Empezamos la lista con dos chicas, Ichiko y Momiji, quienes parten como extremos opuestos en la escala de la fortuna. Por su lado, Ichiko es de esas personas cuya vida parece ser sencilla y despreocupada gracias a la suerte: vive como quiere y todo le sale bien, sin contar que goza de excelente salud y una imponente belleza que la hacen el centro de atención. A esta humana le llega Momiji, diosa del infortunio a quien la vida no le sonríe ni por error…

Si Ichiko tiene una vida perfecta es porque extrae lo mejor de quienes la rodean, literalmente. En un intento por devolver el balance cósmico, Momiji se propone quitar la buena fortuna de Ichiko y devolver “el sobrante” a sus verdaderos dueños, por lo que se transforman en duras rivales. Con el paso de los días, no solo se entienden sino que descubren la verdadera naturaleza de su condición, aceptándose a sí mismas y valorándose una a la otra por lo que realmente son.

Yuru Yuri tal vez no sea el primer anime en el que pienses a la hora de las amistades problemáticas, pero este par de chiquillas sí que tienen un historial de ser amigas y rivales. Sakurako es una pequeña bastante haragana, que parece vivir en una nube; impredecible, torpe, comelona y muy inocente, es el prototipo de niña mimada y esa amiga —o amigo— que demanda un poco más de atención, y que todos hemos tenido. Himawari, lógicamente, es todo lo contrario, no solo por su responsabilidad sino por su madurez.

Siendo tan diferentes, es extraño ver cómo la amistad entre estas dos se desarrolla, y más sabiendo que son vecinas y no pueden evitarse ni aunque quisieran. La relación entre Sakurako y Furutami es la constante guerra por ver cuál modo de vida se impone sobre el otro: mientras Furutami se exaspera por la forma de ser de su amiga, a Sakurako no le gusta nada que le digan qué hacer. El punto más alto en este duelo fue verlas compitiendo por la vicepresidencia del consejo estudiantil, lo que les trajo más de un dolor de cabeza.

Vale, es difícil ver a Yugi y Seto como amigos, y más cuando tenemos frente a nosotros una verdadera amistad como la del propio Yugi con Joey… pero bueno, más de una vez ambos demostraron respeto uno por el otro y también se han ayudado, aunque el orgullo de cada uno —especialmente de Seto— intente hacernos creer otra cosa. Yugi y Seto son una pareja de esas que tienen una enorme rivalidad de por medio, pero de los cuales sabemos podría nacer una valiosa amistad si no fuera por las cartas.

Lo que mueve a Seto es la pasión por ser el duelista número uno de la historia, mientras que lo que Yugi busca es simplemente disfrutar de una buena partida. Con distintos enfoques, ambos comparten la misma afición, y a decir verdad, no es que existan buenos o malos en este par, sino distintas ópticas. Juntos, Yugi y Seto lograron derrotar a verdaderos villanos en más de una oportunidad, incluso en batallas por equipos donde se complementan a la perfección. Si le preguntamos a Seto, probablemente nunca admitiría ser amigo de alguien tan “patético” como Yugi, pero si se lo preguntamos a éste último, seguro le haría lugar entre sus más valiosas y fuertes amistades.

Si hablamos de Black Lagoon, tocar el tema de las amistades y enemistades se hace un poco más delicado, especialmente porque a la hora de hacerse con enemigos, esta gente tiene mil y un maneras de hacer primar la violencia. Siendo totalmente racionales, ¿quién querría ser enemigo de una mujer como Revy? Lo mismo pasa cuando hablamos de Eda, que aunque sea una monja, convengamos que está bastante alejada de la imagen tranquila y pacífica que podríamos hacernos.

Aunque estas dos mujeres son amigas, ese cariño y respeto queda de lado por tres factores fundamentales: celos, negocios y temperamento. El objeto de deseo —real o no— de estas dos señoritas es Rock (Rokurou), por lo que los avances e insinuaciones no son pocos y parecen más bien una típica competencia entre chicas por el corazón de un hombre. Tanto una como la otra son de sangre caliente, por lo que la mínima provocación les vale para dejarse llevar por sus impulsos y generar odios sin medir las consecuencias… y claramente, esto tiene mucho que ver con esto de los negocios, porque ninguna duda en hacer lo necesario para poner en su lugar a la otra, y si los negocios y la situación lo ameritan, no hay amistad que valga.

Ash Ketchum es un chico simple, de esos que encuentran amigos o enemigos a cada paso. Quizás por eso, podríamos listar aquí un montón de rivales con los que realmente tiene lazos de amistad, como por ejemplo Ritchie o el propio Gary Oak. En este caso, nos quedamos con Alain, uno bastante más misterioso que los demás, y con el que la cosa entre amistad y rivalidad realmente está en un punto medio, porque todos sabemos que Ash y Ritchie son excelentes amigos —de esos que igual no se ven nunca— y que Gary realmente no ve amistad en su vecino de Pueblo Paleta.

Como siempre pasa, estos chicos empiezan como rivales… y como siempre pasa, Ash se ve superado tanto en los encuentros amistosos como en la final de la Liga Kalos, donde Alain se convierte en campeón. A pesar de eso, cada uno ve en el otro un gran oponente, y ese respeto pasa a amistad cuando se descubren las verdaderas intenciones de Lysandre, a la que vencen en un duelo en equipo. Estos entrenadores no solo traban amistad por un rival en común y para salvar el día, sino que también ayudan a Mairin y su Chespin. Lamentablemente, Ash siempre termina separándose de todos sus amigos que resultan buenos entrenadores… ¿será que quieren evitar contagiarse de sus rachas perdedoras?

Volvemos a una rivalidad entre chicas, pero esta vez no entre mujeres muy normales, sino entre las alocadas magas carmesí. A Megumin ya la conocemos, es la potente y sarcástica hechicera que acompaña a Kazuma, Aqua y Darkness en KonoSuba; Yunyun, por su parte, es un personaje que recién aparecía, alegando ser, a su vez, la principal rival de Megumin, destinada a vencerla y tomar su lugar como la mejor maga.

Aunque todo es presentado como que Yunyun y Megumin son eternas rivales, la realidad es que están más cerca de ser amigas, con los celos, envidias y resquemores que eso implica. Lo único que quieren es demostrar ser mejor que la otra, así eso implique humillarse o satisfacer los perversos deseos de Kazuma. Igualmente, siempre hay un límite para los duelos entre estas señoritas, que no dudan en dejar a un lado sus diferencias siempre que sea por un bien mayor… y siempre que quede en secreto y no se hable más del tema.

Así como muchas amistades son resultado de la casualidad, la relación entre Angelo Lagusa y Nero Vanetti estuvo totalmente planeada desde un principio… al menos en términos positivos. Estos dos muchachos se conocieron, sin saberlo, cuando un grupo de matones de la familia Vanetti entraron a la casa de Angelo para asesinar a su padre, eliminando en el proceso también a su madre y su pequeño hermano. En venganza, y varios años más tarde, Angelo decide vengarse de la mafia “desde adentro”, y así inicia su amistad con Nero.

Lo que en un principio no era más que una coartada, con el paso de los días juntos se transformó lentamente en una amistad sólida, al punto de perdonarse la vida en situaciones bastante comprometedoras. Para Angelo, quien cambió su nombre por Avilio Bruno, Nero pasó de ser un instrumento a convertirse en un amigo más importante incluso que Corteo, verdadero amigo de su infancia. Para Nero, Angelo hizo y dijo cosas más importantes que su propia familia de sangre… y aún así, no dudarían en matarse uno al otro si se rompe el status quo.

Iniciamos nuestro trío de amienemigos clásicos con la pareja de Sakura Card Captors, integrada por la pequeña Sakura Kinomoto y su compañero Shaoran. Compañeros de clase y de aventuras, estos dos son los vigilantes y herederos de las Cartas Clow, creadas años atrás por el mago Clow Reed. Obviamente, en muchos episodios los vimos trabajando juntos para capturar y controlar a las distintas cartas que esparcen el caos por la ciudad, aunque en ningún momento dejan de competir por ver quién es el mejor Card Captor, cada uno con su estilo.

Es casi imposible imaginar algún sentimiento negativo saliendo de Sakura, por lo que todo el peso de la rivalidad recae en Shaoran; sin embargo, en más de una oportunidad sí que los vimos llevándose un poco lejos de lo que llamaríamos “bien”. Lo que no podemos olvidar es que Sakura y Shaoran pasan la amistad y dejan nacer el amor, lo cual resulta gracioso porque, desde un principio, ambos competían por la atención de Yukito.

En un entorno tan cerrado como el de los ninjas, podemos guiarnos solamente por lo que significan los clanes; es decir, el verdadero lazo se ve en el trabajo en equipo o el funcionamiento de una aldea, pero al final del día, un ninja no puede más que depender de uno mismo y siempre te pueden traicionar. Ejemplos de esto son lo que sobra en Naruto, tanto para bien como para mal, y si tenemos que mencionar un par que pasa de la amistad al odio con curiosa facilidad, sin dudas hablamos de los protagonistas de la serie, Naruto y Sasuke.

Los vimos formando equipo, los vimos salvarse la vida, los vimos trabajando juntos para ayudar amigos en común y los vimos dando el máximo para superarse como amigos y rivales… y también los vimos peleando a muerte sin ninguna contemplación. Tanto en Naruto como en Naruto Shippuuden, la relación entre estos dos ninjas siempre dependió del contexto, con una amistad forjada por valores y un odio basado en intereses. Cada uno con lo suyo, demostraron siempre dar lo mejor por superarse, aunque eso signifique tener que matarse o tragarse su orgullo.

Evidentemente, completamos el podio clásico de esta lista con otro anime que nos enseñó lo que significa hacerse amigo de nuestro peor enemigo. Vegeta llegó para aniquilar a Kakarotto, pero lamentablemente para él, lo único que encontró fue un guerrero del cual vivir siempre a la sombra. Para muchos de nosotros, Vegeta es un mejor y más completo personaje que Goku, pero rara vez logró demostrarlo… y eso es lo que alimenta esta rivalidad y el odio desmedido del príncipe saiyajin.

En Dragon Ball Super, actualmente en curso, la relación entre Goku y Vegeta sigue siendo la de perfectos amienemigos, pero nos quedamos con su etapa de Dragon Ball Z porque allí es donde vimos los momentos más emotivos de Vegeta, tanto en la pelea contra Freezer como ante la aparición de Cell. Para alguien tan vanidoso como Vegeta, a quien incluso le cuesta admitir el amor por su esposa e hijos, dejar ver su amistad con Goku sería un rasgo de debilidad. Para Goku, al contrario, su relación con su amigo es algo que da por hecho, pasando de la tontería a la seriedad únicamente cuando hay un enemigo de por medio. En definitiva, Goku y Vegeta son la pareja de amienemigos que probablemente todos tienen en mente cuando hablamos de este tipo de relaciones, y se han ganado a pulso la primera posición de esta lista... ¡¿o acaso algún otro par puede hasta fusionarse?!