Quizá por haber aparecido como exclusivo de GameCube, Geist no es uno de los juegos más populares de esta lista, pero si hablamos de Shigeru Miyamoto como uno de sus productores seguro abres un poco más los ojos. En este caso, Nintendo deja de lado los típicos juegos para niños y se abre a una historia un poco más adulta, donde un fantasma debe recuperar su cuerpo para retornar a su forma física.

Tras una misión fallida, John Raimi —un investigador paranormal— termina como presa de la Corporación Volks, quienes deciden experimentar con él y separan su espectro de su cuerpo. En un intento por recuperarnos, vagaremos en busca de nuestro cuerpo haciendo gala de nuestros nuevos “poderes”, así como la capacidad de poseer otros personajes y controlarlos. Lo bueno de este juego es que nosotros mismos seremos ese fantasma —aunque otros espectros también tienen su protagonismo—, pasando al plano espectral para resolver ciertos puzzles o al físico para controlar personajes en secuencias de acción y disparos.

Otro juego no tan popular es Rain, una aventura bastante interesante y con un gameplay no menos curioso. En este juego tomamos el lugar de un niño que habita en una ciudad donde la lluvia es permanente, y que tras perseguir a una misteriosa niña invisible termina él también en la misma condición; si la niña y el protagonista pueden verse es únicamente gracias a la constante lluvia, cuyas gotas ayudan a dar forma a las siluetas.

La historia nos propone un niño que se vuelve invisible, pero tanto la niña como los extraños seres que la atormentan tienen tintes fantasmales; Rain es un juego atrapante desde su narrativa, más que nada por la relación que se va forjando entre los dos protagonistas. Si bien nunca queda del todo claro por qué existen estas formas fantasmales, estos seres invisibles son representaciones espectrales de su forma física, que tienen mucho que ver en la resolución del juego.

La famosa película “Actividad Paranormal” nos llega ahora en forma de videojuego, y si bien existen varios títulos inspirados en esta saga, este juego recientemente estrenado añade un valor que multiplica por mucho el miedo que genera: la jugabilidad en VR. Obviamente, quienes se entregan a un juego de Terror lo hacen buscando un buen susto, y ¿qué mejor que protagonizar la aventura en primera persona? Salvo que seamos muy impresionables, porque la cosa podría salir mal.

Aparecemos en una misteriosa casa de esas típicas de juegos del género, llena de secretos y objetos que nos ponen los pelos de punta. En nuestra soledad, multiplicada por lo lúgubre del escenario, descubrimos que “algo” nos acompaña, y allí empiezan a crecer tanto la adrenalina por intentar salir de allí con vida como el pánico de no saber con qué encontrarnos… pero también la curiosidad por saber qué es lo que sucede. Sumergidos en esta aventura cualquier ruido o movimiento nos puede causar el mayor susto de nuestras vidas, rodeados por un misterio que espera ser resuelto.

F.E.A.R. es un juego que mezcla los géneros de Acción y Terror de Supervivencia y que, aunque en su origen parecía aprovecharse de la fórmula exitosa de Silent Hill, logró hacerse un lugar como una franquicia en sí misma. La antagonista principal en este juego es Alma Wade, una chica que decide cobrar venganza tras los atroces experimentos a los que fue sometida. Obviamente, nuestra tarea es detenerla y evitar males mayores, mientras de paso descubrimos qué fue lo que pasó con ella y cómo podemos “ayudarla”.

Aunque Alma no es un fantasma en sí, sus poderes psíquicos le permiten seguir presente cual espectro incluso tras su muerte, poseyendo cuerpos si es necesario o incluso invocando otros fantasmas o arrastrando gente hacia el “Almaverse”, una realidad alternativa creada dentro de la mente de Alma. Deambular por F.E.A.R. sí que nos hace sentir que Alma es un fantasma, siempre apareciendo de formas misteriosas y con rasgos típicos de los fantasmas del imaginario popular.

En este tercer juego de la saga BioShock interpretamos al detective Booker DeWitt, enviado a la ciudad flotante de Columbia para descubrir el paradero de una tal Elizabeth y rescatarla. Como en los juegos anteriores, las cosas no son ni simples ni directas, así que rescatar a Elizabeth no es nada fácil, además de vernos enredados en varios misterios referentes a la familia fundadora de Columbia, que debemos resolver junto con la chica.

El principal antagonista es el tirano Zachary Hale Comstock, pero otro de los enemigos que debemos enfrentar es su difunta esposa, Lady Comstock, que en varias ocasiones aparece como un fantasma dispuesta a hacer todo para eliminarnos y desquitar su odio. A decir verdad, contar más sobre estos personajes y cómo se vinculan con los protagonistas sería hacer spoiler de este magnífico juego, ¡así que mejor averiguarlo por ustedes mismos!

El detective Sebastian Castellanos es nuestro protagonista, quien junto a dos de sus compañeros llegan al Hospital Psiquiátrico Beacon de Krimson City. Este es el escenario para la historia de The Evil Within, donde ha ocurrido una masacre y tanto pacientes como médicos o personal de seguridad han sido asesinados; al parecer, todo es causa de seres sobrenaturales, que también atacan a Sebastian y, aunque salimos con vida del encuentro, terminamos separados del grupo y con muchísimo miedo a lo que pueda pasar.

A lo largo de nuestro viaje nos encontramos con varios enemigos, y aunque no todos son fantasmas, éstos sí que juegan un papel importante. Además, el principal enemigo del juego es Ruvik (nacido como Rúben Victoriano), algo que podríamos considerar como un fantasma si tenemos en cuenta que está muerto, y que se desplaza desde otro plano manteniendo su memoria pero poseyendo distintos cuerpos a voluntad. The Evil Within es una mezcla perfecta entre los típicos enemigos de los juegos de Terror, con apariciones fantasmales, monstruos deformes y grotescos y elementos psíquicos.

El protagonista, Henry Townshend, es el nuevo inquilino del cuarto 302, y despierta encerrado en el mismo. Con la puerta y ventanas bloqueadas, y sin saber cómo escapar, Henry descubre un orificio que podría ser la salida… pero no es más que el comienzo de sus peores pesadillas. Silent Hill 4 es otra entrada basada en la mitología del pueblo Silent Hill, pero con una mecánica de juego muy diferente a los anteriores.

La trama de The Room varía entre una clásica historia de asesino serial y un cuento de fantasmas, ya que las víctimas del asesino Walter Sullivan, por ejemplo, aparecen como fantasmas enemigos que nos dificultan el avance a través de los diferentes mundos paranormales. Aquí los fantasmas forman parte de un misterioso ritual, y depende de nosotros escapar de esos espíritus y ayudar a las posibles víctimas de Walter. Lo cierto es que aquí tenemos fantasmas a los que el juego nos hace conocer con vida, pero que no pasa mucho antes de encontrarlos en su otra faceta.

En otra fabulosa aventura dramática creada por Quantic Dream nos llega Beyond: Two Souls, un juego que nos propone un fuerte nexo entre el plano físico y el mundo de los espíritus. Si bien el propio juego les llama “entidades”, estas criaturas cuentan con todas las características de los fantasmas, y lo podemos experimentar cada vez que nos toca controlar al personaje de Aiden.

Aiden es el espíritu vinculado a Jodie Holmes, una chica que gracias a esta entidad logra ciertos poderes que, a pesar de ser considerados por algunos como una bendición, le han complicado encontrar un lugar en la sociedad. En el juego recorremos gran parte de la vida de Jodie y descubrimos el origen de Aiden, así como nos debatimos entre el Inframundo y nuestra propia realidad. Beyond: Two Souls es un excelente juego que plantea un debate filosófico, con una historia muy bien lograda.

¿Por qué es tan increíble este juego? Primero, porque es la secuela mejorada del Luigi’s Mansion original, que debutó en la GameCube; segundo, porque ofrece incluso la posibilidad de un modo cooperativo multijugador; tercero, y no menos importante, ¡porque es protagonizado por Luigi! Esta vez nos toca una aventura en portátil, pero con el mismo estilo de explorar mansiones embrujadas con una pizca de miedo y todo el encanto que los juegos de Nintendo saben aplicar.

Con la ayuda de nuestra aspiradora Poltergust 5000, la misión principal en este juego es eliminar a todos los fantasmas de las mansiones que visitamos. Algunos hostiles y otros simplemente traviesos, cada fantasma es interesante en su personalidad y aporta su valor al producto final, especialmente porque expandimos los personajes fantasmales más allá del Rey Boo y sus súbditos. Si realmente sufres con los juegos de terror, Luigi’s Mansion: Dark Moon es una opción ideal.

¿Y cuál es el mejor videojuego con fantasmas? Obviamente, ese galardón se lo queda la saga Fatal Frame, conocida como Project Zero en japón. Se trata de una franquicia que cuenta al día de hoy con 5 títulos en su tronco principal y un par de spin-offs, pero esta vez nos quedamos con el segundo juego en publicarse, simplemente por tratarse del mejor de ellos. Aquí las protagonistas son las gemelas Mayu y Mio Amakura, perdidas en un una aldea abandonada y llena de fantasmas y espíritus.

Seguro muchos ya conocen de qué va esta saga, famosa por darnos una cámara fotográfica como único medio de defensa, ya que con esta cámara podemos descubrir dónde están estos espectros o hasta ahuyentarlos y dañarlos. La aventura en Crimson Butterfly nos lleva a investigar sobre un macabro ritual que involucra a las gemelas, cosa que ayuda a explicar el trasfondo sobrenatural de la aldea y la existencia de estos fantasmas.