La deidad menor Yato tiene una meta fija: él quiere convertirse en un dios reconocido, con un templo propio y seguidores que le recen. Para hacer su sueño realidad, él toma trabajos de todo tipo cobrando un pequeño monto de ¡5 yenes! Luego de terminar con un pedido, su arma divina –o shinki– renuncia y él se ve atrapado en grandes problemas. Pero las cosas empiezan a cambiar de rumbo cuando conoce a Hiyori Iki, una estudiante de preparatoria que, luego de verse involucrada en un accidente, comienza a tener vivencias fuera de su cuerpo material. ¿Será que Yato puede ayudarla a recuperar la normalidad? ¿O ella lo ayudará a él?

En los primeros capítulos ya podemos ver la similitud entre Kyoukai no Kanata y Noragami, ambas series tratan las relaciones de los personajes con un toque fantástico, mientras siguen de cerca el vínculo existente entre el mundo humano y el espiritual. Mirai y Yato tienen parecidos: ambos personajes aceptan trabajos –normalmente peleas contra espíritus malignos– por una paga, y tienen compañeros que los ayudan tanto con esto como en un crecimiento personal. Mientras, Akihito y Hiyori comparten una gran similitud, los dos tienen una mitad humana y otra perteneciente al otro plano –Akihito es mitad youmu y Hiyori, luego del accidente, tiene una parte ayakashi–.

Por otro lado, ambas series encuentran el equilibrio entre las escenas cómicas y serias, que hacen al espectador meterse en la historia, logrando hacerla llevadera. Y, si bien pertenece a un estudio diferente, Noragami cuenta con una moderna animación que atrapa la mirada. Por estos motivos, si te gustó Kyoukai no Kanata no puedes perderte esta serie.

Ao no exorcist se desarrolla en un universo donde los humanos viven en Assiah –la Tierra- y los demonios en Gehenna. Rin Okumura es un adolescente huérfano y conflictivo que ha decidido dejar los estudios para encontrar un trabajo, pero parece que no tiene suerte ya que siempre atrae problemas a su alrededor. Un día él comienza a ver extraños seres agresivos, descubriendo posteriormente que son demonios. En una gran pelea contra estos, donde se involucra el cura Shiro Fujimoto –su padre adoptivo–, Rin descubre que tiene unos sorprendentes poderes que se vinculan a unas llamas azules provenientes de su cuerpo. A partir de varias circunstancias, él decidirá ir a una escuela de exorcistas, junto a su mellizo Yukio Okumura, y luchar contra los seres provenientes de Gehenna.

Este anime guarda mucho parecido a Kyoukai no Kanata, ya que tanto Akihito como Rin son hijos de un humano con un demonio –youmu– y es por ello que tienen poderes que los diferencian del resto. Ni hablar que en ambas series el grupo de personajes principales tiene numerosas peleas contra estos seres malignos. Podemos decir que, en lo referente a lo fantásticos, Kyoukai no Kanata y Ao no Exorcist comparten muchísimas similitudes.

Por otro lado, tanto Rin como su grupo de amigos tienen un crecimiento personal que se va viendo a medida que se desarrollan los capítulos. Nos muestran e involucran más con la vida de algunos personajes, algo que también experimentamos al ver Kyoukai no Kanata. Aunque el anime cuenta con humor y tragedias, no tiene un desarrollo sentimental –más que nada romántico– por parte de este grupo de exorcistas. Si estás buscando comedias fantásticas, y te has quedado con ganas de reírte mucho, este anime es para ti.

Houtarou Oreki es un estudiante de secundaria que prefiere evitar realizar tareas a las cuales no se encuentre obligado, ya que su lema es ahorrar energía. Por un pedido de su hermana mayor, él ingresa obligadamente al Club de Literatura Clásica de su colegio pensando que no se vería involucrado en las actividades del mismo. Será en el primer día cuando conocerá a Eru Chitanda, una adolescente que se fascina con los misterios a resolver. Así Houtarou, junto a Eru, Satoshi y Mayaka –los miembros del Club de Literatura–, se verá forzado a resolver los enigmas que irán apareciendo.

Ambos animes fueron producidos por el estudio Kyoto Animation. Cuentan con un estilo muy parecido de animación, esa delicadamente bella, y con una paleta de colores muy amplia y agradable. Más allá de este detalle, tanto Kyoukai no Kanata como Hyouka centran su historia en las relaciones afectivas de los personajes y podremos ver cómo crecen estas a través del tiempo. Ambos grupos de estudiantes desarrollan sus actividades en el club de literatura, lugar donde veremos diferentes situaciones diarias que desembocan en comedia con un toque de romance.

Si bien Hyouka no tiene ese marcado lado sobrenatural, completa esta falta con muchísimo misterio y con las imágenes mentales de Houtarou, que rozan de una forma muy original el estilo fantástico. Es por eso que esta serie queda completamente recomendada para aquellos que busquen la mezcla entre el humor, misterio y relatos de vida estudiantil.

El chuunibyou es una enfermedad que lleva a los adolescentes a creer que ellos son los poseedores de un poder mágico especial. Yuuta Togashi es un chico que está ingresando a un nuevo colegio, esperando dejar atrás parte de su vergonzoso pasado, en el cual él se auto proclamaba el Dark Flame Master. Conociendo a sus nuevos compañeros, cruza caminos con Rikka Takanashi –también resulta ser su vecina–, una energética chica que imagina tener una magia singular. De alguna forma, él se ve involucrado continuamente con ella, dificultándosele mantener la imagen de un estudiante normal. ¿Será que Rikka logrará despertar al Dark Flame Master o Yuuta traerá a su compañera a la realidad?

Ambos animes tienen un personaje femenino muy característico, tanto Rikka como Mirai son insistentes en su meta, y no guardan pudor a la hora de perseguir a su compañero. Si bien al principio no existe una intención romántica oculta, hacia el final se van desarrollando los sentimientos de los personajes y el humor va siendo desplazado. Por el lado masculino, Yuuta tiene una intención parecida a la de Akihito, los dos desean e intentan ser estudiantes normales de secundaria. Si bien en esta serie no hay peleas contra youmus, o nada parecido, dentro de la imaginación de los personajes se realizan batallas épicas.

El estudio Kyoto Animation también es responsable de la animación de Chuunibyou, así que podremos encontrar grandes similitudes en los dibujos y colores. Las escenas cómicas no escasean, siendo que los primeros capítulos no tienen demasiada seriedad, pero más adelante se va descubriendo más sobre los personajes. Completamente recomendable para aquellos que quieran ver un anime con un argumento muy original.

La historia comienza cuando Ririchiyo Shirariin, una joven perteneciente a una familia de renombre, decide mudarse a la Mansión Ayakashi para apartarse de las personas. Este complejo cuenta con una seguridad alta y, por ende, se le es asignado un agente del servicio secreto, Soushi Miketsukami. Las cosas se complican a partir de ese instante ya que Ririchiyo es una adolescente que ha optado por alejar a la gente de su lado, puesto que sus experiencias pasadas le han hecho pasar malos momentos.

En este anime es posible que no veamos personalidades similares a las de los personajes principales Kyoukai no Kanata, aunque el carácter –y contestaciones ácidas– de Ririchiyo en ocasiones son parecidas a las de Mitsuki Nase (para los que no identifiquen el nombre, es la chica de cabello largo y oscuro que está siempre en el club junto a Akihito). En el primer capítulo podemos notar que Ririchiyo no es simplemente una humana y todos los habitantes de la mansión tienen esa misma singularidad. Siendo mitad youkai –demonio– y mitad humana, ella se encuentra en peligro repetidas veces y, en la serie, se desarrollaran varias peleas contra seres malignos. Es por eso que ambos animes guardan una gran similitud.

El anime cuenta con Comedia y se involucra más profundamente con la vida de los personajes principales, al igual que en Kyoukai no Kanata. Pero si lo que buscan es un poco de romanticismo, ¡no desesperen! Hacia el final de la serie aguardan muchas sorpresas.

Luego de perder su casa y ser abandonada por su padre, Nanami Momozono termina aceptando el regalo de un extraño al cual ayudó en un parque. Es así como ella se convierte en una Deidad de la Tierra y toma por hogar un santuario que, a partir de ese momento, le pertenecerá. En este lugar conocerá a Tomoe, un demonio familiar del antiguo dios. Si bien al principio este se rehúsa a reconocerla, luego de pasar por una serie de problemas, se resignará poco a poco a ayudar a la pobre chica.

En este anime, al igual que en Kyoukai no Kanata, se reflejan los conflictos que nacen de la convivencia entre el mundo humano y el de los demonios. Considerando los personajes, Nanami es similar a Akihito ya que ambos protagonistas cuentan con muchísimo positivismo y alegría a la hora de salir hacia adelante, enfrentando sus constantes problemas con mucha gracia. Durante la serie veremos batallas que ocurren contra los seres del otro mundo, aunque pasarán un poco menos a menudo.

Kamisama Hajimemashita cuenta con muchísimo humor, que se mantiene constante con el pasar de los capítulos. Si bien no profundiza demasiado en la historia de los personajes (eso se podrá apreciar mejor en la segunda temporada), veremos cómo las relaciones que transcurren entre ellos irán teniendo cambios paulatinos, al igual que en Kyoukai no Kanata. Aquellos que esperen volver a ver esa mezcla de fantasía, comedia y romance no pueden perderse este gran anime.