El Lucifer que conocemos en la película Los Caballeros del Zodiaco contra Lucifer viene siendo una versión bastante tradicional y conservadora con respecto a lo que conocemos bíblicamente, un ángel caído de apariencia hermosa, inteligente y sumamente arrogante. Sus ínfulas de Dios y resentimientos no tienen comparación, por ende, decide traer el Infierno a la Tierra para que la humanidad sienta lo mismo que él padeció tras su destierro de los cielos ¿clásico, no?

Lucifer como el príncipe de las tinieblas rara vez actúa sólo, y en esta película viene acompañado de sus ángeles caídos. Para empeorar las cosas, Lucifer hace una alianza con las almas de dioses griegos caídos como Eris, Phoebus Abel y Poseidón. Físicamente Lucifer es el único del grupo que posee las características alas que lo definen como ángel a diferencia de sus ángeles súbditos Astaroth Cherub, Beelzebub Seraph, Mois Thrones y Eligor Virtues.

“Sí así es el infierno, que me lleve el diablo” Así reza un popular dicho que aplica perfectamente con Fino Bloodstone quien no es necesariamente Satanás, pero al ser la hija del fallecido Demon Lord, se convierte en la gobernante del inframundo. Fino no es la representación clásica de un demonio, es una chica de quince años, muy linda y agradable, aunque le cueste adaptarse a las costumbres humanas por su crianza en el Mundo de los Demonios. En dicho proceso la vemos lidiar con situaciones que no son habituales en el Mundo Demoniaco como por ejemplo, en el segundo episodio, es víctima de un asalto en su lugar de trabajo y sin saberlo, atiende al agresor como si fuese un cliente más hasta que se da cuenta de la situación y lo neutraliza rápidamente con un par de golpes.

Tenemos la dicha de conocer a Maou en el momento que Yuusha; el legendario guerrero que representa a la fe de los seres humanos, decide enfrentarla. Lamentablemente para Yuusha, sólo logra ser intimidado ante la sensualidad de Maou. Para sorpresa de todos, Maou; la Reina de los Demonios, no es un ser sediento de sangre humana, todo lo contrario, su presencia dista de la imagen maligna que conocemos de los demonios. Maou es dulce y no desea prolongar la guerra porque ha sido testigo de los conflictos crueles entre la humanidad y los demonios por mucho tiempo.

Maou decide ir en contra de su destino como Reina Demoníaca al aliarse con Yuusha y así encontrar la paz. A pesar de que ella posee poderes demoniacos, prefiere hacer uso de su intelecto, de hecho, toma forma humana para poder mezclarse con el hombre y poder tener un rol más certero. Maou es un Satanás atípico, no tiene miedo de mostrar su vulnerabilidad y sensibilidad ante Yuusha, tampoco tiene problemas en demostrarle afecto con abrazos creando un tensión que evidencia un interés romántico entre ambos.

Si alguna vez has considerado adorar a Satán o cualquiera de sus manifestaciones, entonces te recomendamos que veas el anime de Beelzebub y conozcas a Beelzebub IV Emperador, quien en este anime es tan solo un bebito casi indefenso que heredará eventualmente el título de Demon Lord.

En este anime se mezclan varios elementos que lo hacen divertido de ver, pues por un lado tenemos al temperamental Beelzebub que cada vez que algo le molesta y llora termina por emitir descargas eléctricas que rostiza a todos a su alrededor y quien más sufre esas consecuencias es Tatsumi Oga, un estudiante de secundaria que fue elegido por el mismo Beelzebub IV para que fuese su padre adoptivo en la tierra. No es una historia sobre un demonio sanguinario, sino las aventuras de un adolescente asumiendo la paternidad de un bebé extraordinario.

Akira Fudou es un humano de corazón puro, bastante noble y justo que, sin dudas, es capaz de poner su vida en riesgo para ayudar a sus amigos. Akira no es Satán en persona, pero después de pasar por un ritual, fusiona su alma y cuerpo con el demonio llamado Amon para obtener sus poderes y frenar a la invasión que pone en peligro el futuro de la humanidad.

Ahora como Devilman, continúa siguiendo los designios de su corazón, teniendo como prioridad proteger a sus seres queridos. Mantener el equilibrio entre la parte humana y la parte demoníaca no siempre es fácil, de hecho en Amon: Apocalypse Of Devilman podemos ver todo el esplendor de la lucha entre el temido Amon y Devilman, donde hacen despliegue de todos sus poderes como vuelo, telekinesis y súper fuerza. Si eres amante de los demonios sanguinarios y crueles, este personaje está hecho para ti.

Sirzechs Lucifer también es conocido como el Satán Carmesí, considerado uno de los personajes más poderosos en el mundo de High School DxD, sin embargo su comportamiento nos recuerda más a un dios justo y benevolente. Desde la perspectiva de la estética, este Satanás es majestuosamente hermoso, alto, rostro impecable y cabello rojos que hace honor a su apodo. Sirzechs Lucifer es un demonio justo, prefiere usar las palabras por encima de la violencia, sus sentido de la justicia es elevado al punto de apoyar a su hermanita Rias Gremory para cancelar su compromiso de casamiento, proponiendo un duelo entre Riser Phenex e Issei y así decidir de forma justa el destino de su hermana.

Cuando invocas a Lucifer, seguramente esperas la aparición de un ser imponente que te intimide y te robe el aliento, pero en esta serie, Lucifer es un ser irreverente. La presencia de Lucifer en Yondemasu yo Azazel-san no viene a imponernos un Satán tradicional, más bien viene a hacernos reír por su comportamiento jocoso. Lucifer posee poderes de transformación, los cuales usa para adoptar dos formas. Una de ellas es una versión chibi de un oso koala, mientras que su otra forma es más humanoide con tatuajes. No te dejes engañar por estas apariencias, pues Lucifer sigue siendo un demonio del alto nivel con poder de destrucción, aspecto que se evidencia cuando pelea contra Beelzebub en el Mundo Demoníaco usando su forma real.

Lucifer en Umineko no Naku Koro Ni es una adaptación extraña;a pesar de ser arrogante, oculta un gran complejo de inferioridad que lo enmascara por medio de sus grandes ínfulas. En cuanto a poder, Lucifer tampoco es un ser de avasallante fuerza, pero lo compensa con su crueldad. Físicamente tiene la apariencia de una hermosa chica de cabello negro, ojos rojos y suele tener una sonrisa siniestra. Ella simboliza la arrogancia, uno de los siete pecados capitales, pues Lucifer forma parte de un aquelarre conocido como las Estacas del Purgatorio donde está acompañada por seis hermanas menores que son tan despiadadas como Lucifer.

En Hataraku Maou-sama! nos cuentan la historia de Satán; el rey de los demonios, un ser lleno de ambición y ganas de gobernar sobre los humanos. Bajo su control tiene un ejército vastísimo de demonios que le ayudan a pelear la guerra contra los humanos para conquistar la Isla Ente hasta la llegada de Emilia; una heroína que tiene el poder de ponerle fin a la guerra y a Satán mismo. Para evitar su inminente derrota, Satanás decide escapar y sin proponérselo, termina en el mundo humano donde debe conseguir hogar, trabajar y mantener todas las responsabilidades de un adulto humano independiente.

Conocemos al inicio de la serie a un monstruoso Satanás, pero ya que el señor asume su identidad en el mundo humano bajo el seudónimo Maou, vemos en él su lado más noble. Él está seguro que cada paso que da es un avance para regresar a conquistar la Isla Ente e incluso la Tierra, por eso es que trabaja de forma excepcional en una franquicia de hamburguesas. Sadao Maou en Hataraku Maou-sama! nos brinda la experiencia de cómo es el vivir el día a día a través de los ojos de un rey demonio.

El Satán que nos presentan en Ao no Exorcist, es por mucho, bastante tradicional, es el gobernante supremo del Mundo Demoníaco y al hacer alarde de sus poderes. Una de las habilidades que posee es la de posesión, la cual utiliza en seres vivos y usarlos según sus propósitos. Esta posesión es temporal, pues no existen seres vivos capaces de tolerar el poder de Satán en sus cuerpos, así que los anfitriones terminan siendo consumidos por las llamas azules que identifican al Rey de los Demonios.

A pesar que Satán es el villano principal de Ao no Exorcist, ha mostrado tener un lado sorprendentemente sensible, especialmente por Yuri Egin, la persona que ha tolerado su posesión y le enseñó el significado de la vida. Yuri le demuestra a Satán que los humanos y demonios podían amarse los unos a los otros, de esta forma, Satanás la convirtió en la madre de sus hijos con la esperanza de crear un mundo de paz.