno de los mejores animes de venganzas que existen, sobre todo ambientados en contextos de mafia y corrupción como este caso. Lo que sí, es que tendrás que aceptar elementos sobrenaturales desde un principio, con un protagonista que regresa de entre los muertos.

En este anime, la venganza corre por cuenta propia, cuando Brandon Heat es asesinado por Harry MacDowel, quien desde su juventud era su mejor amigo.

Mientras 91 Days inicia con una serie de asesinatos y años después vemos las consecuencias, Gungrave es una historia contada por flashbacks, que de a poco cuentan la vida de ambos protagonistas, hasta finalmente explicar los motivos de la traición entre estos viejos amigos. Ver cómo ambos se inician en el mundo de las pandillas y luego se abren paso en ese peligroso ambiente es solo uno de los atractivos de esta serie, que como ya mencionamos, no se preocupa tanto por el “cómo”, sino más bien por el “por qué”.

Y si preguntas por un anime de mafia, obviamente todos te recomendarán Baccano!, y quizás hasta sea la segunda que te recomienden sobre alquimia. Es que, si bien a priori podría parecer bastante confuso y con poco sentido, este anime logra conjugar las dos cosas de muy buena manera, con una historia compleja, pero con un bien trabajado desenlace.

Si bien gran parte de la historia se ambienta en la década del 30, también tendremos saltos en el tiempo que explican cómo todos los personajes se relacionan con el elixir de la inmortalidad… un líquido que hasta podríamos comparar con el licor y su importancia en 91 Days. Y claro está, como en otros animes de mafia ya mencionados, también tendremos disputas entre familias, acción y una buena cantidad de giros argumentales.

Aunque quizás no sea el anime que tenga más puntos en común con 91 Days, bien vale la pena conocer una de las mejores series de la última década en el rubro. Tres historias que convergen en una y un gancho que te mantendrá en suspenso hasta el final… ¿qué más podríamos pedir?