Kale es una saiyajin del Universo 6, donde esta raza guerrera aún no está extinta, y se presenta por primera vez cuando Cabba pide la ayuda de Caulifla para el Torneo de Poder que prepara Zeno-sama. Ya de entrada se pude apreciar bien la forma de Kale pues ni siquiera se atrevía a mostrarse y siempre estaba oculta; cuando Caulifla acepta y decide llevársela también, lo primero que notamos es el inmenso cariño y respeto que tiene por Caulifla... y que es demasiado sumisa, siempre con el cuerpo retraído y apenas audible al hablar.

Kale es un amor, pues es todo lo contrario a lo que un saiyajin debería ser. Suele llorar a menudo cuando siente que es una carga para su “hermana” y se deprime por no ser tan fuerte como los demás, haciendo que sea aún más sumisa, pues pierde confianza en sí misma. Igualmente, si quieres mantener su adorable imagen intacta solo hay una cosa que no debes hacer, pues si te acercas mucho a su hermana o peor aún, intentar dañarla, Kale hará que te arrepientas de la peor forma posible.

Hinata es miembro de la familia real del clan Hyuuga, pero a falta de talento su padre la dejó de lado al cuidado de Kurenai, quien se hacía cargo del equipo 8. Hinata siempre ha sido muy dulce pero tímida y nerviosa, incluso desde niña. Tras el rechazo de su propia familia estos aspectos de ella empeoraron, por lo que esto afecta sus habilidades para el combate, que a su vez hacen que pierda confianza en sí misma haciéndola una chica muy sumisa.

Cuando Hinata era niña conoció a Naruto ya que él la había ayudado con unos bullies, y desde ese día ella se interesó en él... pero ese sentimiento siguió creciendo hasta convertirse en amor; mismo amor que ella no puede declarar por lo tímida y sumisa que es, pues ni siquiera es capaz de hablar correctamente cuando está Naruto cerca. A lo largo de la serie vemos muchas de estas escenas que son tiernas e incluso cómicas, y que te hacen imposible no querer a la pobre Hinata. ¡Es simplemente adorable!

Chiaki es una amante de los videojuegos a la que le cuesta mucho socializar con los demás y tampoco se preocupa mucho por su aspecto. Cuando no está estudiando, ella se dedica a jugar videojuegos y así pasa todos sus días, hasta que conoce a Karen Tendou. Ésta la invita al club de videojuegos, pero Chiaki rechaza su petición.

Chiaki está enamorada de Uehara, quien comienza a hablarle al conocer a Amano. Debido a la personalidad retraída que tiene, a ella le cuesta mucho hablar con él, pero aun así está dispuesta a superar su personalidad sumisa para acercarse más a Uehara. Los momentos de Chiaki nos hicieron encariñarnos con ella y es que es casi imposible no prestarle atención, mucho menos odiarla. Para colmo, nos terminó de atrapar con su pegajosa frase "desu, desu!".

No todo es dulzura con las chicas sumisas, y Moeka Kiryuu llega al puesto número 7 porque, si bien tener una chica que necesite que la protejas es algo que muchos queremos, nunca se nos pasa por la mente el qué sucedería si esa chica a la que suponemos no podemos odiar por ser tan dócil, no nos deja ayudarla. Moeka ha tenido una vida bastante plana y nunca se ha sentido útil o querida por nadie, y es por eso que ahora no tiene confianza en sí misma.

El único problema con Moeka es que está en un grado diferente a todas las demás, pues ella no siente ni un poco de amor propio. A lo largo de toda la serie nos pone a prueba, y nos muestra una cara diferente y más realista de cómo una verdadera mujer sumisa y manipulable debe ser.

Sawako ha tenido una infancia muy dura: tuvo la desgracia de tener el pelo negro y liso, y un nombre que es muy similar al de la famosa leyenda del fantasma Sadako. Por esa mala combinación, sus compañeros de clase le temen y no se atreven a hablarle, así que Sawako ha estado sola casi toda su vida de estudiante.

Sawako ahora es una chica en extremo tímida y sumisa a la que no le queda ni una pizca de confianza en sí misma. Esto sin duda toca un nervio para aquellos a los que nos encanta este tipo de personajes indefensos. No podemos hacer más que sentir lástima por la pobre Sawako que nos brindara momentos frustrantes, tiernos, emotivos y de satisfacción al ver como esta tierna chica es sacada de la coraza que ella misma se creó, y todo esto gracias a su nuevo amigo Kazehaya Shouta, el chico más popular de la escuela.

Llegamos al ombligo de este ranking con una de las kouhais más lindas del anime: Sakura Matou, proveniente de una familia de magos que han perdido su magia. Sakura conoce a su amado senpai, Shirou Emiya, después de que éste sufre una lesión, y desde
entonces Sakura lo visita casi a diario para ir a la escuela juntos o cenar después de clases.

Sakura es una chica muy amable y sumisa pues tiene un secreto que debe proteger a toda costa. Aún así, su único deseo es estar siempre al lado de Shirou, aunque nunca se ha atrevido a declarar su amor, ya que considera que no es digna de ser la pareja de su senpai. Sakura nos conmueve casi al momento de verla pues es la kouhai ideal para muchos, ya que es amable, tierna y tímida, aparte de que su trasfondo nos hace desear abrazarla en todo momento.

Sakura pertenece a la clase 1-D del instituto Koudo Ikusei, que tiene como hobby ser una gravure idol –chicas que se toman fotos en ropa interior o bikini y las suben a internet. Obviamente, ella no quiere que nadie de la escuela se entere de esto, por lo que usa unos lentes para ocultar su identidad. Pese a tener semejante hooby ella es una chica muy callada y sumisa, por lo que no se lleva bien con nadie del grupo.

Sakura nos parece muy interesante pues su afición y su actitud son una contrariedad por sí sola, aparte de que cuando conoce a Ayanokoji y éste la salva de un acosador, ella comienza a interactuar más. Con los momentos que tiene con Ayanokoji, esos ojos tiernos y sus reacciones, no hay forma de no querer a esta chica.

La empresa desarrolladora de juegos Eagle Jump tiene como regla contratar solo mujeres, y entre todas ellas hay específicamente una que no podía faltar en nuestra lista: nuestra querida Hifumi. Ella se dedica al modelado 3D en la empresa y es amiga y compañera de Aoba, la recién llegada a la empresa, compartiendo cubículo junto a Yun y Hajime.

Hifumi es una adorable y tierna mujer que tiene problemas de comunicación, pues siempre se pone demasiado nerviosa a la hora de entablar cualquier tipo de conversación, y por eso prefiere mantener un perfil bajo y callado con sus compañeras. A primera vista pareciese una persona fría, pero no se puede estar más equivocado: Hifumi podría ser la definición de dulzura, con todas sus acciones, sus expresiones y momentos en los que hace el mayor esfuerzo posible por ser más amigable en persona... aunque la mayoría de veces termine fallando. ¡Tanto moe es simplemente irresistible!

Nuestra protagonista, Mei Tachibana, tuvo una terrible experiencia de niña que le quitó la fe en las personas. Debido a esto, ella ha estado sola durante su infancia y adolescencia, sin ningún tipo de relación más que la de madre e hija. En la escuela ella prefiere quedarse callada, no opinar, no hacer caso a los
insultos de sus compañeras que la insultan por ser “rara” y estar completamente sola, cosa que ella piensa que está bien y solo tiene que aguantar hasta graduarse.

Todo va bien hasta que Mei, por accidente, conoce a Yamato Kurosawa, y a partir de ese momento su forma de ver las cosas irá cambiando; no obstante, a lo largo de la serie veremos que cambiar esa personalidad no era tan fácil como parece, pues a Mei le cuesta mucho trabajo hasta el mínimo hecho de llegar a tener confianza en sí misma. Sin duda, la personalidad de Mei se siente muy realista, y es algo que hace que empaticemos con ella.

Al conocer por primera vez a Rinko Yamato mientras va en el tren, podemos deducir que su personalidad sumisa está a un nivel muy extremo, ya que de no haber sido por Takeo —que la salvo del acosador que intentaba tocarla— ella no hubiera podido defenderse, y nuestra pobre Yamato hubiera terminado muy mal. Como giro del destino, esa mala experiencia hace que los dos personajes se conozcan, y a partir de allí mucho cambia en sus vidas.

Yamato es casi el cliché de chica sumisa del anime, pues le cuesta demasiado decir lo que piensa, carece de confianza y se deprime con mucha facilidad. Bien dicen que para cada roto hay un descosido, y para su suerte Takeo es peor que ella, por lo que Yamato tiene que cambiar si es que quiere que Takeo la entienda. La relación entre estos dos le da mucho contraste a Yamato, por lo cual podemos ver todo lo que piensa o hace, cómo se va desarrollando como persona y hace que nos encariñemos con ella casi irremediablemente.