Si por algo se destaca Sesshomaru del resto de los personajes de la serie, es por su actitud seria y madura. Es extremadamente seguro de sí mismo, rayando en la arrogancia, cosa que detestan la mayoría de sus oponentes, ya que con su descarada indiferencia los hace sentir como simples cucarachas sin hacer el más mínimo de esfuerzo. A diferencia de muchos otros personajes (especialmente Inuyasha), Sesshomaru si tiene los pantalones con los cuales justificar su actitud.

Debido a que es un demonio poderoso, es profundamente temido por los demonios menores y tratado con respeto por los mismos, ya que viene representando algo parecido a la realeza en el mundo de los youkais. Siendo su padre el rey y Sesshomaru el príncipe heredero, explica también muchas facetas de su comportamiento, pero a pesar de comportarse con este aire principesco, saca a flote muchas veces su lado oscuro. Un ejemplo de esto es cuando golpea a Jaken al sacarlo de quicio y debemos agregar que le viene muy bien el dicho que dice “cuídate del agua mansa... que del agua brava me cuido yo” ya que cuando brota su ira, es capaz de acabar con todo lo que se le atraviese. Así que lección de supervivencia número 1: no hacer enojar al “amo bonito”.

Como mencionamos en la característica anterior, Sesshomaru tiene con creces con que justificar su actitud arrogante, ya que goza de un dechado de virtudes. Es considerado el personaje más poderoso de la serie (superando incluso a su padre en la etapa final de la historia, quien hasta entonces era considerado el daiyoukai más poderoso de su tiempo), por este motivo es temido y respetado incluso por Naraku (el antagonista principal) y se pensaba que era el único que podía derrotarlo. Su poderío proviene de su linaje, ya que es hijo de dos poderos daiyoukais sangre pura, lo cual le brinda habilidades como una capacidad de regeneración extraordinaria, longevidad que raya en la inmortalidad, capacidad para teletransportarse, entre otras más.

Pero este personaje, no es solo linaje, ya que posee grandes habilidades en lo que a combates cuerpo a cuerpo se refiere y es un gran espadachín. Todas sus aptitudes las podemos comprobar en sus múltiples batallas durante la serie, donde hace uso de su arsenal que va desde uñas venenosas, látigos venenosos creados con su poder, el uso de su estola como escudo y arma y dejando muy de lado que es especialmente mortífero y letal con una espada como la Tokijin en sus manos.

A pesar de comportarse de forma fría y distante, haciendo alarde de frases como “yo no protejo a nadie”, en realidad, este poderoso y extraordinario ser, tiene su corazoncito, el cual se hace evidente con la protección que le brinda a sus acompañantes, especialmente a la pequeña Rin, la cual se llega a considerar “el punto débil” de este personaje.

Solo de ver lo que pasa cuando Rin muere y él es incapaz de salvarla, te desgarrará el corazón y expone la evolución que tiene Sesshomaru durante la serie. Tal es así, que además de salvar a sus compañeros habituales, salvo a otros personajes en ocasiones cruciales tales como: Kohaku, Kagome e Inuyasha, e hizo el intento de ayudar a otros como Kagura en su lecho de muerte.

Como si todo lo anterior no fuera suficiente, debemos agregar una de las características por la cual Sesshomaru es uno de los personajes más populares del anime y es que ¡ES SEXY Y BELLO! con todas las letras mayúsculas. Tiene una cabellera espectacular, unos ojos dorados de impacto, un cuerpo de muerte y siendo el más poderoso, no te quedan muchas razones para mirar al resto. Debemos acotar que incluso es admirado también por el público masculino.

Es uno de los pocos personajes con los cuales quedarás conforme con su seiyuu en varios idiomas, especialmente en la versión en español con el cual estarás babeando la pantalla así solo esté diciendo “¡Jaken!”, y hasta tu querrás comportarte y hacerle caso. En cada aparición, especialmente de noche y con la luna llena en el fondo, sin dudas te quitará el aliento.

Con todas las características anteriormente mencionadas, es obvio que saldría a la luz una característica negativa (y es que algo malo tenía que tener). La cuestión está en que con todo ese sex appeal desbordándose por todos los poros, fue el personaje que mayor número de corazones seriamente rotos dejó durante la serie (destacamos el “seriamente”, ya que Miroku, dejó muchas chicas en la vía, pero la mayoría no lo tomaba en serio).

Pues bien, en el harem de Sesshomaru, podemos encontrar a: Kagura, que a pesar de no declararse abiertamente dio signos de estar enamorada de él hasta final y le agradeció estar con ella en el momento de su muerte; Otro personaje que surgió fue Sara, la cual vendió incluso su alma para complacer a Sesshomaru y entregarle la Tessaiga. Estas dos chicas fueron rechazadas, unas de forma suave otras de forma más brusca, pero quedó realmente claro en la serie que el único personaje femenino capaz de derretir el témpano del corazón de nuestro daiyoukai, es la pequeña Rin, con la cual se espera que a futuro haya una relación amorosa.