Yaoi, gore, mucha sangre e historias que nos vuelan la cabeza gracias a sus tramas repletas de drama y suspenso. Esas son las características principales de los animes producidos por uno de los estudios más antiguos en la industria del anime: Studio DEEN. Si te estás preguntando, qué tan cierto es lo que te acabamos de decir, solo debes checarte algunas de sus producciones animadas para darte cuenta de ello, como Ramma ½, Descending Stories: Shouwa Genroku Rakugo Shinjuu o
Rurouni Kenshin.

Studio DEEN fue uno de los pioneros en cuanto a la producción de animes con gran calidad gráfica y que no perdía esa característica aún cuando sus obras constaban de muchos episodios. El día de hoy, Honey’s Anime trae para ti la historia del Studio DEEN, incluyendo su origen y creación, sus primeros pasos en esta gigantesca industria, su actualidad y algunas de las mejores de su repertorio. Sin más, te damos la bienvenida al mundo DEEN. ¡Disfrútalo!

Studio DEEN: su origen y creación

Todos sabemos que, en la actualidad, el Estudio DEEN no es uno de los estudios que dan mayor calidad de animación a sus animes, tampoco de los que se gastan una fortuna en inversión para producir sus obras. Sin embargo, sus historias resultan bastante atractivas a los fanáticos de la animación japonesa gracias a su siempre confiable Gore y Yaoi como estandarte de la productora.

Su historia comienza tres años después de la aparición de Sunrise, otro estudio que produce anime, donde tres ex miembros de la ya mencionada productora decidieron dar el paso agigantado y fundaron su propio estudio. Fue así como nació el Estudio DEEN en 1975 que, para la década de los 80’s lanzaron su primera producción titulada Urusei Yatsura, un anime de 195 episodios que data de 1981 a 1986.

Los 80’s y 90’s fueron la época de oro en donde el estudio era reconocido por la calidad inmejorable de sus producciones, como Maison Ikkoku de 1986 y Eat-Man de 1997. También se puede ver cómo en los 80’s el Estudio DEEN aprovechó el auge de los formatos VHS para producir entre sus primeros 7 trabajos 3 OVA’s y una película; con ello lograron posicionarse en el mercado del anime como uno de los mejores competidores; algunas de sus OVA’s más sobresalientes para ese entonces fueron: The Samurai en 1987 y Rurouni Kenshin en 1996.

Los primeros años del estudio

Hay un dicho que dice “el que empieza con mucho brío termina bastante frio”, y el Estudio DEEN no fue uno de esos, por lo menos no en las primeras dos décadas, la de los 80’s y 90’s, donde dio lo mejor de sí para convertirse en la competencia predilecta de otras productoras de anime como Toei Animation y Production I.G. Y como todo buen estudio, algunas de sus obras no son del todo aceptadas por los fanáticos del anime, pero otras, las cuales son las que dan prestigio, son la crema innata y el orgullo de sus creadores. A continuación te damos un breve recorrido de cómo fueron esos primeros pasos y cuáles fueron las mejores producciones que dieron inicio a un monstruo del Gore, el Shounen, el Shoujo y el Yaoi, el Estudio DEEN.

Comenzamos con la década de los 80’s donde todo dio inicio con un anime bastante divertido e innovador para la época, Urusei Yatsura en 1981, el cual relata la historia de Ataru, un joven promiscuo que debe convivir con una alienígena llamada Lum, pues un pacto intergaláctico los obliga a estar juntos, el problema es que nuestro protagonista no resiste la atentación de ir tras cualquier chica que le paso por enfrente, y eso le trae problemas con su prometida espacial. El anime goza de gran calidad gráfica y narrativa exquisita, lo que permite al espectador mantenerse al tanto de todo lo que pasa sin perder la secuencia de los acontecimientos durante los 95 episodios.

Continuando en su primera década como productor de anime, y luego de varias producciones como Angel’s Egg la película de 1985, Maison Ikkoku de 1986, The Samurai y Twilight Q en formatos de OVA en 1987 y Patlabot (OVA) DE 1988; vino uno de los animes que posicionaron al Estudio DEEN donde se merecía estar, Ranma ½ de 1989 a 1992 con 162 episodios. El último anime mencionado gozó de una gran animación junto a una historia divertida en donde nuestros protagonista Saotome y Akane, obligados a casarse, pasan las mil y una aventuras juntos, luchando contra fieros oponentes y haciéndose enojar mutuamente mientras ambos se dan cuentan de sus verdaderos sentimientos.

Las segunda década del estudio, la de los 90’s, también fue un boom con muchos aciertos de su parte, empezando con su primera producción de ese tiempo, titulada Domain of Murder de 1992 en formato de OVA que, garantizó la calidad gráfica exquisita con buena narrativa argumental. Otros animes se produjeron y emitieron en ese época, logrando gran aceptación por parte de los fanáticos de la animación japonesa, algunos títulos como DNA en 1994, Zenki en 1995, Haunted Junction en 1997 y Hoshin Engi, su última producción de la década en 1999.

Pero su más influyente obra en los 90’s vino de la mano con el ninja asesino, renegado y luego restaurado, Rurouni Kenshin: Meiji Kenkaku Ramantan en 1996. Un anime que rompió todos los paradigmas ninja y le mostró al mundo la cultura japonesa medieval al mejor estilo del anime, con batallas, katanas y mucha sangre de la mano de nuestro protagonista, el legendario ex asesino Himura.

Ya para el siglo XXI hubo cambios radicales en cuanto a la animación de las producciones del Estudio DEEN, creándose un antes y un después entre ambos milenios de la historia humana. Para las producciones, a partir del 2000, la calidad gráfica disminuyó considerablemente con el fin de generar historias más cortas y con mayor rapidez para de abasto a la demanda de las nuevas generaciones y los nuevos formatos animados.

¿Y en qué anda DEEN actualmente?

Para el momento, el Estudio DEEN, ha sido el referente de varios géneros del anime, como el Gore y el Shounen, caso que lo convierte en uno de los pilares fundamentales para mantener el creciente consumo de contenidos nuevos, además de mantener activa a la competencia, asegurando que la industria se renueve constantemente.

Entre sus principales obras de la actualidad, podemos ver cómo los formatos de serie corta que, desde el 2014 hasta la fecha ha producido un total de 22, han ganado terreno considerablemente debido a las nuevas formas de consumir contenidos. Otros formatos predominantes como el largometraje, son de baja prioridad para el estudio que, desde la fecha antes mencionada (2014) ha realizado 3 películas y apenas una OVA.

Sus últimas dos producciones animadas del 2017 han sido de gran impacto, por supuesto hablamos de The Reflection, estrenada en julio y de Hozuki’s Coolheadedness 2 lanzando su segunda entrega al público el pasado 8 de octubre. Ambas obras son de corta duración y mantienen un formato de episodios de 12 a 13 por anime. Hasta los momentos, ambos han dado buenas sensaciones y la crítica por parte del público en los foros ha sido de aceptación, sacando el hecho de que la animación sigue siendo de calidad media.

Su última película Why We Live: The Priest Rennyo and the Yoshizaki Fire demuestra, una vez más, que el estudio se enfoca principalmente en la creación de series animadas de pocos episodios, pues el formato de largometraje antes mencionado, y última película lanzada por el Estudio DEEN fue en el 2016. Y si bien tuvo gran aceptación por parte de la audiencia, es claro que el estudio tiene tendencia a las obras de presupuestos económicos y que sean rápidas de producir.

¿Y cuál fue su última entrega en formato de OVA? Por supuesto fue Hybrid Child en el 2014 con 4 episodios que, a diferencia de las producciones habituales del estudio, gozan de calidad gráfica impecable y fluida cohesión argumental entre uno y otro capítulo. La historia del anime centra la mirada en un mundo donde la cibernética se funde con la genética para formar una trama novedosa en donde el protagonista, Kuroda y su acompañante un Hybrid Child, quien resulta ser un androide creado para dar compañía a quienes lo necesitan, nos darán mucho en qué pensar.

¡Esperen! ¿Cuáles son los mejores animes de Studio DEEN?

Siempre van a existir animes que sobresalen de las producciones comunes, pero hay otros que se llevan todos los elogios y hacen ver a aquellas obras buenas como si fuesen más del montón. El Estudio DEEN tiene algunos de aquellos animes que dejan a todos sin aliento, y nosotros de Honey’s Anime te los vamos a presentar a continuación. ¡Prepárate!

Empezamos con una obra maestra que nos lleva a través de la historia de un ex convicto, el protagonista llamado Yotarou, que decide dar un giro de 360 grados para convertirse en un profesional de las crónicas, por supuesto hablamos del anime Shouwa Genroku Rakugo Shinjuu. La calidad de animación, a diferencia de muchas otras contemporáneas, es buena, y se pueden ver la calidad de sus detalles en la ambientación en donde el pasado y el presente se funde para regalarnos una gran trama.

Por supuesto, no podía faltar una de sus nuevas producciones que ya va por su segunda entrega, Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku iwo! 2, y la continuación de las increíbles historias de Satou y Aqua, junto a sus otros compañeros en el mundo mágico y la búsqueda de la caída de un malvado rey demonio. Otra demostración de una buena producción con arcos argumentativos que cohesionan fluidamente, y que goza de una calidad gráfica decente.

Para finalizar tenemos a uno de los mejores animes de la historia, Rurouni Kenshin, la historia del legendario samurái asesino Himura y el poder del amor, el cual pudo cambiar el corazón del ser humano más letal de toda Asia feudal. La serie no sólo cautivó a las audiencias, sino que llevó a la cultura japonesa a recorren el mundo, el cual la aceptó sin darse cuenta gracias a la trama y las cantidades exageradas de acción, muertes, sangre y escenas de valentía.