Los lectores más jóvenes quizás no tienen ni idea de este juego, pero Frogger es uno de los grandes títulos surgidos en la era del arcada. Varios otros videojuegos se han copiado de alguna o varias de sus mecánicas, e incluso hoy en día siguen surgiendo algunos que otros clones de Frogger, especialmente en el mundo de los juegos móviles o los minijuegos. Frogger consiste en controlar un grupo de sapos y hacerlos llegar sanos y salvos al otro lado de una carretera, sorteando obstáculos que se mueven de un lado al otro.

Gráficamente, Frogger significó una revolución por su manejo de los objetos simultáneos, pero lo que más destaca es su jugabilidad y la dificultad progresiva que, a su vez, nos sumerge cada vez más y resulta verdaderamente una adicción. Desde aquella época, Frogger ha tenido varias versiones más acordes a los tiempos que corren, hasta apareciendo en consolas más nuevas, como todo un clásico.

Hablemos ahora de una de las franquicias de la cultura popular más exitosas del mundo, y más reconocidas por la gente de todas las edades. Con la fama que han cosechado Los Simpsons en todo el planeta, era obvio tenerlos tarde o temprano relacionados a los videojuegos. Lamentablemente, sus varias apariciones han tenido resultados muy dispares, que en algunos casos no hacen nada de justicia a una familia tan genial como esta. Sin embargo, The Simpsons Arcade Game fue todo un suceso, consagrándose como el mejor juego hasta ahora en cuanto a esta franquicia, incluso más de dos décadas después.

En este juego controlamos hasta a 4 personajes simultáneos, por lo que las batallas cooperativas en este Beat ‘em Up se volvían impresionantes con amigos. Marge, Homer, Bart y Lisa recorrían escenarios típicos de la serie, enfrentando a populares rivales y siendo ayudados por tantos inolvidables vecinos… con decenas de easter eggs por aquí y por allá. Tanto fue el éxito de esta máquina recreativa que incluso hoy se pueden ver algunas copias de este juego aún activas, y si tienes oportunidad, debes mandarte a la aventura sin pensarlo.

Corría la década de los 90, que casi llegaba a su fin. La popularidad de PlayStation estaba por los cielos, pero el mundo arcade venía casi en caída libre. En ese entonces, varias recreativas se valían de una jugabilidad que escapaba a la palanca y los botones, en un intento desesperado por una nueva época de oro. Así, apareció un juego que se transformó en el boom de todas las esquinas, haciendo bailar hasta al más tronco del grupo: Dance Dance Revolution.

Con música estridente y pegadiza, DDR consiste en pisar botones en forma de flecha y hacerlos coincidir con lo que vemos en pantalla, dando como resultado un “baile” y muchos saltos. Rápidamente la gente se agolpaba detrás de quienes se animaban a jugar y bailar en público, y generalmente esta máquina aparecía en las aceras, llamando la atención en los negocios. La versión de consola también tuvo su popularidad, vendiendo un periférico exclusivo a modo de alfombra que permitía jugar a aquellos más tímidos que no se animaban a hacerlo en público… o que practicaban en sus casas para luego lucirse ante la gente.

Ya hablamos de The Simpsons, así que también debemos dedicarle su espacio a otro gran show de la TV que brilló en los videojuegos de los años 90 y se transformaron en todo un símbolo de esa época: las Tortugas NInja Adolescentes Mutantes. Cuando Konami adquirió la licencia hizo grandes trabajos, pero uno de los mejores ha sido, sin dudas, la entrada Turtles in Time, de 1991 y secuela del juego original, un par de años previo. Sobra decir que en la época de las recreativas, el género Beat ‘em Up era la estrella, y lo que más se adecuaba a este tipo de trabajos.

Este videojuego también ponía 4 personajes en pantalla, tanto para elegirlos como para usarlos en simultáneo por 4 jugadores. Leonardo, Donatello, Rafael y Miguel Ángel viajan en el tiempo enfrentando a varios villanos, hasta encontrar al malvado Shredder, quien robó la emblemática Estatua de la Libertad. Al igual que pasaba con la familia Simpson, existen varios videojuegos dedicados a estas tortugas, pero ninguno con la popularidad conseguida por este juego en particular.

¿Quién no jugó a Contra, matando a sus compañeros para robarle vidas? Las películas de acción crecían más y más en popularidad, y los grandes héroes militares de Hollywood, como Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, inspiraron a los nipones para crear al dúo más letal de los años 90: Bill Rizer y Lance Bean. Mezclando las plataformas y los disparos, e incluso variando perspectivas que van del movimiento lateral al vertical, pasando por un falso 3D en tercera persona, Contra es por mucho uno de los mejores videojuegos de Konami en el género de Acción.

La primer entrega del juego nos presenta una historia simple, donde los dos héroes deben enfrentarse a una horda de alienígenas, liderados por la criatura conocida como Red Falcon, que también da nombre a su organización. Si bien fue un gran golpe, Contra nunca logró replicar su éxito en las entregas posteriores, que resultaron tremendos fracasos no solo en comparación con el juego original, sino también cuando los comparamos con la competencia.

Bastante hablamos ya de su época arcade, donde reinaban los Beat ‘em Up. Ahora le llega el turno al género que más asociado está a la era PlayStation, y en especial a los videojuegos japoneses: el JRPG. Es cierto, Konami no es la empresa que más juegos a sacado en este estilo, ni la que mejores títulos ha propuesto, pero la verdad es que la saga Suikoden, y en especial Suikoden II, no tiene nada que envidiarle a otros como Dragon Quest, Final Fantasy o Golden Sun.

¿Quién no pasó horas y horas frente a la pantalla, armando las mejores combinaciones posibles con 6 guerreros que se aventuraban por el Imperio de la Luna Escarlata? ¿O será que te dedicaste más a sus minijuegos? Suikoden II ofrecía enormes posibilidades, que no tardaron en captar millones de fans alrededor del mundo gracias a su mágico universo. Posteriormente, la franquicia siguió añadiendo secuelas y spin-offs, pero ninguno tan bueno como Suikoden II.

¡Es cierto! La era PlayStation no solo tenía a los JRPG, sino que le presentó al mundo una nueva forma de asustarse, con el auge de los Survival Horror. Konami sin dudas aportó lo suyo al tema, siendo los creadores de Silent Hill y todas sus secuelas, que incluso llegaron a la pantalla grande por su popularidad. La historia y el ambiente que lograron en este videojuego marcaron un antes y un después en el rubro, valiéndose más del terror psicológico que de enemigos clásicos como los zombies de Resident Evil o los dinosaurios de Dino Crisis, dos bombazos de Capcom.

Si mencionamos a Silent Hill 2 no solo es por su protagonista, sino también por su antagonista principal. James Sunderland, a quien conducimos como personaje, tiene una trágica historia detrás que nos desafía moralmente, haciendo que algunos lo pongan como un héroe redimido y otros como un villano más. Pero hablar de él sin hablar de Pyramid Head, el reconocible enemigo concebido para Silent Hill 2, es no saber nada del asunto. En realidad, mejor que contarles sobre ambos es invitarlos a probar este juegazo, si es que no lo han jugado ya en sus varios finales alternativos.

Puede que no a muchos os guste el fútbol, pero Konami, a pesar de no ser Japón una potencia en este deporte, ha puesto una de las más importantes franquicias que existen actualmente, únicamente en competencia con FIFA. Inicialmente ya venían haciendo grandes trabajos con la saga International Superstar Soccer, pero el cambio de generación a consolas más potentes permitió llegar a Winning Eleven (ahora conocida mundialmente como PES), que se coronó como la mejor saga de fútbol del mundo a principios de los años 2000.

En los últimos años, FIFA se ha puesto a tiro y hoy compiten cabeza a cabeza, pero ciertamente fue PES quien supo llevar la corona por más tiempo. A pesar de no tener licencias oficiales, nadie olvidará ese toque tan característico a la hora de nombrar a sus personajes, como Romedio (Romario) en Brasil, Batutista (Batistuta) en Argentina o Reull (Raúl) en España. Igualmente, lo mejor de estos juegos es la Liga Master, con glorias como Burchet, Ivanov, Ximelez, Minanda y el todopoderoso Castolo.

Quizás podríamos mencionar otras entradas dentro de esta franquicia, pero lo cierto es que, pase lo que pase, si hablamos de las mejores sagas creadas por Konami, Castlevania debería aparecer sí o sí entre las primeras posiciones. Esta historia inspirada en el Conde Drácula y toda su mitología llegó al mundo a cautivarnos, dejándonos en Symphony of the Night a cargo de Alucard, el hijo de Drácula.

Es increíble que este videojuego nos resulte ya tan antiguo, pero a pesar de estas 2 décadas que nos separan se sigue manteniendo como uno de los mejores juegos creados alguna vez. En esta oportunidad, las plataformas quedan en segundo plano ante las nuevas mecánicas de juego, más cercanas, tal vez, a los juegos RPG que tan de moda estaban por esos días. Con los nuevos poderes del protagonista en cuestión y la gran historia a explorar, a nadie sorprende que Castlevania: Symphony of the Night resultara tan apasionante, pero en gran medida debe su enorme impacto a la tremenda banda sonora que logró anexar.

Es casi una ironía de la vida que el mejor juego de Konami sea uno de los Metal Gear Solid creados por Hideo Kojima, esa gran mente maestra que nos sorprendía con cada nueva entrega gracias a sus locuras bien entendidas. Todos estos juegos tienen tintes cinematográficos, no solo por sus fabulosas historias y guiones sino también por la profundidad de sus personajes, sus tramas entrelazadas de un juego al otro y los excelentes actores de voz, que dan vida a una de las historias más famosas de los videojuegos modernos.

Es triste que la relación entre Konami y Kojima haya terminado de tan mala manera, dándonos un MGS V que termina siendo un diamante en bruto, con varios momentos donde se nota la falta de cariño por parte de la empresa. Es por eso que, quien termina destacando dentro de la saga, no es otra que la tercer entrega, Snake Eater… que en realidad es la precuela para Peace Walker, Ground Zeroes o The Phantom Pain, por ejemplo. En este juego llegamos a conocer un poco más de la vida de Big Boss, que al momento del juego aparecía como Naked Snake. Ojalá algún día Konami sea capaz de regalarnos un juego todavía mejor que estos en la historia de Metal Gear. Si somos realistas, las posibilidades son cercanas a nulas, no solo por lo poco que ha demostrado Konami en los últimos años, sino porque ya no contarán con el maestro Kojima en su bando.