Al principio, ambos eran personajes secundarios que apenas servían para no dejar a Yugi como un triste sin amigos, pero poco a poco fuimos viendo cómo la cosa entre ellos parecía esconder algo más. Joey y Tristán son muy buenos amigos, compañeros de clases y siempre han demostrado llevarse bien, por lo que los fanáticos dejaron volar su imaginación y forjaron lo que ahora se conoce como BuddyShipping.

Cuando Joey era un bravucón su amigo Tristán intentó llevarlo por el buen camino; cuando Joey era un completo incompetente en el duelo de monstruos, Tristán lo acompañaba y alentaba igual que cuando se convirtió en uno de los mejores al liberar el potencial del Dragón Negro de Ojos Rojos. No importa que Tea se paseara entre ambos o que hubiera cierta química entre Joey y Mai Valentine: El BuddyShipping es una de las parejas que sin problemas podría ser canon en Yu-Gi-Oh! Duelo de Monstruos.

Hablando de Joey, aquí lo tenemos nuevamente pero esta vez con Seto Kaiba, formando un dúo de malotes con buen corazón. Ambos comenzaron como el típico que le hace bullying a Yugi, y cada uno a su manera se convirtió en el mejor duelista posible tanto por el bando de los héroes como el de los antihéroes. El PuppyShipping es una de las parejas más populares gracias a la enorme cantidad de fanart que existe en internet, y a juzgar por quienes la integran, no podemos culpar a nadie.

Vale, además se trata de dos de los personajes más guapos de Yu-Gi-Oh! y siempre los chicos rudos son los que se llevan la atención, y aunque muchas veces los hemos visto enfrentarse como si no hubiera mañana, su relación “violenta” también alimenta el fuego de fujoshis y fudanshis. El Dragón Negro de Ojos Rojos y el Dragón Blanco de Ojos Azules unen sus corazones en un amor muy particular, y eso refuerza esa frase sobre que “los opuestos se atraen”.

Aunque cada duelista tiene una carta favorita, la pareja que conforman Yami Yugi y el Mago Oscuro parece ser por lejos la mejor. Es cierto que técnicamente ninguno de los dos existe en el plano real, pero con tanta belleza y sex appeal, el hecho de tratarse de un espíritu y un holograma no debería importarnos ni un poco, ¿verdad? Además, ambos tienen ese toque oscuro, literalmente, que los hace tener algo mayor en común más allá de su amor por la victoria en los duelos.

Si alguien tendría que estar preocupado por esta pareja es Yugi, que sin sus dos aliados difícilmente pueda hacer frente a los duelistas más habilidosos. De solo imaginarnos que en pleno duelo todo podría interrumpirse por un apasionado beso o jugueteo entre el espíritu guardián y su mejor carta del mazo nos da ganas de que realmente suceda, si no es para disfrutar del más puro amor entre hombres, al menos para divertirnos con los gestos que pondría el pequeño Yugi, sea por su edad, incomodidad, o mucho más probablemente, por sus celos.

Si hablamos de amistad, la relación de Tristán y Joey podría quedar en ridículo si la comparamos con el vínculo que se formó entre el propio Joey y Yugi. El pequeño gran duelista fue quien literalmente le enseñó todo lo que sabe a Joey, en una muestra no solo de cariño sino también de humildad. Con un afecto así, solo podemos esperar lo mejor para uno y otro, y eso efectivamente es un desmesurado y fogoso romance entre ambos.

Desde un principio Joey mostró interés en sacar lo mejor de Yugi, aunque no tuvo mejor idea que ponerse un poco tsundere y golpearlo o robarle… de hecho, a modo de “lección” hasta llegó a quitarle una pieza de su valioso Rompecabezas del Milenio. Los hermanos Paradoja tuvieron una clara muestra de lo que esta parejita puede hacer cuando se lo proponen; ahora queda en nosotros imaginar lo que podrían hacer cuando nadie los ve.

¡Obviamente! Seto y Yugi son los máximos duelistas de su generación, y eso fue en parte producto de la enorme tensión sexual que hay entre los dos. ¿Quién quiere ser amigos y rivales cuando se puede ser amantes? Así como Yugi y Joey trabajaron muy bien en equipo, eso no es nada cuando lo contrastamos con las batallas que hemos visto de Seto y Yugi. Si aprendieran uno del otro pero de una forma más amistosa y con mimos y cariñitos de por medio como recompensa, seguramente ninguno de los dos tendría techo como duelista.

No olvidemos que a su vez, Seto y Yugi comparten un lazo histórico que viene desde el antiguo egipto, cuando Atem y Seto —el sacerdote— eran primos, así que aunque estos dos chicos se nieguen a aceptar su atracción, están unidos por el hilo rojo del destino. En el pasado, Seto rompió el cuarto Dragón Blanco de Ojos Azules para que nadie más pudiera tenerlo; con eso en mente, no es muy difícil saber que de estar enamorado, también haría cualquier cosa por ser el único en el corazón de su querido y odiado Yugi.