Los acontecimientos en Guilty Crown se desarrollan diez años después del inicio de una pandemia que arrasaría con el mundo, evento conocido como “Lost Christmas”. Shuu> es un estudiante introvertido quien un día cruza su destino con Inori, (la vocalista de la banda EGOIST de la cual es fan) descubriendo así su identidad de terrorista. Shuu, ahora debe luchar por su vida y su libertad junto a los demás miembros de la organización terrorista conocida como la Funeraria, utilizando el nuevo poder que ha adquirido gracias al Void Genoma: El Poder del Rey.

Las razones por las que Guilty Crown y Re:CREATORS son similares son básicamente dos: en primer lugar tenemos el poder de Shuu de extraer los Voids (artefactos con poderes especiales) de las personas. La creación de los Voids, al igual que la creación de un personaje de novela, implica involucrar muchos sentimientos y traumas personales que se verán reflejados en este, además del evidente impacto de verlos materializados en el mundo real. Por otra parte, ambas series muestran lo mejor de sus escenas acompañadas de la mágica música del talentoso compositor Hiroyuki Sawano.

Después de fallar por segunda vez el examen de admisión a la universidad, Minato regresa deprimido a su hogar cuando de pronto se ve envuelto en una pelea entre misteriosas y bellas chicas con poderes conocidas como Sekirei. Es en medio de la confusión que Minato conoce a Musubi, una alegre y poderosa Sekirei, quien terminará por enamorarse de él. Juntos deberán avanzar a través del absurdo Plan Sekirei: un Battle Royal entre los cientos de poderosas Sekirei, en el que sólo una saldrá victoriosa.

Sekirei posee puntos muy específicos en cuanto a su parecido para con Re:CREATORS. En ambas series existe una clara división de bandos y una lucha entre seres con poderes de otro mundo (las Sekirei son alienígenas) que podrían considerarse iguales. Además, las Sekirei son acompañadas y asignadas a un compañero humano, quien funcionara como un activador de sus poderes; una situación que repite en Re:CREATORS donde los personajes de novelas como Celestia luchan al lado de sus creadores.

Rozen Maiden (2013) nos muestra una realidad alternativa al anterior anime de Rozen Maiden, en la que nuestro protagonista Jun ha elegido la opción “No” en la misteriosa carta que le llegó durante su niñez. En este mundo conoceremos a un Jun universitario que, de algún modo, logró superar su trauma de la escuela. Sin embargo, Jun no siente que pertenezca a ningún lado en particular y por tanto lleva una vida monótona y aburrida. Esto cambiará el día en que reciba unos extraños paquetes con instrucciones para la elaboración de nada más y nada menos que una muñeca Rozen Maiden.

De las múltiples temporadas de Rozen Maiden, nos quedamos con la última como la más parecida a Re:CREATORS. En ambas nos encontramos con un protagonista bastante maduro y calmado, frustrado en la vida, ya que ambos no se hallan a sí mismos en ningún lado. A su vez, los dos de pronto se ven involucrados en una batalla como soporte de seres que no deberían existir en su mundo, en este caso las Rozen Maiden.

La aparición de un extraño portal en Japón y la invasión de supuestos seres de fantasía fueron los acontecimientos que desataron la guerra entre dos mundos en Gate. Nuestra historia se centra en Itami, un oficial de las Fuerzas de Autodefensa quien tuvo contacto directo durante el anterior ataque, y que ahora deberá viajar a través del misterioso portal en una misión de reconocimiento al nuevo mundo en la que conocerá a elfos, magos y dioses por igual cumpliendo así su sueño, ya que en realidad Itami es un otaku.

El parecido con Re:CREATORS es claro. En el Japón de Gate de pronto se ha descubierto que criaturas clásicas del anime y manga en realidad existen, ya sea caballeros, elfos, magos o dragones; muy similar a lo que ocurrió en Re:CREATORS donde diversos personajes fantásticos de pronto se materializaron en la realidad. Además, en ambas series el gobierno japonés esté involucrado como parte de la trama, tratando de entender que sucede y buscando soluciones realistas a situaciones tan inverosímiles como aquellas.

Manta Oyamada es un estudiante chaparrito y muy inteligente, quien un día al regresar de la escuela se topa con un misterioso joven rodeado de espíritus. Aquel joven despreocupado resulta ser nuestro protagonista, Yoh Asakura, quien más tarde se revelaría ante Manta como un Shaman: aquella persona que funciona como un vínculo entre el mundo real y el espiritual. Junto a Manta, Yoh se embarcará en el mítico Torneo de los Shamanes en busca de cumplir su sueño y convertirse en el Shaman King.

En Shaman King encontramos una clara división: aquellos Shamanes que conviven en el mundo en armonía y aquellos que quieren desaparecer a los humanos normales para convertir al mundo en uno solo de Shamanes, situación similar a la de Re:CREATORS. Además no podemos olvidar a los fantásticos Espíritus Acompañantes, quienes al igual que las Creaciones en Re:CREATORS, cumplen un papel protagónico muy importante además de estar basados tanto en personajes reales como en algunos personajes fantásticos como por ejemplo seres elementales (como el Espíritu del Fuego) o hadas (como Morphin).

Luego de Hellsing, Kota Hirano nos sorprende de nuevo con una intensa Fantasía Oscura llena de guerra, destrucción y peleas. Drifters sigue la historia de diversos guerreros de nuestro mundo, quienes han sido elegidos y transportados desde distintas épocas a un mundo de fantasía donde deberán pelear como Ends para destruirlo o como Drifters para salvarlo. La trama se centra principalmente en tres Drifters: Toyohisa, Nobunaga y Yoichi quienes acompañado de la maga Olminu deberán hallar su propósito en aquel mundo mientras frenan a los Ends y dan inicio a la rebelión.

Drifters es un caso inverso a Re:CREATORS, ya que esta vez son los guerreros más fuertes de nuestro mundo quienes son transportados a una tierra de fantasía. Nuevamente nos encontramos con un curioso Battle Royal en el que, a pesar de que la mayoría de personajes si existen, tenemos inverosímiles batallas entre personajes como un samurái japonés como Toyohisa y una guerrera medieval como Jeanne d’Arc. Lo más interesante es que tanto en Drifters como en Re:CREATORS el destino es sumamente incierto y personajes de ambos bandos podrían cambiarse de lado dependiendo de la situación, anteponiendo sus interés personales.