Estar tanto tiempo encerrada en la torre no fue tiempo perdido, ya que Elizabeth aprovechó para empaparse de la sabiduría que encerraban todos los libros que la rodeaban y obtuvo gran cantidad de conocimientos. Entre ellos hay varias cuestiones generales, pero más concretamente se preocupó por cosas tan útiles como el desbloqueo de cerraduras o el funcionamiento de muchas cosas que ella jamás ha visto personalmente, o solo ha visto a través de pequeños desgarros.

Por supuesto, estos conocimientos también son usados a lo largo del juego, aunque no tanto durante la historia principal sino más bien en ciertos puntos específicos. Como el protagonista es Booker, es durante el DLC Entierro en el Mar donde Elizabeth se vuelve jugable, y por lo tanto donde más se la ve utilizar su ingenio para capturar al Comstock que se oculta en Rapture, mediante una trampa que acabará afectando a la misma ciudad de maneras inesperadas.

La primera vez que vemos a Elizabeth es una niña inocente y muy feliz, ya que gracias a Booker por fin es libre —como nunca lo fue— para vivir y ver el mundo. Sin embargo, poco a poco deja de estar encantada con esto, al ver la maldad que se oculta en Columbia y, sobre todo, la torre de cadáveres que debe crear Booker solo para mantenerla a salvo. Poco a poco, la chica va perdiendo esa inocencia y comienza a verse invadida por la tristeza, cuando el exterior que creía tan bonito y resplandeciente se mancha de sangre.

A raíz de los sucesos que ocurren a continuación, la sonrisa de Elizabeth se va reduciendo hasta desaparecer, y comienza a sentirse mal a causa de sus acciones, volviéndose cada vez más seria incluso en presencia de Booker, que llega a observar un futuro alternativo en el que no logra salvarla de las garras de Comstock. Como tal, Booker decide llevar su carga emocional de manera que ella no sufra nunca jamás, y menos a manos de las personas que continúan tratando de apresarla y controlarla.

La causa de la pérdida de su dedo es algo que solo descubrimos al final, pero es este mismo hecho lo que dota a Elizabeth de sus poderes de viaje interdimensional; existir en dos universos al mismo tiempo, aunque sea solo una parte de tu dedo, causa efectos muy particulares. Por geniales que suenen, realmente no tienen tanto efecto en el juego, ya que hasta cierto punto el control que ella tiene sobre esto es más bien poco y los desgarros que puede crear son pequeños. Así todo, sirven para cambiar totalmente el campo de batalla en el que Booker opera, y así sacar ventaja.

A raíz de ciertos eventos, descubren la localización del Sifón —una estructura enorme encargada de sellar los verdaderos poderes de Elizabeth— y es con su destrucción con lo que el verdadero potencial despierta, permitiendo a la mujer acceder a un universo alterno que conecta todos los otros universos. Incluso puede mirar en cada uno, asegurándose que Zachary Hale Comstock muera y jamás vuelva a dañar a ninguna niña inocente.

Últimamente no tanto, pero hace unos años, cuando salió este juego, era algo complicado tener un compañero manejado por la IA y que no se metiera cada 3 segundos delante de la mirilla o malgastara la munición. Para que Elizabeth no resultara ser una Ashley (la infame acompañante en Resident Evil 4) se decidió que ella se escondería durante el combate como una niña normal, y ayudaría a Booker de otra manera: dándole objetos en momentos de apuro. ¡Qué fácil era resolver bien este problema!

Como mencionamos anteriormente, ella es capaz de abrir pequeñas fracturas en el espacio para cambiar el campo de batalla a favor de Booker, aunque por su poco control sobre esta habilidad y el efecto del Sifón, solo puede hacerlo por partes, una cada vez. Esto requiere que Booker planee correctamente sus acciones antes de dar cada paso, y por eso mismo Elizabeth está mucho mejor así que siendo un NPC más con un arma, algo que no va con una chica como ella.

La destrucción del Sifón la dotó de la capacidad de acceder al Mar de las Puertas, un espacio entre mundos representado como un mar repleto de faros, que son los que señalan siempre el comienzo de una aventura —como la de BioShock Infinite o BioShock 1, siendo estos también el motivo del nombre de esta entrega. “Siempre hay un faro, un hombre y una ciudad”, fueron las palabras de Elizabeth a la confusión de Booker ante este sobrenatural lugar. Es que, da igual que puerta cruces, todas te llevarán a una versión distinta de Rapture o de Columbia, a lo más profundo del mar o a lo más alto en las nubes, ya que ambas ciudades están interrelacionadas de maneras desconocidas hasta Entierro en el Mar.

Como portadora de la llave que abre estas puertas, Elizabeth es capaz de echar un vistazo dentro de cada una, y ya que estas puertas muestran no solo el tiempo presente sino también el pasado y el futuro, esto le permite obtener valiosa información. Incluso, puede presentarse allí e intervenir en los sucesos si lo considerara necesario, así que cuando decimos que esta mujer es “una diosa”, ¡no solo es por su impactante belleza!