Muchas veces nos vemos envueltos en problemas y no nos queda otra que ofrecer una disculpa e intentar compensar a la otra persona. Hinako, por casualidad o no, terminó en deuda con un chico que terminó pidiéndole que tome su lugar en la academia, y ella nunca dudó en ayudarlo. Claro, cualquiera tendría reparos y más cuando tu sola presencia es un problema —si ya es difícil para una chica estar en un colegio masculino, imagínense cómo será con salones llenos de matones y pandilleros—, pero ella no puso muchas pegas y cumplió.

Más allá de eso, también demostró esa pureza varias veces más, como cuando ayudó a un pequeño niño que estaba siendo abusado por unos delincuentes. Cuando tienes tanto talento para resolver los problemas con violencia, evidentemente debe ser más sencillo ofrecer tu ayuda con confianza, pero no dejemos que eso empañe a esta bondadosa muchacha y disfrutemos de su admirable generosidad.

Totomaru es el primer amigo que le vemos a Hinako… o más bien, a Hikaru; un chico que se ofrece a defenderlo y ayudarlo en su adaptación a Shishiku. A este rubio le siguen Takayuki, Rintarou, Yuuta y Houou, todos leales amigos y dignos rivales cuando se enfrentaron por ascender en la pirámide de matones. Si tenemos en cuenta que el objetivo final es convertirse en el jefe de la academia, cualquiera de ellos podría potencialmente traicionar a los demás en su carrera por el poder, pero el lazo que los une con Hikaru es más fuerte.

Si en vez de verla como Hikaru nos guiamos por quien realmente es, bien podríamos decir que se trata de un Reverse Harem clásico pero en un ambiente totalmente novedoso y sin clichés, pero ese amor fraternal no deja de verse como amistad entre pares, por más que haya un importante secreto en medio.

Vale, hablar de “sexo débil” nos atrasa unos cuantos años, y el anime ha sido un formidable ejemplo de chicas y mujeres que se valen por sí mismas y dejan bien en alto el poder femenino. Hinako, a su vez, nos demuestra que se puede hacer todo eso sin caer en el sexismo de las oppais enormes o los atuendos que dejan poco a la imaginación. Ella es una chica hermosa pero con una figura de pocas curvas, que sabe defenderse muy bien a sí misma y literalmente está por encima del nivel de muchos hombres rudos.

No obstante, ella tampoco es la clásica muestra del “hombre atrapado en cuerpo de mujer”, y cuando deja florecer su lado femenino lo hace con total naturalidad y de forma creíble. Para los que buscan una mujer sumisa, preocupada por su apariencia y con actitudes delicadas, ¡a seguir buscando en otro lado! Hinako es todo un buen partido, pero ideal para quienes buscan alguien con más personalidad y don de mando.

Veamos… ser mujer con facciones andróginas y hacerse pasar por hombre, no es ningún mérito en sí y ya se ha visto en otros animes. Ahora bien, hacerse pasar por hombre y pelear de igual a igual con ellos incluso a sabiendas que se trata de los criminales juveniles más peligrosos de la zona, ¡eso sí que es respetable!

Lo que nos encanta de ella es ver que nunca se echa atrás ante un desafío, por más que siempre intenta evitar la violencia innecesaria y los conflictos. Y como esto se trata de la acción y a veces hay gente que no entiende de razones, las peleas de Hinako no se hacen esperar, mostrándola totalmente badass y siempre muy tranquila, confiando en sus movimientos y fuerza. A quienes guste un amor así, con una chica capaz de dominaros y hacer valer su mano dura, ¿no se os hace agua la boca?

Por último, y no menos importante, tenemos que hablar también de su ternura. Claro está que, tras todo lo que dijimos de ella, podríamos pensar que se trata de una chica sin corazón y que de tantos golpes ha perdido la empatía y la capacidad de demostrar su dulzura. ¡Nada de eso! Hinako Nakayama es una mujercita que deja ver su lado tierno cada vez que hace falta, no solo con algunas reflexiones sino también con gestos y actitudes hacia otros personajes.

Para alguien así, encontrar el amor siempre es algo complicado por lo que genera en los demás, pero a la vez, es en esos momentos que nos ablanda más el corazón y nos da ganas de mimarla. Tan bella por dentro como por fuera, descubrir esta otra personalidad de Hinako es un gran premio para quien lo logra, y como espectadores de Girl Beats Boys, hemos sido testigos privilegiados de ello.