Astroboy se convirtió en el primer anime que cautivaría a las audiencias latinas con una línea argumental bien definida y una estética innovadora, diferentes a las de otras series animadas del momento, estás dos características llamaron significativamente la atención, no sólo de los televidentes, sino de las demás cadenas televisivas, que apuntaron a la procedencia de tan gran éxito y su género.

Creado por Osamu Tezuka, Tetsuwan Atom (Astroboy) narra la historia de un doctor que pierde a su hijo, y para llenar el vacío producido por su muerte, crea un robot con apariencia de niño que posee sentimientos humanos, al que intentarán atrapar en el transcurso de la trama para copiarlo. El anime fue transmitido por primera vez en América Latina en la década de los 70s y fue tal el éxito que no tardaron en llevarlo a todos los rincones del planeta. A partir de ese momento, los contenidos para los más pequeños de la casa empezaron a cambiar, y por supuesto, los animes tuvieron mucho que ver en ello.

El estreno de Match GoGoGo (Meteoro) sería la segunda explosión que llevaría al anime a lo más alto de los programas televisados en nuestra región. Basado en el manga de Tatsuo Yoshida, sería producido por la firma Tatsunoko Productions; en la serie se muestra a una familia de corredores de autos que adoraban las carreras con mucha pasión. Es un anime icónico que marca el comienzo de las animaciones automovilísticas y su llegada a España en el año 1973 por el canal TVE lo convierte en el primer anime televisado del país..

Si hablamos de un clásico de aquélla época, no podría faltar Heidi, inspirada en el libro de la escritora suiza Johanna Spyri y producida por la japonesa Zuiyo Eizo. La serie logró una gran aceptación en la región con base a la historia de una pequeña criada por su abuelo en los Alpes, marcando a un gran número de televidentes con su ternura. Fue el segundo anime que se televisó en España, con un doblaje peninsular en 1975, y una versión para Latinoamérica con doblaje mexicano en 1978.

A comienzos de los ochenta aparece Candy Candy, creada por la escritora Kyouko Mizuki y llevada a la pantalla por Toei Animation. Esta serie se mantuvo en el aire durante varias décadas, y narra la vida adolescente de una pequeña huérfana en el Hogar de Pony, que es adoptada por la familia Leagan inicialmente y luego por la familia Ardley; esta extrovertida serie es emitida aún en canales del mundo hispanohablante. En países como Perú, Chile o México fue emitida en los primeros años de la década de los 80, y en el resto de países también tuvo estrenos en fechas similares.

Pero si había un anime que volvería loca a América Latina, tuvo que ser Mazinger Z, creado por Gou Nagai. Es uno de los viejos pero famosísimos animes Mecha, en donde un robot es tripulado por un personaje para luchar contra el Doctor Infierno, cosa que obviamente causó gran sensación en los niños. Fue emitido en España en 1978, pero no llegaría a Latinoamérica hasta más tarde: en México fue trasmitida en 1986, pero en Chile y otros tantos debutó en el año 1979.

Pero esperen, porque uno de los grandes hasta la actualidad hace su debut en aquel entonces, por supuesto hablamos del anime basado en el manga de Akira Toriyama, denominado Dragon Ball. Entre escenas de peleas continuas por salvar el planeta Tierra y la búsqueda de las Esferas de Dragón alegraron las tardes de muchos niños. Dragon Ball se convertiría en la serie más vista de los últimos tiempos, conquistando a muchos televidentes.

La historia de Toriyama tendría una continuación más poderosa y fue denominada Dragon Ball Z. Producida por Toei Animation, causaría un gran furor en los niños de la década de los noventa por sus batallas fantásticas, logrando convertirse en la única serie casi ininterrumpida de la historia. Fue emitida en España a finales de 1991 en un reestreno en el canal Sur y Telemadrid, llegando a Latino América a través de Televen en el año 1994.

Pero Dragon Ball Z no fue lo único que brilló en los noventa. Otro anime de Acción, Fantasía y poderes sobrenaturales llegaría: Saint Seiya (Los Caballeros del Zodiaco), creada por Masami Kurumada. En esta serie se realza el Cosmos, utilizando elementos griegos, nórdicos y romanos; surgen unos caballeros dedicados a la defensa de la de Diosa de la Guerra Atena para ayudarla a mantener la paz en la Tierra.

Si hay un anime que marcó el poderío de la animación japonesa es Captain Tsubasa (Supercampeones en Latinoamérica y Oliver y Benji en España), que adquiere gran impacto en el público teniendo como tema principal el fútbol... y ¿quién no ama el fútbol en Hispanoamérica? En la serie, Oliver, el personaje principal, junto a sus compañeros Benji, Tom, Steve y Andy, compiten por el campeonato mayor y llegan a representar a Japón, país que todavía no contaba con gran cultura futbolística, pero que la ganó en gran medida gracias a este manga y anime.

Como las chicas no podían quedar por fuera, la década de los 90 nos dejaba también el legado de Salior Moon, creada por Naoko Takeuchi. Este anime fue muy atrayente para las niñas —y también niños, por qué no— de la época ya que le daba protagonismo al género femenino. Este anime narra la defensa de la Tierra por parte de Serena, una adolescente que junto a sus amigas adquieren poderes especiales para batallar contra las fuerzas del mal.

Los noventa tenían de todo y cerraban con broche de oro con Neon Genesis Evangelion, creado por el estudio Gainax y producido por Hideaki Anno, es una de las producciones más llamativas de la época, la calidad en la animación no tiene comparación con ninguna otra, además de ser un anime futurista. Esta producción cuenta con gran variedad de ideas de carácter filosófico excepcional, promoviendo un trasfondo y elaboración de tramas más complejas en los animes posteriores.

El año 2000 apareció, y como si se hubiesen puesto de acuerdo, canales de todo tipo decidieron lanzar para sus audiencias varios especiales con los animes que fueron un éxito en el cierre del siglo XX, captando principalmente las producciones más populares para ese entonces.

Mientras el siglo comenzaba, también lo hacía una franquicia que para 2001 tuvo su primer gran éxito en Latinoamérica: Yu-Gi-Oh!, de la mano de Nickelodeon. El anime que daba poderes mágicos a sus cartas y personajes nos asombraba con sus grandes duelos y monstruos demoníacos, además de los misterios egipcios. La franquicia eclosionó y se hizo una bestia del mercado obteniendo ventas estratosféricas por mercancía como barajas, atuendos y accesorios de los personajes animados.

En 2002, por ejemplo, muchas cadenas televisivas querían apoderarse de la audiencia infantil con Pokémon, el cual rompió las barreras de popularidad a nivel mundial. A su vez, Dragón Ball regresaba en su versión GT, esta vez con un formato diferente por no ser un proyecto original de Akira Toriyama, pero que gozaba de los clásicos personajes y batallas de otro mundo. Luego, 2005 abrió un nuevo mundo de posibilidades para el anime, y es que el canal Locomotion hace su entrada triunfal cambiando su imagen y su nombre a Animax, el cual se enfocó exclusivamente a las producciones animadas japonesas.

En 2006 la vida de los otakus cambiaría y sus sueños se hicieron realidad; la internet empezó a formar parte de la vida cotidiana para los hispanos, y la globalización digital abrió un puente enorme entre los animes que no se transmitían por televisión y las audiencias que los esperaban con ansias. Uno de los primeros animes que derramó todo su esplendor en la era digital fue One Piece, luego otros animes empezaron a dar sus primeras chispas de grandeza, como Naruto y Death Note.

El cambio se hizo notorio al ver que los animes llegaban en formatos DVD y multimedia, y fueron tomando popularidad por toda la red gracias a sus batallas bélicas, poderes sobrenaturales y tramas más realistas enfocadas a las sociedades modernas. Algunos de estos animes son Code Geass (2006-2008), Jigoku Shojo (2005-2009), Psycho-Pass (2012), Shingeki no Kyojin (2013), Kill La Kill (2013-2014), Dragon Ball Super (2015) o Ajin (2016).

La transición de la audiencia televisiva al internet generó la migración inmediata de los contenidos animes a los formatos digitales, que poco a poco se fueron expandiendo por el mundo virtual hasta hacerse alcanzables para casi toda América Latina y España, tanto así que en la actualidad se pueden encontrar grupos de fans, blogs, convenciones anuales y páginas web especializadas para la región, como nosotros, Honey’s Anime.