Empecemos por lo obvio, pues no tendría mucho sentido seguir disimulando: ¿¡existe forma de resistirse a los impresionantes ojos de Cardia?! Ella es literalmente una muñequita, de esas chicas que podríamos pasar horas, horas y horas mirándolas… pero más allá de su tez de porcelana, su sexy ropa victoriana o lo excitante que puede ser su voz, lo que más nos atrapa es esa mirada penetrante que se oculta bajo el flequillo.

Las chicas de ojos claros siempre nos llaman la atención, eso no es novedad, pero en Cardia todo parece potenciarse sin razón aparente. A decir verdad, Cardia es una bomba por donde se la mire, pero debe ser fabuloso poder despertarte cada día y ver que a tu lado tienes ese par de ojitos tiernos brillando solo para ti. ¡Bendito sea Isaac Beckford por haber creado esta señorita!

Cuando apenas conocemos a Cardia Beckford es imposible no verla como la típica damisela en apuros; es más, siendo sus nuevos amigos tan caballeros, es todavía más difícil imaginarnos que esta tímida y confundida mujer termine siendo una heroína inspiradora, de esas que se llevan el mundo por delante. Por suerte para nosotros, conforme pasan los días y gana confianza se convierte lentamente en una Cardia más responsable, pensante y dispuesta a la acción.

No deja de ser una imagen tierna cuando Cardia nos muestra, con todo su empeño, la nueva patada que aprendió de Abraham Van Helsing, acompañada de un gemido que más que transmitir miedo nos despierta el lado más ecchi. Igual la cosa no queda ahí, porque no cualquiera se subiría al techo de un tren en marcha para poner una bomba, ¿no? Cardia hasta ayudó a Impey a conducir el dirigible en la carrera del Black Gathering, así que realmente no quedan motivos para seguir viéndola como una chica inocente y débil.

Si hay alguien con cero perversión en su cabeza es Cardia, pero toda esa perversión es la que nos viene a la mente a nosotros cada vez que vemos su escote. ¡Cómo ignorar esas oppais! Antes ya hablamos de sus ojos, pero aquí tenemos otro par muy pero muy difícil de evitar. El detalle es que, más allá de sus redondas curvas, su pecho tiene otro atractivo poco común: las piedras del horologium.

Se trata de unas piedras con forma de corazón —por si todavía no notabas el juego de palabras con “Cardia”— que, según el propio Isaac, servirían para hacer madurar la piedra filosofal y finalmente revivir a los muertos. Más allá de la alquimia, nosotros lo vemos como una versión mejorada de un tatuaje, invitándonos a despertar varias fantasías. La cosa con esto es que como dicen por ahí, “se mira y no se toca”... a menos que quieras ver cómo se desintegra tu mano al acariciar la piel de Cardia. Bueno, ¡la verdad es que bien valdría la pena!

Acostumbrada a su estigma, Cardia tuvo que acostumbrarse a tratar con las personas sin poder tocarlas y sin dejar que la toquen a ella. Claro, eso está bien para que el típico que te manosea en el tren se lleve una sorpresa y la mano le quede inútil por el resto de su vida, pero cuando realmente hay amor te das cuenta de la maldición. ¿Te imaginas amar a alguien y no poder darle un beso, un abrazo o una caricia? Y claro que no hace falta hablar de sexo.

Claramente, el mayor esfuerzo viene de parte de los muchachos y especialmente de Lupin, pero a la vez, todo esto redunda en un amor muchísimo más puro que se basa en los gestos, hechos y palabras; es difícil resistir la tentación, pero al menos las ropas especiales permiten alguna interacción básica. A nosotros lo que nos enamora es esa sencillez y pureza para expresar su cariño, y podemos dar fe de que más de uno estaría dispuesto a un amor “de lejitos” siempre y cuando sea con este bombón.

Vale aclarar que el trágico pasado de Cardia Beckford sí la hizo pensar, en más de una oportunidad, en dejarse morir y así acabar con sus problemas y los de su pueblo. No obstante, por algo no se suicidó, ¿no creen? En el fondo ella sabe que podría haber una solución, pero tampoco le ve sentido a esperar la muerte sin saber qué es realmente lo que sucede o los motivos para llegar a ese punto.

Durante los años anteriores Cardia vivió con Elaine, una mujer que se propuso ayudarla y vivió con ella por un tiempo. Tras un accidente, Elaine perdió la vida “por culpa” de Cardia, algo que nuestra heroína nunca se perdonó. Si tomamos la mayor parte del anime, su perseverancia se puede ver en todos sus avances, tanto cuando deja su timidez, cuando se involucra en las actividades delictivas del grupo o cuando se enfrenta a los fantasmas de su pasado. Su único objetivo es saber la verdad sobre su familia, y viendo cómo es realmente Cardia cuando baja la guardia, sabemos que lo logrará.