Podemos notar que Ai es un ser sobrenatural el mismo instante en que la vemos. El cabello negro largo y sedoso, y la palidez de Hell Girl son parte de un legado muy antiguo de los cánones de personajes en la cultura japonesa. El concepto de espíritus vengativos llamados
onryō fue registrado por lo menos desde el siglo octavo.

No fue hasta la década de 1700 que tales espíritus tuvieron una ola de popularidad en su forma femenina. Sin embargo, fue el personaje de Oiwa en la obra de teatro kabuki, Tokaido Yotsuya Kaidan (Historia de fantasmas del camino de Yotsuya), quien originó al espíritu femenino pálido con cabello largo y ojos expresivos que busca venganza.

A partir de ese momento, los espíritus vengativos no sólo se limitan a las casas de los nobles, sino que también perseguían a los plebeyos en situaciones de la vida cotidiana. Las aventuras de Hell Girl involucran situaciones comunes que requieren venganza, no sólo en la sociedad japonesa, sino también en el mundo. Su llamativo aspecto fantasmal, ojos rojos y porte elegante, hacen a Ai absolutamente notable a primera vista.

No sabemos nada de la vida anterior de Ai hasta los últimos episodios de la primera temporada. Resulta que Hell Girl solía ser una niña normal que vivía en una pequeña aldea pobre en la década de 1600. Ella era molestada por los otros niños, ya que pensaban que era un monstruo con poderes extraños. Los únicos que amaban a Ai eran su familia, especialmente su primo Sentarou.

Cuando se decidió que iba a ser sacrificada al Dios de la aldea a cambio de una buena cosecha, Ai fue escondida en las montañas donde Sentarou era el único que la visitaba. Pero al final son descubiertos, por lo que Ai y sus padres son golpeados y enterrados vivos para apaciguar al Dios. Presionado por los aldeanos, Sentarou también ayuda a enterrarla, provocando que los ojos castaños de Ai se volvieran rojos mientras grita su odio. Más tarde, Ai saldría dramáticamente de la tumba y quemaría toda la aldea cantando una canción de cuna que solía cantar junto a Sentarou. Así que, si eso no la califica como alguien con un origen espeluznante, nada lo hará.

Hemos dicho antes que el tema principal de Hell Girl es la venganza. Esto significa que todas las malas acciones tendrán consecuencias. Y hay alguien ahí asegurándose de que el pago se realice: el Maestro del Infierno, que aparece como una araña la mayor parte del tiempo. Él tomó las almas de los padres de Ai como rehenes y la obliga a convertirse en Hell Girl.

Por lo tanto, Ai no tiene libertad para morir. Ella mantiene su apariencia de 13 años y pasa su tiempo jugando con juguetes tradicionales en el lugar del perpetuo atardecer (en ocasiones se han mostrado bolas de hilo y muñecas).

Ai espera hasta que un cliente la contacta a través del Correo Infernal y luego va a verle junto con uno de sus ayudantes, quien cambia su forma a la de un muñeco de paja que le es entregado al cliente. Después de explicar cómo funciona el contrato, Ai les permite decidir si consuman su venganza. Mientras tanto, Ai y sus otros ayudantes vigilan al cliente y al objeto de su venganza. En resumen, podemos considerar a Hell Girl como una anti heroína cuyo trabajo es simplemente conducir a la gente al infierno.

La parte divertida de este anime inicia cuando los clientes deciden consumar su venganza. Desatan la cuerda del muñeco de paja y los ayudantes de Ai atormentan a la persona que va a ser enviada al infierno. La parte interesante y espeluznante es que la cara de Ai rara vez muestra emoción durante el proceso.

Ella incluso se burla de ellos y pronuncia su frase "¿Te gustaría ver cómo es la muerte?" con una cara seria, que añade terror. Y ¿qué hay de esas raras ocasiones en las que Ai ha sido golpeada? Ai ni siquiera pronuncia un sonido. Y hablando de su voz, esta es también peculiar en un mundo anime repleto de voces agudas. En contraste con lo que podemos esperar, Ai tiene una voz suave y madura, que también carece de la expresión emocional.

Eventualmente se revela que Ai sí tiene emociones, pero el Maestro del Infierno le ordenó cerrar su corazón. De lo contrario, no sería capaz de realizar su trabajo como Hell Girl correctamente. Así que sí, este es un trabajo donde la compasión no es muy valorada. Pero en cierta forma eso es bueno, ya que las raras veces que Ai se muestra enfadada da un miedo infernal (mal juego de palabras).

Hemos mencionado antes que hay un periodista llamado Hajime Shibata rastreando a Ai y sus compañeros. Pues bien, resulta que esto no es una coincidencia. El periodista y su hija Tsugumi son los últimos descendientes de Sentaro, el primo de Ai, quien escapó de la aldea quemada y se estableció en otro lugar. Así que, desde el primer encuentro de Ai y Tsugumi, una unión nace entre las dos.

Tsugumi es capaz de ver lo que Ai está observando en el mismo momento, por lo que ayuda a su padre a buscar a Hell Girl. Al principio, padre e hija tenían opiniones divididas sobre la naturaleza de Ai. Tsugumi pensaba que estaba haciendo algo bueno, mientras que Hajime pensaba que era algo malo. Sin embargo, con el tiempo llegaron al acuerdo de que querían detenerla y se ven profundamente implicados en uno de los contratos de Ai. Ai y sus parientes de sangre son perseguidos por la venganza, creando un curioso vínculo entre ellos.