Los juegos del género Metroidvania se han vuelto cada vez más escasos. Esto no debería sorprendernos cuando los títulos que lo bautizaron prácticamente desaparecieron de la faz de la Tierra en tiempos recientes. Metroid volvió en el 2017 con Metroid: Samus Returns, sin embargo, no fue el título que todos recordaremos como el mejor Metroidvania del año. No señor, ese título le corresponde a Hollow Knight, un pequeño pero épico juego indie que deja claro el potencial que el género todavía tiene.

La ambientación oscura y misteriosa de Hollow Knight transmite a la perfección el amplio mundo lleno de secretos por descubrir que el juego presenta al jugador y que, por fortuna, es un deleite explorar. Hollow Knight podrá tener tan solo unos meses de vida, pero ya se ha consagrado como todo un clásico y ha puesto la barra muy alta para los juegos futuros del género.

El mayor logro de Wolfenstein 2: The New Colossus está, sin lugar a dudas, en su libreto. Es sorprendente la forma en la que MachineGames logró crear personajes que se sienten, en verdad, humanos y reales. Desde BJ y sus compañeros, hasta la General Engel son memorables. Los primeros por lo llenos de energía que están, la segunda por lo mucho que disfruta su sadismo y crueldad.
Toda esta plática sobre los personajes y la historia podría hacerte pensar que

Wolfenstein 2: The New Colossus falla como FPS, pero eso sería una mentira. El juego es intenso y rápido. La acción sin sentido y los momentos de crítica fuerte a la sociedad americana contrastan tanto como son eficaces. Wolfenstein 2: The New Colossus nos recuerda con orgullo que no existe otro juego donde acabar con los Nazis sea tan satisfactorio.

A diferencia de lo que sus juegos más recientes podrían hacerte creer, Sonic fue una estrella de los videojuegos en la década de los 90s. Gracias a su personalidad y divertido gameplay, el erizo más veloz del mundo (no es como que tenga mucha competencia) era capaz de enfrentarse al mismísimo Mario y en poco tiempo logró arrebatarle buena parte del mercado. Sin embargo, con algunas contadas excepciones, su transición al mundo 3D dejó mucho que desear y por más de una década el bólido azul tuvo más fracasos que triunfos.

Pero entonces llegó el 2017 y con el uno de los mejores títulos que hemos tenido de nuestro erizo favorito: Sonic Mania. Este videojuego es la mezcla perfecta entre innovación y lo clásico. Nos demuestra que los proyectos hechos con pasión hacen un mundo de diferencia. En 2017, Sonic volvió más fuerte que nunca y pocas veces había sido tan divertido jugar con él… solo ignoremos el hecho de que Sonic Forces existe porque esa, bueno, esa es otra historia completamente distinta.

NieR: Automata es un juego que como el hay pocos. De manera similar a cómo su protagonista, 2B, es una mezcla de máquina y humano, NieR: Automata es una combinación bizarra de juegos. Es un Hack and Slash con elementos de RPG y Shot’em up, pero no tiene miedo en adentrarse en cosas más inesperadas como una aventura de texto. Creemos que esto es muestra perfecta del espíritu del juego: innovación insospechada que no teme salirse de la norma.

Con una de las mejores narrativas del año y de la industria, NieR: Automata podrá no ser un juego para todos, pero sin importar tus preferencias, estamos seguros que podrás apreciar su genial historia, su asombroso diseño del mundo o su creativa mezcla de géneros.

Desde hace ya tiempo ha habido discusiones sobre qué es y que no es un videojuego. Títulos como The Walking Dead: The Game y Beyond: Two Souls fueron criticados por algunos, ya que los consideraban más como experiencias cinematográficas que videojuegos propiamente dicho. What Remains of Edith Finch se une a esa lista de debate un tanto filosófico sobre qué es un videojuego.

Aunque estas discusiones pueden ser muy interesantes, a veces se puede caer,
pero te prometemos que si dejas atrás estos prejuicios cuando juegues What Remains of Edith Finch encontrarás una memorable y cautivante historia sobre la muerte, la vida y la familia. Descubre en What Remains of Edith Finch la historia de la supuestamente maldita familia Finch las capacidades narrativas que tienen los videojuegos y que rara vez se explotan.

Los juegos de Persona, aunque geniales, siempre han sido algo niche. Esto se debe principalmente a lo “japonés y anime” que es el juego. Sin embargo, el mundo otaku recientemente ha crecido con fuerza y, por fortuna, se ha vuelto cada vez más apreciado y buscado por personas de todo tipo. Estas condiciones son solo algunas de las que han permitido que juegos como Persona 5 hayan cobrado popularidad en los últimos años.

Nos da mucho gusto que esto sea así porque de lo contrario nos pudimos haber perdido de uno de los mejores juegos del año. Y es que cada elemento de Persona 5 exige que prestes atención y lo voltees a ver. Desde su estilo de arte con colores llamativos y oscuros a la vez, su resonante banda sonora de jazz, su historia que no es para nada un cliché de anime y su divertido gameplay, todo se combina para darte una experiencia que difícilmente encontrarás en otro lado.

Si no eres fan del anime y su estética (que no imaginamos qué haces en esta página si ese es el caso), te invitamos a que des a Persona 5 una sola oportunidad. Nunca lo verás venir, pero estarás moviendo tu cabeza con el ritmo de sus geniales canciones y pasando horas y horas de diversión.

Horizon Zero Dawn se desarrolla en un mundo postapocalíptico donde la tecnología nos jugó una mala pasada y nos dio la vuelta. La humanidad perdió gran terreno frente a sus creaciones y ahora debe luchar por su supervivencia. En una lucha entre la naturaleza y la tecnología, Horizon Zero Dawn nos enfrenta contra las máquinas como si de bestias salvajes se tratara, obligándonos a usar flechas y lanzas para luchar por nuestra supervivencia.

No podríamos hablar de Horizon Zero Dawn sin mencionar a Aloy, su genial protagonista. La personalidad sarcástica pero curiosa de esta aventurera inyecta mucha vida al juego. Su actitud determinada complementa la trama del juego donde se nos muestra el choque entre los deseos conservadores de Aloy y la apertura al cambio de la protagonista, que desea salir al mundo y conocerlo.

La edición de The Game Awards de este año no concedió a Horizon Zero Dawn ningún premio, pero que eso no te haga pensar que no es un juego de calidad. Hay dos videojuegos de mundo abierto del 2017 que necesitas jugar sí o sí y uno de ellos es Horizon Zero Dawn.

Por años estuvimos esperando pacientemente la llegada de Cuphead a nuestras vidas. El título apareció por tanto tiempo en eventos de videojuegos y presentaciones diversas que comenzamos a sospechar que Cuphead no era más que una alucinación colectiva de millones de gamers que deseaban un buen Run and Gun con la dificultad de antaño. Pero para deleite de todos los videojugadores del mundo, Cuphead por fin se estrenó el septiembre de 2017.

El juego se veía hermoso con su estética de animación de los 20s, pero ¿podría el gameplay estar a la altura de las expectativas que años de espera habían provocado? Un entusiasta ‘sí’ resonó por el mundo. El juego era difícil hasta el punto de la frustración, pero al mismo tiempo era justo. Salvo en contadas ocasiones, sabías que si fracasabas la culpa era tuya y de tus mediocres habilidades. Apretando los dientes, volvías a intentar el nivel una y otra y otra y otra y otra vez hasta que por fin ganabas.

El cariño con el que Cuphead fue desarrollado se deja ver, literalmente, en cada cuadro del juego. Las animaciones están tan trabajadas que podría parecerte ridículo, pero toda esta atención al detalle es precisamente lo que permite a Cuphead ser tan difícil sin sentirse injusto. La fluidez del movimiento de los jefes te indica precisamente lo que debes hacer y cuándo debes hacerlo. Y no nos hagas empezar con la música, que es un verdadero deleite auditivo. Uno de los mejores soundtracks del año y hasta de la historia de los videojuegos.

Las exclusivas de Xbox One son prácticamente inexistentes, pero Cuphead vale su peso en oro. Este videojuego nos hace recordar porqué amamos el medio con su diversión desenfrenada, pegajosa banda sonora y hermoso apartado visual: Cuphead es el paquete completo. Prepara tus mejores reflejos y una paciencia digna de monje tibetano, ya que “A brawl is surely brewing! You're up!”.

Cuando vimos el primer footage de Super Mario Odyssey sabíamos que iba a ser un genial videojuego. De eso no cabía duda. La interrogante era: ¿qué tan bueno será cuando salga? No podía ser malo. Nintendo no podía darse ese lujo, no después del fracaso que el Wii U había sido comercialmente. Y por si estas expectativas no fueran lo suficientemente altas, Super Mario Odyssey era comparado con Super Mario 64 y Super Mario Sunshine. El primero revolucionó la industria de los videojuegos y el segundo tiene un lugar muy especial en el corazón de millones. Todavía es muy temprano para hablar si Odyssey tendrá el impacto que Mario 64 tuvo, pero sí es el momento para reconocer la abrumadora calidad con la que cuenta.

Pocos juegos cuentan con el amor que Nintendo inyecta en cada entrega del fontanero barrigón. Super Mario Odyssey no es la excepción. La atención puesta en cada pequeño detalle del juego simplemente te quita el aliento. El diseño de los mundos es tan variado que no puedes evitar sentir tu tiempo con este juego una verdadera aventura; una travesía alrededor del mundo donde cada nuevo destino te tiene preparada un montón de sorpresas nuevas.

Super Mario Odyssey es, por encima de todo, una celebración de la historia de Nintendo y de Mario. Una fiesta que va más allá de referencias a diversos juegos y que trasciende a perfeccionar todos y cada uno de los elementos que llevaron a Mario a convertirse en el Rey de los videojuegos. La libertad de movimiento que Odyssey te da sobre su protagonista es increíble: brincar de un lado para otro y alcanzar alturas inimaginables es sumamente divertido. Una vez más queda demostrado que solo hay alguien en la cima de los juegos de Plataformas y su nombre es Mario.

Antes que nada, queremos repetir lo asombroso que fue 2017 para el mundo de los videojuegos. Hubo una que otra controversia que nos dejó mal sabor de boca (cough EA cough), pero, en general, lo bueno opacó a lo malo. Pocos ejemplos son tan buenos para demostrar esto como The Legend of Zelda: Breath of Zelda. Nintendo nos dijo muchas veces que este juego sería asombroso y luego lo retrasó un par de veces más. Pero lo cierto es que valió la pena la espera, dando validez a la frase de Shigeru Miyamoto: “Un juego retrasado es eventualmente bueno, un juego apresurado es malo por siempre”.

Si todavía no has jugado Breath of the Wild y no puedes comprender cómo es que puede superar a títulos como Super Mario Odyssey, bueno, en primer lugar, ¿qué estás haciendo?, ¡Ve a jugarlo! En segundo lugar, sí, Odyssey puede ser un videojuego más pulido o “completo”, pero este Zelda es una aventura completamente distinta a lo que estamos acostumbrados.

No es una exageración decir que Breath of the Wild será para esta generación lo que Ocarina of Time significó en 1998. Este hecho se cimentó desde el inicio del juego, cuando damos nuestro primer vistazo a Hyrule y comprendemos lo extenso que es en esta ocasión el mágico reino, donde prácticamente cada rincón del mundo está a nuestra disposición para que lo exploremos. Y no solo podemos recorrer sus suelos y volar por sus cielos, sino que el mundo es uno vivo con el cual podemos interactuar.

Esos momentos memorables cuando pensamos que nuestro plan frente a alguna situación no puede funcionar porque “no es posible que los desarrolladores hayan pensado en esto”, pero funciona, es donde Breath of the Wild brilla como videojuego. Ver nuestras ideas tener éxito libera nuestra creatividad como gamers y nos motiva a seguir experimentando con el resto de las mecánicas de juego. Esto, obviamente, hace que disfrutemos mucho más nuestro tiempo con el título. Así, más que un videojuego, The Legend of Zelda: Breath of the Wild es una experiencia en nuestras vidas que jamás olvidaremos y es por eso que, para nosotros, merece el título de mejor videojuego de 2017.