“¡Serán lo que serán, pero son mi familia!”
A más de uno le habrá de sonar semejante frase, ¿verdad? Es que nos es imposible negar que, no importa cómo esté conformada ni qué tanto tiempo hayamos pasado juntos, la familia es algo que todo ser humano, tarde o temprano, tiene o encuentra. No solo eso: solemos aceptarlos tal cual son, y defenderlos de los que no pertenecen a ella.
En el anime la cuestión es multifacética: tenemos familias típicas, tenemos hermanos solos vagando por el mundo en busca de sus padres, hay personajes que nunca estuvieron con ella pero sienten la necesidad de formar la propia, y hay familias que no están enlazadas por sangre, sino por algo mucho más fuerte, como el amor. En esta entrega, Honey’s Anime tiene el agrado de traerles a ustedes, adorados lectores, un vistazo a cómo son retratadas las familias en el anime. Veamos, entonces, como la animación japonesa juega con un tema que, a pesar de ser ultra cotidiano, puede llevarnos por senderos llenos de alegría, o de cuestiones un poco más difíciles de manejar.
Mamá, papá, y los chicos…
Comenzaremos nuestro recorrido por algunas familias integradas por un matrimonio y sus hijos. En Mi vecino Totoro, famosa película creada por el estudio Ghibli, tenemos a los simpáticos y dulces Kusakabe. Recién mudados al campo, este grupo se encuentra conformado por el papá, Tatsuo, su señora Yasuko, y sus dos adorables hijas, Satsuki y Mei. Debido a la frágil salud de Yasuko, los Kusakabe se ven en la necesidad de dejar la ciudad para estar más cerca del centro médico en donde aquella se encuentra internada. Lejos de sentir enojo o cualquier clase nostalgia, las muchachas toman esta nueva etapa como una aventura, reforzado por el apoyo incondicional de Tatsuo y la posibilidad de visitar a mamá mucho más seguido. A la espera del día del regreso al hogar de Yasuko, Satsuki y Mei llenan sus horas con el colegio, los quehaceres de la casa, y jugando con los espíritus del bosque.
Otro título que puede venirnos a la memoria al comentar sobre esta clase de familias podría ser Clannad: After Story. Este anime, que nos muestra los altibajos de la relación entre Tomoya Okazaki y Nagisa Furukawa, da la oportunidad de ver cómo una inmadura parejita se convierte en una familia. En Clannad también tenemos esa cuota de elemento sobrenatural que a tantos de nosotros gusta. Y, si de familias con alguna cosita extraña o súper poder hablamos, Dragon Ball Z no solo tiene a la familia de Goku, sino también a la de Vegeta, ¡Y hasta Krillin ha sentado cabeza!
Como han podido ver, el anime está plagado de matrimonios con chicos, pero cada uno con características muy particulares. Hay un viejo dicho que comenta que “cada familia es un mundo” y, si nos fijamos en el caso de Death Note, parecería ser totalmente cierto. ¿Cuántos padres en la vida real andan a la búsqueda de un supuesto asesino serial sin saber que, en realidad, es su propio hijo? Sin dudas, todas las familias tendrán sus momentos interesantes, pero el anime mejora cualquier historia que se nos pueda venir a la mente.
Solo yo puedo pegarle a mi hermano…
… lo haces tú, y te mato. Otro refrán bastante escuchado. Sin embargo, para muchos que tienen hermanos y hermanas, es una ley básica de la vida. Sino, podríamos preguntarles a los hermanos Edward y Alphonse Elric, que no importa cuán enojados estén el uno con el otro, al ser lo único de familia que les ha quedado, se defienden entre ellos con uñas y dientes.
En historias como Code Geass: Hangyaku no Lelouch (Lelouch of the Rebellion), la fraternidad que une al brillante y poderoso Lelouch Lamperouge con su hermanita Nunnally es digna de aplaudir. Esta especie de hermandad es bastante común en el anime. Se suele dar mucho en los casos que los niños han perdido a ambos padres, dejando al mayor con la carga de cuidar del pequeño.
Duro ejemplo de este tipo de relación es otro clásico de Ghibli, llamado La tumba de las Luciérnagas. Para los que aún no hayan visto esta película, les recomendamos muchos, pero muuuchos pañuelos. Trama que se desarrolla en tiempos de posguerra, Seita y su pequeña hermana Setsuko deben hallar una forma de sobrevivir en un Japón devastado por las dos bombas atómicas. Ante la ida de su padre al frente de batalla, Seita se ve obligado a cumplir el rol de hombre de la casa con solo 14 años. Bastante maduro para su edad, este joven intentará cuidar de Setsuko, tomando todas las decisiones que habrán de influir en la vida de ambos, ya sea para bien o para mal.
Y tú, ¿A quién quieres más? ¿A papá o a mamá?
Si le preguntan esto a un personaje como Shinji Ikari de la clásica Evangelion, deberíamos esperar o bien un silencio muy incómodo, u horas enteras de catarsis. En el mundo del anime hay gran cantidad de personajes que, al igual que Shinji, solo tienen vivos o conocen a uno de sus padres, no significando esto que se lleven bien. Para los que ya tienen un par de años, o para quienes gustan de ver series de los noventa, no les será desconocida la historia de este muchachito de 14 años que se ve obligado a pelear en peligrosísimas batallas solo para ganar el respeto de su padre, Gendou. Una relación familiar sumamente intrincada, pero posible de existir. Como ya habíamos comentado, no todas las familias se conducen por caminos pacíficos y amorosos.
¿Más problemas entre congéneres? Entonces veamos el caso de Ranma Saotome en Ranma ½. Si bien Ranma tiene a ambos padres vivitos y coleando, por una decisión de su progenitor, el joven muchacho es arrancado de los brazos de mamá para entrenar duramente junto a su padre en China. Lo malo de esta cuestión es que la separación resultó en cierto desprecio de Ranma hacia su papá, Genma; desprecio que empeoró exponencialmente al sufrir una terrible maldición que convierte al chico en mujer cada vez que se moja con agua fría. Tras tantas penurias, el habilidoso artista marcial tiene como misión regresar a la normalidad, y poder reencontrarse con su madre para demostrarle lo apuesto y fuerte que se ha vuelto.
De las relaciones difíciles entre padres solos e hijos, pasamos a una que empalaga de tanto dulce: la de Fujitaka Kinomoto y sus hijos, Touya
y Sakura en Cardcaptor Sakura. Divinos por donde se los mire, esta preciosa familia de tres convive en una bella casa repleta de fotos de su fallecida esposa y madre, Nadeshiko. Con una excelente diagramación familiar, el joven profesor y sus dos retoños dividen los quehaceres de la casa, planificando día a día quién hace la limpieza del hogar, las comidas y las compras del supermercado. Mezcla de armonía y ternura, los Kinomoto nos muestran la posibilidad de casas monoparentales dichosas en el universo del anime.
Los amigos son la familia que uno elige
Familia es un concepto bastante amplio, tanto que muchos de nosotros podemos tomar como tal a aquellas personas que, si bien no comparte nuestro ADN, los queremos tanto como querríamos a un padre, a una madre, a un hermano o a una hermana. Y más aún si carecemos de consanguíneos con quien compartir nuestro cariño. En el anime, si hay personajes que abundan, son los huérfanos.
En todas las sagas de Naruto, no solo el personaje principal Naruto, sino también su contra figura Sasuke, son huérfanos que luchan por un lugar en el mundo. A falta de una familia que los contenga, ambos niños irán haciéndose de amigos – y de otros que no lo son tanto -, entregándoles su confianza y cariño.
Saltando a otro plano, una renombrada huérfana es Mikasa Ackerman, en Shingeki no Kyojin (Attack on Titan). Acogida por la familia de Eren Yeager, esta aguerrida y sobria muchachita no escatima esfuerzos en cuidar de su hermano adoptivo. A este caso le podríamos sumar otro, en donde un huérfano tiene un gran amigo, que más que amigo es un hermano: el de Ken Kaneki y Hideyoshi Nagachika en Tokyo Ghoul. Mejores amigos aún antes del cambio de Ken, Hideyoshi siempre se preocupa por el bienestar de su solitario compañero. Al sufrir el ataque del ghoul, y convertirse en un ser híbrido, Hide se esfuerza en devolver al devastado Ken a la sociedad.
Palabras finales
La variedad de formatos que puede tomar una familia no tiene fin. Nos imaginamos que, al leer este pequeño resumen, se les habrán venido a la mente cientos de casos híper famosos e interesantes. Por ejemplo, los Sakamaki de Diabolik Lovers, o los Souma en la divertida comedia romántica, Fruits Basket. De cualquier manera, quien sea capaz de tener a su lado alguna persona —de su misma sangre o no— que pueda llamar familia, es alguien que, seguramente, nunca se sentirá solo. Eso, con toda certeza, es algo de un valor incalculable.
Despidiéndonos hasta la próxima, nos encantaría ver su opinión al respecto. ¿Les gustaron los ejemplos que pusimos? ¿Cuál será la mejor familia del anime? ¡Nos vemos pronto!