Descubrir que casi todo lo que sucede a nuestro alrededor es producto de unos misteriosos espíritus es algo que no imaginábamos, hasta que lo vimos explicado en los videojuegos y el anime de Yo-kai Watch. Gracias a un misterioso reloj, Nathan (Keita, en la versión original japonesa) descubre que puede encontrar y ver a los youkai, unos seres que realizan todo tipo de travesuras por la ciudad. Para resolver esos problemas cotidianos y así ayudar a sus vecinos, familiares y amigos, Nathan inicia una aventura para derrotarlos o solucionar sus problemas para que dejen de molestar a la gente, recibiendo en algunos casos una medalla de amistad que le permite al chico invocar al monstruo en cuestión cuando lo sienta necesario.

En Monster Hunter Stories también tenemos un grupo de niños protagonistas, donde predominan un niño y una niña llamados Lute y Lillia, que a su vez perseguirán un montón de monstruos en su aventura para entrenarlos, batallar, hacer carreras y proteger su aldea. Yo-kai Watch tiene como mascotas de la franquicia a los enigmáticos Jibanyan y Whisper quienes cumplen un rol parecido al de Navirou y Rathalos dentro de la saga Monster Hunter. Si vamos al caso, se trata de historias y personajes bastante diferentes, pero con ambas series respetando una fórmula muy reconocible a simple vista, donde cada episodio nos presenta al menos un nuevo monstruo en el largo camino del protagonista hacia su objetivo.

Aquí hablamos de los Promin, seres invisibles que hacen funcionar nuestras máquinas y dispositivos, pero que, cuando fallan, se convierten en Bugmin, ocasionando los conocidos bugs informáticos y todo tipo de problemas técnicos. Por suerte para los humanos, llegó a nuestro planeta un ser extraterrestre con especial olfato (literalmente) para encontrar a estos monstruos, y una especie de cámara fotográfica que permite capturarlos.

Este anime no fue creado para motivar las ventas de un videojuego, pero sí para acompañar una línea de figuras coleccionables, y por lo tanto tiene una historia especialmente dirigida a los niños, con una gran colección de personajes donde destaca Wanda, un “perro” espacial que forma el típico tándem con Yuuto, nuestro niño protagonista. Esta motivación de ventas es algo que quizá los creadores de Monster Hunter Stories también tenían en mente. Con tanta oferta en esta categoría, a este anime se le ha hecho realmente difícil destacar por sí mismo, pero es una apuesta segura si quieres entretener a los más pequeños de la casa.

Para hablar de otra franquicia que basándose en gran cantidad de monstruos consiguió su anime y videojuegos, debemos mencionar a la peculiar Fighting Foodons, que nos presenta unos extraños seres llamados Foodons, inspirados en comida. Gracias a unas extrañas cartas llamadas “Meal Tickets”, los platillos cobran vida, y el malvado rey Don Cook planea usar estos nuevos monstruos para conquistar el mundo con la forzada ayuda de los mejores cocineros. Por su parte, Zen es nuestro protagonista y el hijo de un famoso chef, e intentará junto a sus amigos utilizar sus habilidades culinarias en combate para acabar con Don Cook y su séquito.

Si cambiamos el reino por una aldea y los Foodons por dragones y otros monstruos inspirados en animales, salta a la vista por qué se parecen Fighting Foodons y Monster Hunter Stories. El tema de el camino por convertirse en “el mejor” de algo ciertamente también se representa, en un estilo que, aunque a primera vista no resulte atractivo para el público en general, puede ser otra opción divertida para los niños y fanáticos del Kodomomuke. Y vale decir que es un clásico para toda una generación, especialmente en occidente.

Monster Rancher fue uno de los mejores videojuegos de la primera era de PlayStation, con una mecánica original que nos permitía crear, criar y mejorar monstruos para luego hacerlos combatir. Genki era un niño que al probar un nuevo juego de Monster Rancher terminó atrapado mágicamente en el mundo del videojuego. Al llegar a este nuevo universo, no solo conoce a Holly (asistente en el videojuego original) y varios de los monstruos, sino que se ve envuelto en la historia y casi obligado a colaborar. Obviamente, Genki también cuenta con un monstruo compañero que se vuelve mascota de la serie, siendo en este caso Mocchi, que comparte ese rol con el Suezo de Holly, otro de los monstruos más famosos de Monster Rancher y el favorito de esta chica a la hora de combatir.

En estas dos series se intenta ponerle historia a un videojuego que no tenía una realmente, aunque de formas distintas una de otra. Monster Rancher en todo momento es consciente de ser un videojuego mientras Monster Hunter Stories intenta ser un universo paralelo, aunque nada de eso importa cuando hablamos de su relación con los monstruos, la crianza y los combates. Ambas series tienen buena dosis de humor infantil además, enseñan que la amistad y la cooperación entre el niño y sus monstruos son fundamentales.

Ahora sí, hablemos de otro de los grandes sucesos que triunfaron en varios medios de entretenimiento y que puso en nuestras vidas más de 1000 monstruos diferentes. A esta altura, Digimon no necesita demasiada presentación, ya que cualquiera con conocimiento de anime y videojuegos sabrá reconocer tanto a los niños elegidos (Tai, Sora, Mimi, TK, Izzy, Joe, Kari y Matt) como sus compañeros (Agumon, Biyomon, Palmon, Patamon, Tentomon, Gomamon, Gatomon y Gabumon); pero esta vez, no hablaremos de Digimon Adventure, sino de Digimon Tamers.

El concepto de jinetes de Monster Hunter Stories se asocia más a lo visto con los entrenadores en Digimon Tamers, mezclando el sentido de aventura con la curiosidad de descubrir, conocer y domar la mayor cantidad de monstruos posible; además, el trío de protagonistas lo conforman 2 chicos y una chica, por lo que en muchos momentos la dinámica es exactamente la misma entre series. Enfrentarse a malvados monstruos salvajes con la ayuda de otros monstruos amistosos es el eje central en ambas series, donde el vínculo entre los niños y su amigo monstruo (Takato y su Guilmon / Lute y su Rathalos) son el diferencial a la hora de la batalla, en una aventura que se torna muchísimo más disfrutable cuando tienes pleno conocimiento de su versión jugable.

Cuando se trata de series anime que hicieron despegar las ventas de un videojuego, no hay otra opción mejor que Pokémon, que continúa con su anime tras dos décadas y sigue manteniendo el éxito. Ash todavía no se ha convertido en un maestro pokémon y sus aventuras parecen lejos de su final, pero seguramente todos conocemos cómo empezó aquella historia.

Pokémon es un largo camino a transitar entre Ash, Pikachu y sus amigos, que inicia de forma muy similar a lo que vemos en Monster Hunter Stories. El vínculo entre Lute y su Rathalos, sumado al rito de iniciación como jinetes, nos recuerdan en todo momento aquél fatídico día en que, de tanta emoción, Ash se quedó dormido y se perdió la elección de los starters, terminando con un Pikachu que parecía predestinado como su compañero más fiel. Además, si bien Pokémon está orientado a las batallas, en todo momento se respira un aire de respeto de los protagonistas hacia los pequeños monstruos, llegando en varios casos a montarlos tal cual los jinetes de Monster Hunter. Por pasado, presente y potencial futuro, Pokémon es siempre una gran recomendación para los niños.

Con Pokémon Sun & Moon a la vuelta de la esquina, Ash y sus amigos tomarán clases en la isla de Alola, y ese ambiente educativo es otra semejanza más con lo que sucede en Monster Hunter Stories: Ride On, donde los pequeños atraviesan constantes desafíos para aprender y entender la vida de un jinete.