A primera instancia, Braid pareciera un juego común de plataformas y puzzles, con una historia genérica sobre un personaje que tiene que ir buscando a su princesa entre niveles plagados de enemigos y trampas. Conforme vamos avanzando en el juego nos damos cuenta que la historia de Tim y la princesa es un poco confusa y por demás extraña, pues por momentos parecería que quizá no sea el bueno de la historia y esté tratando de enmendar un error del pasado.

En Braid controlamos a Tim, un personaje que se encuentra en una aventura para encontrar a la misteriosa princesa. Al final de cada nivel se nos presenta un dinosaurio diciéndonos que la princesa se encuentra en otro castillo —obvia referencia a Mario Bros.—, pero estos guardianes parecieran un poco ansiosos por ocultarla. Al final del juego tendremos la oportunidad de ver a la princesa, pero en lugar de alegrarse por vernos descubrimos que está huyendo de nosotros y al final ella es salvada por un guerrero en armadura. ¿Qué fue lo que hizo Tim para alejar de esa manera a la princesa? El final, aunque triste, queda a interpretación del jugador.

Desde el inicio, el ambiente de Limbo nos absorbe; mucho de su misterio se basa en la neblina y la estética en grises que presenta. Aunque se presta a muchas interpretaciones —y eso hace de este juego una pieza de misterio muy bien elaborada—, ya con el título del juego nos podemos dar una idea de la trama, en la cual guiamos a un pequeño niño por un bosque misterioso en busca de su hermana.

Después de sortear tantas dificultades y hasta la tan temida araña, solo estamos a un paso de poder reencontrarnos con nuestra pequeña hermana. Tras el último nivel estamos listos para salir del bosque, pero al momento que llegamos con nuestra hermana ella nos mira y el juego termina abruptamente, devolviéndonos a la pantalla de título. ¿Cuál es la triste historia que se esconde en estos hermanos?

Spec Ops: The Line se posiciona como una tesis sobre la relación de la violencia en los videojuegos con el jugador y una revisión de lo que significa ser un héroe. En primera instancia podría parecer otro Shooter militar, pero poco a poco nos dejan ver que somos precisamente los héroes, sino más bien gente con la obsesión por serlo. Así, Spec Ops: The Line nos da un final de lo más amargo que podemos encontrar.

Tras una devastadora tormenta de arena que azotó Dubai y después de perder contacto con el coronel Konrad, en una misión de reconocimiento y extracción se envía al equipo Delta, liderados por Martin Walker. Éste logra abrirse camino entre la resistencia reduciendo al Escuadrón 33, pero el final del juego nos deja saber que todas las situaciones vividas solo fueron producto del síndrome de estrés postraumático que sufria Walker. Nunca fuimos los salvadores sino al contrario, nosotros siempre fuimos el villano. Justo después de encontrar el cuerpo de Konrad, Walker cae en cuenta de lo que ha hecho y queda devastado, sin oportunidad de redención para sus crímenes.

Desde su anuncio, Final Fantasy XV causó mucho revuelo, y el hype de todos aquellos seguidores de la saga no se hizo esperar. Antes del estreno tuvimos Final Fantasy: Brotherhood, un prólogo versión anime en donde vemos cómo Noctis conoce a sus amigos, pero sobre todo tanto el juego como el anime se enfocan en el viaje personal de Noctis y el cómo va evolucionando, con la presión del título de príncipe pero sin creerse a la altura de su padre.

Para el final de juego han asesinado a Lunafreya y nos toca enfrentarnos a Ardyn, un descendiente corrupto quien no puede acceder al trono. Con el primer enfrentamiento nos tocaba despedirnos de nuestros amigos y terminar de una vez por todas con este lío, y gracias a los reyes de Lucis teníamos el poder para terminar con esto de una vez por todas. Luego nos encontraremos de nuevo en una emotiva fogata con nuestros amigos, para después tener un final post créditos en donde Noctis y Luna están juntos en el trono. Sí, el final de Final fantasy XV es mediocre, pero además nos deja un sabor agridulce.

Con Red Dead Redemption, Rockstar Games nos pone en el salvaje oeste, tomando como base el cine Western pero dejando de lado las historias de indios y vaqueros. Estamos en la piel de John Marston, quien ha sido contratado por la Oficina Federal de Investigación, para dar caza a sus antiguos compañeros de banda; para asegurarse que Marston logre su cometido han secuestrado a su esposa e hijo, y no los liberarán hasta que cumplamos la misión

Después de todo lo que hemos pasado para poder eliminar a nuestros antiguos compañeros de andanzas, una vez tenemos la oportunidad de regresar a nuestro hogar podemos disfrutar de una vida tranquila en donde conocemos otra faceta de Marston. Lamentablemente, esto no dura mucho, pues nos vemos rodeados por un pelotón de federales dispuestos a terminar con nosotros; en ese punto logramos poner a salvo a nuestra familia, y a Marston le toca enfrentar su destino, acabando fusilado frente al granero.

Metal Gear Solid es una macedonia de emociones. Este videojuego es una revisión a la relación de la sociedad con la guerra, mostrando cómo se vive la tensión cuando naciones armadas hasta los dientes se ven amenazadas por armas nucleares. Aquí se da bastante peso a la personalidad de cada uno de los “villanos” a los que nos enfrentamos, pues no solo estamos luchando contra gente que siguen órdenes sino que cada uno de ellos tiene sus aspiraciones.

Snake Eater cuenta con uno de los finales más emotivos que hemos visto en los videojuegos, donde tenemos que luchar contra The Boss, quien ha fungido como nuestra mentora, enseñándonos todo acerca de la guerra. Además, ella es quien nos crió y nos dio armas para defendernos… pero en este combate solo uno de los dos saldrá vivo. Después de terminar la batalla, Snake ha logrado su cometido, pero esta misión solo será una carga con la que tendrá que lidiar a lo largo de su vida, llevando ahora el nombre de Big Boss.

Silent Hill ha llegado a posicionarse como la mejor franquicia en cuanto al género de Terror ya que, con cada una de sus entregas, han sabido manejar con inteligencia el aspecto psicológico. La segunda se ha caracterizado por ser una obra magna del miedo, con personajes interesantes entre los que destaca James Sunderland, protagonista atormentado que vuelve al pueblo Silent Hill después de recibir una carta de su fallecida mujer, víctima de a una enfermedad.

Una de las curiosidad de Silent Hill es que cada entrega tiene diferentes finales, y en el final “In Water” de Silent Hill 2 veremos un flashback de James hablando con Mary durante sus últimos minutos de vida. Sin Mary no tiene razones para vivir, por lo que decide tomar su vida y estar junto a su amada. Después de esto nos recitan las carta que le escribió Mary a James, en donde ella se lamenta haber tenido que sufrir esa enfermedad y en donde siente la incertidumbre de su amado por esa situación.

Heavy Rain lleva una muy triste carga emocional; la paleta de colores, la ambientación y los personajes, nos envuelven en un aura de nostalgia y tristeza que no nos soltará hasta el final del juego. Al igual que en Silent Hill y las entregas de Telltale Games, según las decisiones que tomemos a lo largo del juego será el final que obtendremos, y cabe destacar que si perdemos algún personaje éste no se puede recuperar... y esto influye de manera directa en el final que obtendremos.

Se podría decir que solo tres de los finales terminan con una historia feliz, pues en cada uno de los demás podemos ver cómo Ethan Mars se suicida o perdemos a la periodista Madison Paige. A pesar de los diversos finales no podemos evitar quedarnos con un sabor amargo ya que la estética juega un papel importante dentro del desarrollo de los finales del juego, y Heavy Rain es uno de esos juego que necesitamos experimentar para poder comprender todo ese abanico de emociones que se nos entrega a cada momento.

Shadow of the Colossus tiene uno de los finales más tristemente emotivos de los videojuegos. Durante todo el viaje hemos sentido una gama amplia de sentimientos, y la tierra prohibida en la que vagamos esperando encontrarnos a los colosos es enorme y llena de paisajes hermosos… en medio de estos parajes tenemos la misión de resucitar a Mono, una chica que fue víctima de un sacrificio. Wander llega a la tierra prohibida pues una entidad llamada Dormin promete revivir a la chica a cambio de que Wander acabe con los dieciséis colosos que habitan estas tierras.

Después de haber pasado el calvario de terminar con la vida de los colosos, sutilmente se nos deja saber que estos titanes únicamente deseaban vivir en paz, hasta que nosotros llegamos para terminar con ellos. Traicionados y convertidos en un coloso, ahora somos nosotros los que peleamos por nuestra vida mientras vemos a la chica recostada en el altar, sin poder hacer nada más que luchar por nuestra vida. Después de que la espada sea tirada al estanque, este mismo nos arrastrara y no podremos hacer nada para evitarlo... ¡estamos tan cerca de Mono y no podemos siquiera despedirnos! Ella nunca sabrá lo que pasamos tratando de rescatarla, y nosotros seremos tragados por la oscuridad.

A pesar de todo lo malo que se pueda decir, The Walking Dead se ha posicionado como la mejor serie de zombies de los últimos años. Con el éxito, muchas veces se trata de adaptar el guión de una serie con resultados desastrosos, pero en esta ocasión el estudio Telltale Games logró una obra magistral donde, a pesar de ser un point-and-click, tendremos que tomar decisiones de vida o muerte en donde nuestra ética y moral se verán puestas en entredicho.

El final de The Walking Dead es un golpe bajo a nuestros sentimientos ya que, después de todo el camino que hemos recorrido cuidando de Clementine en situaciones límite, pero sobre todo tratando de cuidar la integridad moral de la pequeña y teniendo que despedirnos de algunos de nuestros compañeros de viaje, Lee ha sido mordido y no le queda mucho tiempo. Clementine debe decidir qué hacer con nosotros antes de convertirnos, no sin antes elegir sabiamente nuestras palabras para prepararla y que aprenda a sobrevivir sin nuestra guía. Este es sin duda uno de los finales más duros que nos ha tocado presenciar en los videojuegos.