Tsubasa toma lugar en un universo alternativo al de Sakura Cardcaptor. Comparte tanto la misma atmósfera como los personajes, pero sus historias de vida son diferentes y transcurrieron por otros derroteros. Syaoran, en esta historia, es un chico interesado por la arquelogía y, durante una excavación en unas ruinas en el país de Clow, ve aparecer a su amiga de la infancia, la princesa Sakura. Lleva alas repletas de plumas que, en el momento en que él la ve, se dispersan y desaparecen hacia diferentes dimensiones. Junto con las alas, Sakura pierde todas sus memorias.

Para ayudarla a recuperarlas, Syaoran busca ayuda de una bruja dimensional, llamada Yuuko. Ella le dice que debe viajar por diferentes realidades alternativas para recuperar las plumas de Sakura, es decir, fragmentos de su memoria. Si no lo logra, la vida de la chica se va a apagar. Acompañan a Syaoran en su búsqueda, Kurogane, un guerrero exiliado que busca volver a su hogar, Fay, un mago que anda por diferentes mundos evitando volver al suyo propio y Mokona, una criatura mágica que los ayuda a viajar al azar entre una localización y otra. Pero, como pago por desplazarse de esa manera, deben entregar algo de igual valor. Kurogane entrega su espada; Fay, la fuente de su magia; y Syaoran debe entregar su relación con Sakura. Tal es así que, en el caso de recuperar todas las plumas que forman su corazón y sus memorias, a ella le va a ser imposible recordarlo.

Tsubasa no es una continuación directa de Sakura Cardcaptor. Ambas series son reflejos de dos universos que toman como punto de partida a las mismas personas, y podemos verlos desenvolviéndose tanto en uno como en otro fieles a sus personalidades. Hay cosas latentes que, tanto en una realidad como en otra, siempre siguen en pie. Por ejemplo, la preocupación, el cuidado y el amor innegable que hay entre Syaoran y Sakura. Tsubasa tiene, quizá, más elementos de Aventura, pero la forma en que se desarrolla es bastante similar. Donde, en Cardcaptor, había que recolectar cartas Clow, en Tsubasa hay que reunir las plumas. También comparten el mismo tipo de magia. Y ambas, por supuesto, son de CLAMP.

Tsukino Usagi es una chica de catorce años con una personalidad que deja bastante que desear: es una niña mimada y llorona. Pero, un día, encuentra en la calle a una gata negra parlante llamada Luna. Ella le otorga a Usagi la capacidad de convertirse en Sailor Moon, una transformación que le da habilidades mágicas y la responsabilidad de proteger al mundo de la reina Beryl, mandataria del Reino Oscuro, junto a otras Sailor. A lo largo de la historia, Usagi crece mucho y aprende a ser fuerte y dejar de lado su personalidad endeble, además de desarrollar relaciones cercanas y duraderas con las otras chicas.

Sailor Moon tiene muchos puntos de conexión con Cardcaptor Sakura. Ambas, Usagi y Sakura, están en edad escolar y reciben poderes mágicos que deben utilizar para proteger al mundo de fuerzas destructivas. Sakura debe encontrar y atrapar las cartas Clow y Usagi, en su caso, los Cristales. Pero el mayor punto de contacto es el que se da por fuera de todo eso: en su vida cotidiana. Ambas tienen que lidiar con los problemas de las chicas de su edad, y equilibrar a su vez el peso que trae consigo el tener una identidad alternativa, con una carga tan enorme a cuestas. Las dos chicas crecen mucho a lo largo de la serie, principalmente a partir del contacto cada vez más arraigado que tienen con sus amigos e intereses románticos.

Kobato es un animé luminoso, uno de los que lo dejan a uno con una sonrisa en el rostro y el corazón en paz. Si alguna vez están muy tristes, puede ser una buena idea dejarse arrastrar por la pureza de esta serie, en donde incluso la protagonista misma, Kobato, busca que todos puedan ser felices. Es una chica tierna e inocente, que vino a la Tierra para ayudar y curar a las personas cuyos corazones están desgarrados por dentro. Al hacerlo, obtiene de ellas un caramelo que guarda en una botella que debe llenar antes de que pasen las cuatro estaciones, esa es su misión.

Kobato tiene un corazón sincero y puede ayudar realmente a las personas, empatizando con ellas al punto de entender completamente su dolor como si estuviera alojado dentro de sí misma. Su compañero de viaje es Ioryogi, un espíritu encerrado dentro de un perro de peluche como castigo por un suceso ocurrido en el Mundo Espiritual, que la ayuda y la orienta para lograr que complete su misión y así él poder volver a su forma verdadera. La única prohibición a la que debe enfrentarse Kobato es la de no enamorarse de nadie a quien haya curado. Pero a medida que el tiempo transcurre, ella siente su corazón cada vez más cerca del de los humanos, y eso la pone en una encrucijada.

Kobato también pertenece a CLAMP. Como en Sakura, la inocencia y el buen corazón de sus protagonistas desborda hacia nosotros y nos deja creyendo en un mundo más amable. También en ambas se hace mucho hincapié, más allá de lo mágico o extraordinario, en la vida que tiene lugar en el mundo de todos los días, en las relaciones con las personas, en el amor.

Respiremos un poco.

A ver: hasta que ocurrió el desastre, la gente creía que los fantasmas y espíritus eran simplemente cosa de superstición. Pero ahora nadie puede negar su existencia, y mucho menos el hecho de que afectan la realidad. Un ataque terrorista desata una epidemia química que altera el funcionamiento del cerebro de las personas: pueden ver lo que antes estaba oculto. Al mismo tiempo, empiezan a nacer seres humanos con poderes, que son educados y utilizados para hacer frente a las amenazas espirituales. Haruhiko Ichijou y Mai Kawakami son dos de ellos. El primero tiene el poder de invocar y sellar fantasmas a través de sus dibujos, y la segunda puede combinar poderes elementales con golpes de artes marciales. Junto con su amiga fantasma Ruru, forman un equipo dedicado a tratar con problemas causados por espíritus.

Así como Sakura debía atrapar las Cartas Clow, en Musaigen, Haruhiko debe sellar en su cuaderno de dibujos a numerosas entidades fantasmales, erradicando el caos que pueden llegar a generar en el mundo. Y Ruru juega un papel muy similar al de Kero-chan. Ambas se dan en mundos con premisas y atmósfera sustancialmente distintas, pero las acciones y formas de manejarse de sus protagonistas son muy parecidas. Es una buena opción si quieren salir un poco del terreno al que nos llevan tanto Sakura como las otras series que vimos más arriba sin deshacerse de ciertos elementos específicos, tal como la caza de entidades.

Apuesto a que conocen la saga Fate. Muchos gastamos horas y horas de nuestras vidas viendo Stay Night, o jugando a la novela visual, en un estado de frenesí fanático que sólo pueden provocar las buenas series. En el caso de que no lo hayan visto y quieran ver Fate/kaleid liner Prisma☆Illya, no van a tener problemas, al ser un spin-off no toma en cuenta la trama principal.

Illya es una chica en edad escolar que vive con su hermanastro mayor, que no es otro que Shirou Emiya, y dos mucamas. Todo es bastante normal en su vida hasta que se presenta ante ella un bastón mágico con personalidad propia, llamado Rubí. Este hace un pacto con ella y se convierte en su maestro, aunque más bien vendría a ser una licencia para que ella pueda usarlo.

Entonces aparece Rin Tohsaka, acusándola de haberle robado su bastón e instándola a, ya que se lo va a quedar, ayudarla en su trabajo de encontrar las Cartas de Clase e impedir el desastre que pueden causar. Para capturarlas, debe entrar en una suerte de dimensión paralela y luchar contra la versión alternativa, oscura, de la carta en sí. Todo parece ir bien y de la mano con los sueños de Illya, pero empieza a desbarrancarse cuando, luchando contra una carta, ella descubre que la pueden lastimar e incluso matar.

Este animé tiene varios puntos de contacto con Sakura, desde las cartas mágicas hasta la premisa de la chica mágica en sí. Pero al mismo tiempo es bastante más crudo. Profundiza en la realidad a la que debe enfrentarse, a la posibilidad de ser herida, a la muerte, a la culpa que pueden causarle sus propias acciones. No llega a ser, sin embargo, tan oscuro ni dramático como el siguiente de la lista.

Antes de hablar de este animé, voy a dejarles una señal de “camino peligroso, continuar bajo su propia cuenta y riesgo”. Mahou Shoujo Madoka Magica no es lo que a simple vista puede parecer. Hay una diferencia sustancial con la mayoría de los que vimos más arriba. Si buscan algo luminoso, no lo vean.

Madoka Kaname es una escolar común y corriente, pero, cuando junto con Sayaka Miki encuentra a un animal mágico llamado Kyuubey, su vida cambia del todo. Él les propone cumplir uno de sus deseos a cambio de que se conviertan en chicas mágicas con gran poder. Pero Homura Akemi, una estudiante transferida recientemente, hace todo lo que puede para evitar que acepten, advirtiéndoles que el pacto no es lo que ellas creen. A partir de ese punto, todo lo que esperamos que suceda toma una forma corrupta pero al mismo tiempo muy realista, haciendo foco en lo difícil y terrible que puede llegar a ser convertirse en una Mahou Shoujo. Las chicas deben enfrentar el miedo, la angustia, la desesperación y la muerte.

¿En qué se parece a Sakura? En todo, pero en nada al mismo tiempo. Tenemos chicas jóvenes a las que se les otorgan poderes mágicos para lidiar con situaciones fuera de control. En ambos animes, las relaciones entre los personajes principales y secundarios se tornan profundas y estrechas, y la vida cotidiana toma un papel protagónico. Pero Madoka Magica es oscuro donde Cardcaptor Sakura es luminoso. Todo lo bueno que a Sakura le ocurre, todo el aprendizaje que resulta de sus experiencias, todo el poder, se transforma en una pesadilla para las chicas de Madoka. Queda en ustedes decidir si quieren ver a los personajes viviendo una vida plena o un infierno.