El mundo del anime es muy amplio, tanto así que sus producciones amalgaman varios formatos; si bien el más conocido de ellos es el que vemos en serie, también existen otros como las películas, OVAs y ONAs. Todos y cada uno de ellos han tenido su momento en la historia, pero el día de hoy nos centraremos en relatarles, de principio a fin, las implicancias de las OVAs y su evolución.
También conocerás cuál fue el primer OVA y el por qué de su creación, además de sus productores y directores. Por otra parte, te mencionaremos cómo fue el lanzamiento al mercado y su aceptación por parte de los consumidores de anime. Y no solo eso, pues te presentaremos otros OVAs que han sido influencia directa sobre cómo ver anime y su historia. ¡Vamos!
¿Cuál fue la primera Animación Original para Video (OVA)?
Como en todo evento importante en la vida siempre hay un pionero, y para esta ocasión les hablaremos acerca de ese valiente que daba inicio a una época donde los 80’s revistieron de gloria a uno de los formatos más emblemáticos del anime: el OVA. Por supuesto, aquél primer anime que se trasmutó al formato de OVA fue Dallos, en el año 1983, que además fue dirigido por Mamoru Oshii, uno de los productores más importantes de anime para la época. Lo más resaltante de la salida del nuevo formato no fue el anime en general, sino la explosión de nuevas producciones de la misma índole acompañadas por el auge de una nueva tecnología, la llamada VHS y los reproductores Video Beta.
Para los que no conocen de Dallos, les mencionamos que, además de ser la primera OVA de la historia, nos regala una trama donde la Tierra se ve amenazada por la explotación indiscriminada de recursos por parte de la humanidad hasta el punto de agotarlos totalmente. En contraofensiva de la escasez, las personas se han asentado en la Luna y explotan los recursos del lugar para enviarlos al planeta natal y así satisfacer la demanda de minerales.
Sin embargo, no todo es color de rosas, pues los mineros espaciales se ven inmersos en una situación decadente donde son explotados por sus jornaleros, es decir, por el Gobierno Federal. Para contrarrestar dicho maltrato laboral, los mineros se han dado a la tarea de hacerle la vida imposible a sus detractores, efectuando actos de terrorismo en los cuales terminará implicado nuestro protagonista, Shun Nomonura... además de un secreto lunar, una estructura misteriosa llamada Dallos.
Y después de allí… ¿Qué pasó? Un poco más de historia, por supuesto
Todo comenzó cuando llegaron los —para ese entonces— innovadores Video Beta y VHS a Japón. Fue tanto el auge de estos artefactos reproductores de video y la fama que alcanzaron en los consumidores, que cualquier serie adaptada a estos formatos conseguía el éxito, y los animes no serían la excepción. Las series animadas japonesas consiguieron especial revuelo, y en los videoclubs los fanáticos del género animado iban para alquilar varios capítulos de las series o alguna película.
Como la innovación atrae más innovación, con la llegada de la nueva era de las video caseteras llegó la primera OVA, Dallos. Un formato nuevo, sin previo aviso, que no necesitó de presentación pero cambió, nuevamente, la manera de ver anime, haciendo que los consumidores no fueran solo para conseguir algunos capítulos sino que fueran exclusivamente a comprar las últimas tendencias del mundo del anime.
¿Y cómo llegó la idea del nuevo formato OVA? Fácil, fue cuando las productoras se dieron cuenta que, para el momento y el boom de la nueva tecnológica reproductora, era necesario que las series de anime se presentaran de forma más concisa, evitando alargadas trasmisiones con muchos capítulos que se podían resumir en una o dos presentaciones con mejor calidad y que se consiguieran en una sola compra o renta.
En cuanto a OVAs que marcaron un antes y un después, fácilmente podemos mencionar algunos referentes del área cómo Bubblegum Crisis, Ginga Eiyu Densetsu (la más larga de la historia) y alguna más cercana a la actualidad como Kaleido Star: Good da yo! Goood!!. Claro, si nos fijamos en la actualidad, nuestras amadas OVAs de antaño ya no parecen tan importantes, pero de eso hablaremos más adelante.
Como habíamos mencionado antes, en la actualidad, las OVAs han perdido terreno, especialmente desde la década de los 90, junto al declive de la economía japonesa donde la producción del formato empezó a dar traspiés... por culpa de la tecnología, por supuesto. Después de todo, nada es para siempre y en casi todos los casos habrá algo mejor que suplante lo presente.
La llegada del internet y la informática fueron un balde de agua fría para las OVAs, sin embargo, no podríamos decir que eso fue tan malo, pues el verdadero verdugo del formato OVA fueron las mini series, adaptadas a 12 y 25 capítulos que permitían a los fanáticos del anime deleitarse con una producción completa de varios episodios cortos sin la necesidad de esperar tanto tiempo por una nueva producción.
La muerte del formato y una reencarnación 3.0
La supervivencia del formato OVA dependía de una renovación, o mejor dicho, una adaptación al mundo digital, y por sobre todo al online, puesto que el formato preestablecido por defecto ya no daba la pelea, y es que las productoras se dieron cuenta que apenas una pequeña población seguía consumiendo sus creaciones. Por ello, productoras como Madhouse y Production I.G. se dieron a la tarea de migrar sus contenidos innovadores al mundo de internet, donde la mayor parte de los fanáticos y consumidores de anime se han alojado.
En ese entorno, y a pesar de no ser tan competitivo como las mini series, el nuevo formato del OVA —ahora llamado ONA (Original Net Animation)— sobrevive con todo en su contra, pero con algunas ventajas en la calidad, llegando a ser inclusive igual que las películas, aunque sin tanto prestigio como ellas.
¡Esperen! ¿Cuáles son las OVAs más influyentes de la historia?
Bueno, nosotros hablaremos un poco de aquellas que se han ganado un prestigioso lugar donde solo entra lo mejor de lo mejor. Para dar inicio a nuestras obras de arte más sublimes te presentamos a Ginga Eiyu Densetsu, una de las más aceptadas por los consumidores a nivel mundial, con 110 capítulos y una emisión de nueve años entre 1988 y 1997. Por supuesto, tampoco podrían faltar Macross Zero y sus cinco capítulos repletos de acción intergaláctica y una guerra entre el Spacy y las facciones de anti-ONU, que fue emitida desde el 2002 al 2004, producida por la famosa Bandai Visual.
Para finalizar, te mencionamos a una de las mejores producciones de anime de la historia, por no decir la mejor: Rurouni Kenshin: Meiji Kenkaku Romantan – Tsuioku – hen, y su trama sanguinaria en donde el ninja asesino Hitokiri Battousai tiene como deporte cargarse a cuanto mercenario o inocente se pase por su camino. Ésta última OVA comprende cuatro capítulos producidos por la reconocida Aniplex.
Palabras finales
La expansión indiscriminada de la tecnología y la humanidad en general, gracias a la ayuda del internet, ha causado que las personas consigan nuevas formas de consumir y generar ocio. Para nosotros, los amantes del anime, ¿qué mejor forma de ver una producción de buena calidad, que en la comodidad de nuestras casas, sin tener que ir al videoclub a rentar un DVD o VHS? Por ello, la muerte de un formato como lo es el OVA se lamenta, pero se disfruta, pues nos regaló muchísimas grandes obras animadas y ahora ha dejado la batuta a su predecesor, el formato ONA, del cual estamos seguros, pasará un buen tiempo hasta que otro lo suplante.
Por ahora, solo nos queda deleitarnos con las nuevas producciones desde la comodidad de nuestro sillón. Esperamos que les haya gustado nuestro artículo de hoy y hayan aprendido un poquito más de historia. Como siempre, puedes utilizar la caja de comentarios para decirnos qué OVAs marcaron tu vida, y qué piensas de este emblemático formato de anime.
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